Etxerat denuncia el «chantaje» de la Fiscalía y de IIPP en la decisión sobre Ibon Iparragirre
Etxerat considera que la decisión de mantener a Ibon Iparragirre encerrado en la clínica Aita Menni de Arrasate responde al «chantaje» de la Fiscalía y de Instituciones Penitenciarias, por lo que ha afirmado que hará «todo lo posible» para que el ondarroarra pueda estar en casa. El abogado Iñaki Goioaga ha avanzado que estudian diferentes vías para tratar de lograr la excarcelación.
En una rueda de prensa en Bilbo, Etxerat ha subrayado que Ibon Iparragirre, cuyo estado de salud es extremadamente grave, reúne «todos los requisitos para que le sea aplicado el artículo 104.4, es decir, la libertad condicional».
Han respondido así al auto en el juez de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, acordó mantener a Ibon Iparragirre en segundo grado aplicándole el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario, en base al cual será trasladado al centro Aita Menni de Arrasate, para controlar, según recoge el propio auto, «el riesgo vital del penado ante la posible presencia de enfermedades oportunistas que debido a sus bajas defensas pudieran causar su muerte».
Etxerat ha destacado que tanto los informes forenses, también recogidos en el auto, como el último informe elaborado por un profesional del Colegio de Médicos de Madrid a petición del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria establecen que «se debe suspender la condena de Ibon Iparragirre, para así abandonar la cárcel al objeto de estar junto a los suyos y ser tratado de su enfermedad con garantías y respeto». Por tanto, Etxerat considera que la decisión del magistrado Castro está «incumpliendo la legalidad».
«Chantaje»
El fallo, han dicho, se produce como consecuencia del «chantaje» que plantea el fiscal y la secretaría de Instituciones Penitenciarias, «de tal manera que el preso de Ondarroa y sus familiares deben elegir entre el ingreso en el centro Aita Menni o continuar sufriendo en prisión las condiciones que agravan su situación límite».
Etxerat ha denunciado la «crueldad» que supone esa dicotomía, ya que a Ibon Iparragirre «se le está acabando el tiempo». En ese sentido, han recordado que la última analítica, del pasado mes de setiembre, revelaba que el ondarroarra solo cuenta con 20 defensas, cuando una persona adulta sana cuenta con entre 723 y 1.124 defensas. Iparragirre padece sida en su fase C3, la fase terminal de la infección.
Han subrayado que esta situación requiere de «una mejora con extrema urgencia» y, por ello, añaden que se ven «obligados a asumir» el traslado de Iparragirre al centro de Arrasate, aunque han apuntado que seguirán haciendo «todo lo posible» para que el ondarroarra pueda estar en su casa.
Diferentes vías
En ese sentido, el abogado Iñaki Goioaga ha explicado que están estudiando cuál es la vía más «rápida y efectiva» para conseguir la excarcelación del preso, entre las que ha citado la revisión del grado, cuya revisión semestral establece el propio auto, y la petición de «suspensión de la condena por parte del tribunal sentenciador».
Mientras, tanto Goioaga como Angelita Burgoa, madre de Iparragirre, han reclamado que el traslado a Aita Menni se haga «cuanto antes y con garantías» y, a ser posible, acompañado .