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La diferencia entre romper un coche policial y quemarlo... con policías dentro

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Inés Arrimadas ha comparado la quema de un vehículo policial durante las protestas de 2016 contra la reforma laboral en el Estado francés con la protesta pacífica del pasado 20 de setiembre ante la Consejería de Economía catalana, hechos por los que siguen en prisión Jordi Cuixart y Jordi Sànchez. La líder de Ciutadans, eso sí, obvió un «detalle», en aquel suceso los policías estaban dentro del coche; elemento añadido después por el periodista que entrevistó a Arrimadas, Jordi Basté.

La comparación fue realizada en una entrevista concedida a RAC1 el miércoles pero se ha hecho viral durante estas últimas horas. Muchos acusan a la jefa de la oposición en el Parlament de Catalunya de manipulación. 

En el vídeo pueden escuchar el momento de la comparación. Varios colaboradores del programa insistieron a Arrimadas que episodios como el encarcelamiento de los líderes de las entidades soberanistas catalanas no eran aceptables en democracia. La líder de Ciutadans trata de justificar la medida y argumenta que podría ocurrir algo similar en cualquier estado europeo, por ejemplo, Francia:

Arrimadas: En Francia, por quemar un coche de la policía ha habido una condena de siete años de prisión. Por haber quemado un coche de la policía. Eso de que España no es un país democrático y que esto no pasa en ninguna parte, no es verdad.

El comentario queda en el aire hasta que casi media hora después, el conductor del programa, Jordi Basté, añade la «matización»:

Basté: Efectivamente en Francia se ha condenado a siete años a una persona por haber quemado un coche de policía. Con policía dentro. 

«Con policía dentro», insiste el periodista».

El comentado caso es el conocido como «affaire du Quai de Valmy», por la que siete de los nueve juzgados fueron condenados en el otoño pasado, el considerado autor material a siete años de cárcel. (Por estos lares, viene a la mente otra comparación; en este caso, agravio comparativo, el de los jóvenes de Altsasu que afrontan peticiones fiscales de 62, 50 y doce años de prisión por una pelea de bar).