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La UE entreabre la puerta en 2025 a unos Balcanes sin disputas internas

La Unión Europea planteó ayer una nueva estrategia para los Balcanes con la que entreabre una puerta a estos países para una perspectiva de «ampliación creíble» en 2025, pero siempre que resuelvan antes sus disputas territoriales internas, en concreto entre Serbia y Kosovo, y lleven a cabo una serie de reformas.


El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, advirtió ayer de que no entrarán en la Unión Europea (UE) nuevos países de los Balcanes occidentales si no resuelven antes sus disputas territoriales. Dejó claro que la fecha para la posible adhesión de Serbia y Montenegro en 2025 que contempla la nueva estrategia comunitaria para la región, presentada ayer, es meramente «indicativa» y no formarán parte del bloque comunitario si no cumplen las condiciones sobre reformas en materia de derechos fundamentales y economía o sobre relaciones de vecindad. Una estrategia que, además, abre la puerta a avances con Kosovo «cuando las circunstancias lo permitan».

Durante una rueda de prensa en el Parlamento Europeo en Estrasburgo, la alta representante comunitaria para la Política Exterior, Federica Mogherini presentó una hoja de ruta con la que espera crear ámbitos de cooperación conjunta con un bloque de países que incluye a Montenegro y Serbia (los únicos con negociaciones de adhesión a la UE en curso), Albania, Macedonia, Bosnia y Kosovo.

Definió la estrategia comunitaria como «una puerta abierta» para compartir un futuro común con estos países, que «son geográficamente parte de Europa. Y comparten la misma historia que los estados miembros de la UE, la misma herencia cultural, los mismos retos y las mismas oportunidades».

Con el lanzamiento de esta estrategia –centrada en ámbitos como el Estado de derecho, la seguridad, la inmigración, el desarrollo económico, la conectividad, la agenda digital y las buenas relaciones de vecindad– la UE quiere dar a estos países «una perspectiva de ampliación creíble», que requiere «esfuerzos sostenidos y reformas irreversibles». A cambio, la UE pide «reformas profundas» en ámbitos «esenciales» como los derechos fundamentales, el campo judicial, la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada o cambios en la Administración Pública, con «resultados reales», así como reformas económicas para abordar debilidades estructurales.

La estrategia demanda además a los países «superar la herencia del pasado» por la vía de la reconciliación, en particular los litigios fronterizos, un aspecto que el propio presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha antepuesto a la posible adhesión de esos estados.

Juncker ha solicitado en diversos debates a los países de los Balcanes que resuelvan sus conflictos territoriales «antes y no después» de su entrada en la UE, que en el caso de Serbia y Montenegro, los más adelantados, no será antes de 2025, en el mejor de los escenarios.

En concreto, la UE pide un acuerdo «jurídicamente vinculante» entre Serbia y Kosovo para que ambos puedan avanzar en su camino hacia la UE.

«El diálogo entre Serbia y Kosovo es fundamental para el futuro de sus relaciones, para la región y para sus relativas perspectivas hacia la UE», afirmó Mogherini, quien destacó que ambos países han reanudado el diálogo –que comenzó en 2013– tras un parón de más de un año. «Estoy alentada por que los dos presidentes hayan lanzado una nueva fase de diálogo. Pienso personalmente que el proceso puede ser concluido con éxito con mucha determinación y compromiso de ambos y también por nuestra parte», agregó.

Defendió que «la única forma de garantizar seguridad y estabilidad a los Balcanes occidentales es anclarlos sólidamente a una perspectiva creíble de adhesión a la UE». «Es una región que hasta solo hace 20 años ha conocido varias guerras, y el sentido común de una perspectiva hacia la UE garantiza un equilibrio y un trabajo hacia la reconciliación y la construcción de una memoria compartida, que puede garantizar una coexistencia pacífica», añadió.

Por su parte, el comisario de Política Europea de Vecindad y Negociaciones de Ampliación, Johannes Hahn, dijo que «la perspectiva hacia la UE» de los Balcanes occidentales ha mostrado ya «resultados de una relación más responsable».

 

España insiste en vetar como sea a Kosovo

El Gobierno español excluye a Kosovo del proceso de ampliación de la UE a los países de los Balcanes e insiste en una relación «diferenciada» entre el territorio balcánico que se independizó de Serbia en 2008 y el bloque comunitario. «Kosovo no es parte del proceso de ampliación y tiene su propio marco de relación diferenciado, específicamente el Acuerdo de Asociación y Estabilización», indicó Madrid en un documento remitido la pasada semana a la Comisión Europea.

Además, España reclama «no olvidar» a Turquía pese a las «circunstancias actuales» porque es un actor «clave» en la región y «un aliado estratégico básico». «Debe ser parte importante de cualquier estrategia europea significativa en los Balcanes», reclama en el documento.

España, Grecia, Chipre, Rumanía y Eslovaquia no han reconocido la independencia de Kosovo.GARA