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Dos mujeres al mando del Sinn Féin

Gerry Adams ya no es el presidente del Sinn Féin, pero su espíritu perdura. El liderazgo y el futuro del movimiento republicano se encuentran ahora en manos de dos mujeres, la dublinesa Mary Lou McDonald, y Michelle O'Neill, de Derry, elegidas unánimemente por los delegados de partido en Dublín.


Dos mujeres lideran el destino del Sinn Féin y lo hacen con el apoyo unánime de los delegados que se encontraban entre las más de dos mil personas que asistieron a una jornada histórica para el partido republicano. Una jornada protagonizada por mujeres en un mes en el que Irlanda celebra el centenario de la introducción del sufragio para las mujeres y en un año en el que la ciudadanía votará en un referéndum sobre la ley del aborto en Irlanda, una de las más restrictivas del mundo.

Una jornada en la que Mary Lou McDonald y Michelle ONeill lucharon por ser las protagonistas del día, una batalla difícil cuando su elección como presidenta y vicepresidenta del partido coincidía con el abandono del cargo de Gerry Adams, la cara y el alma del partido junto con el fallecido Martin McGuinness por 35 años. McGuinness estuvo presente en la voz de su nieta, Cara, quien cantó durante el acto, y que lo cerró entonando el himno irlandés.

Adams afirmó que entraría en la reunión como presidente del partido y lo abandonaría como un miembro más. Una labor imposible si se tiene en cuenta que los focos de las cámaras sólo le abandonaron cuando O’Neill y McDonald tomaron el estrado con sus discursos ya como las líderes del partido. Adams se sentó en primera fila, rodeado de sus colegas de tantos años, no se dirigió a la prensa e ignoró en lo que pudo a la nube de fotógrafos que intentaban captar cada detalle y expresión durante la reunión, incluido su voto por ambas candidatas. Sin embargo, en ningún momento Adams intentó arrebatar el protagonismo a ambas candidatas, ni tan siquiera acudiendo a felicitarlas tras la elección, un momento esperado por los fotógrafos y que no se produjo públicamente.

Su nombre y estatura política –«cabeza y hombros por encima de cualquier político irlandés», afirmaba el diputado Pearse Doherty durante su intervención– y su liderazgo fueron mencionados por todos aquellos que subieron al estrado, en una expresión de agradecimiento por la dedicación de toda una vida.

También hubo un agradecimiento especial por parte de O’Neill y McDonald a la familia de Adams; su esposa Collette y su hijo Gearoid, así como a sus nietos, que han sacrificado su vida familiar por el ideal republicano.

Dos de las eurodiputadas del partido fueron las encargadas de dar inicio al acto, Lynn Boylan y Martina Anderson. Anderson recordó los tiempos difíciles de 1983, cuando Adams se hizo con el mando del partido, recién salido del dolor de las huelgas de hambre que le costaron la vida a Bobby Sands y a otros nueve presos políticos. Unos momentos en los que se debatía el abstencionismo del movimiento republicano y en los que se sufría la persecución policial y la censura mediática.

líder y amigo

Anderson se refirió a Adams más que como a un líder, como un amigo, y como una figura constante en la política y en el Sinn Féin. Y vaticinó que McDonald y O’Neill serán las líderes que llevarán al Sinn Féin a gobernar en el norte y sur de la isla. «Los buenos líderes lo demuestran creando nuevos líderes», destacó la eurodiputada republicana, quién recordó cómo McDonald y O’Neill han crecido bajo el liderazgo de Adams y McGuinness, y cómo de cara a futuros desafíos, entre ello el Brexit y las negociaciones para la reinstauración del Ejecutivo de Belfast, necesitan el apoyo de las bases del partido. «Debemos hacerles saber que estamos a su lado», pidió.

Uno de los nombres que habían sonado como posibles competidores de McDonald en la elección a la presidencia del Sinn Féin fue el de Pearse Doherty, portavoz de Finanzas del partido. Fue precisamente Doherty el encargado de homenajear a la figura de Adams.

«Al igual que Martin, Gerry es respetado en Irlanda y el mundo como un patriota, un hombre de Estado y un pacificador», afirmó, a la vez que alabó la capacidad de las nuevas líderes, McDonald y O’Neill.

En respuesta a los ataques vertidos en varios medios contra Adams, Doherty subrayó que no hubiera habido un proceso de paz sin el compromiso y dedicación de Adams. Y remarcó que el relevo generacional en el partido marca una nueva era que conlleva una nueva etapa en la lucha política.

«Bajo el liderazgo de McDonald y O'Neill, buscaremos construir una verdadera república basada en la igualdad y justicia social. Vamos a transformar la política irlandesa», proclamó Doherty. «Y permítanme dejar claro que el liderazgo republicano de 2018 está tan decidido a lograr la república como lo estuvieron aquellos que nos precedieron», añadió.

O’Neill y McDonald, elegidas por unanimidad por los delegados, utilizaron sus intervenciones para dibujar la línea del partido. O’Neill adelantó que este lunes volverá a las negociaciones de Stormont y que, a pesar de los avances, aún queda camino por recorrer para alcanzar un acuerdo, y que la clave está en que los unionistas acepten el matrimonio para el colectivo LGBTQ+, la cooficialidad del irlandés y la creación de un tribunal de verdad y reconciliación.

Mirar al futuro

«Necesitamos trascender viejas batallas y dar a todos nuestros pueblos la oportunidad de volver a mirar hacia un futuro más allá del sectarismo, la división y la sospecha, sin exigir la rendición mutua de la identidad, la ciudadanía o los derechos», declaró O’Neill en un llamamiento a los políticos unionistas.

La vicepresidenta del Sinn Féin incidió en que el referéndum de autodeterminación es posible, pero que es necesario construir un movimiento para alcanzar una Irlanda unida.

En esa misma línea se manifestó McDonald, quien abogó por una «nueva Irlanda basada en la igualdad y la justicia». «Nos hemos unido para cambiar el curso de la historia irlandesa… El respeto, la igualdad y la inclusión son las consignas de nuestro partido», exclamó McDonald, incidiendo en que hay que ganar las elecciones para incrementar la influencia del partido, «y, en definitiva, para ganar la Unidad irlandesa».

McDonald reclamó el reconocimiento de Palestina, y defendió el derecho a decidir de Catalunya y Euskal Herria, una cuestión sobre la que habló con el representante de Sortu Urko Aiartza, quien asistió a la conferencia política del Sinn Féin.