INFO

El cese de Tillerson pone en riesgo la política con Irán y Corea del Norte

El cese de Rex Tillerson al frente de la diplomacia estadounidense, y su sustitución por el director de la CIA, Mike Pompeo, hace temer el fin del acuerdo nuclear con Irán y pasos atrás en la política con Corea del Norte, con una reunión entre Trump y Kim Jong-un por preparar.


El despido el martes de Rex Tillerson del Departamento de Estado estadounidense podría significar la sentencia de muerte del acuerdo nuclear con Irán, tensando aún más las ya difíciles relaciones entre Estados Unidos y sus aliados europeos, partidarios de salvar el pacto.

El presidente de EEUU, Donald Trump, justificó el cese por el desacuerdo con su secretario de Exteriores, mientras su sustituto, Mike Pompeo, parece más cercano a las ideas de Trump sobre Irán. «El acuerdo con Irán pensé que era terrible, él pensó que estaba bien. Yo quería romperlo o hacer algo, él pensaba diferente», afirmó el inquilino de la Casa Blanca.

Trump anunciará el 12 de mayo si, como ya ha insinuado repetidas veces, su país sale del acuerdo que limita el programa nuclear iraní y restaura el régimen de sanciones contra la República islámica.

Para Teherán, el despido del secretario de Estado muestra que Estados Unidos está «determinado a abandonar el acuerdo nuclear» con Irán, según el viceministro iraní de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi. «Los cambios en el seno del Departamento de Estado se han efectuado con este fin, al menos esa es una de las razones», afirmó.

«Si EEUU abandona el acuerdo nuclear, nosotros también lo abandonaremos. Hemos dicho a los europeos que si no pueden mantener a EEUU en el acuerdo nuclear», Irán también lo abandonará», añadió Araghchi.

Previamente, el Gobierno de Irán había minimizado las consecuencias del cese de Tillerson. «Estos cambios y despidos en el Gobierno de Trump no son nuevos», indicó Bahram Qassemi, un portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, que lo calificó como «un asunto interno». Añadió que, independiente de los rostros que formen parte de la Administración estadounidense, «no es un país muy fiable».

El encuentro anunciado entre Trump y el líder norcoreano, Kim Jong-un, para finales de mayo también pende de un hilo.

La gestión de la crisis norcoreana evidenció también continuos roces y desavenencias entre Trump y Tillerson, quien optaba por trabajar desde la diplomacia más ortodoxa.

Los gobiernos de Seúl y Tokio expresaron ayer su deseo de que el cambio no afecte al encuentro y los más optimistas piensan el nombramiento de Pompeo podría dar más coherencia a la política exterior estadounidense y ante la cumbre.

China, por su parte, espera que la salida de Tillerson «no perturbe las relaciones bilaterales ni la cumbre prevista entre EEUU y Corea del Norte».

Pese a las tensiones, el cesado secretario de Estado era percibido en Pekín como un interlocutor más comedido que Trump, aunque se mostró dispuesta a trabajar con Pompeo en base «al respeto mutuo y la cooperación».

 

Los demócratas auguran una «ola azul» para noviembre

El mal resultado del Partido Republicano en las legislativas parciales en Pensilvania animó a los demócratas en su objetivo de reconquistar la mayoría en el Congreso en las elecciones de medio mandato de noviembre. Pese a un resultado apretado, los demócratas reivindicaron su victoria en esta región industrial que votó por Trump en 2016. El líder republicano Paul Ryan, advirtió que es una «señal de alarma». GARA