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Los primeros comicios europeos tras el Brexit serán del 23 al 26 de mayo de 2019

Los Veintiocho han acordado celebrar las próximas elecciones europeas, que serán las primeras tras el Brexit, entre el 23 y el 26 de mayo de 2019, para renovar los escaños de la Eurocámara. Los Gobiernos europeos aprobarán formalmente la decisión antes de finales de junio una vez que la Eurocámara remita su opinión, aunque los grupos políticos de la institución ya plantearon en enero celebrar las próximas elecciones europeas en estas fechas, por lo que no se esperan cambios.

Vista general del Parlamento Europeo. (Frederick FLORIN/AFP)

El Consejo de la Unión Europea, institución que representa a los países de la UE, ha acordado que las próximas elecciones al Parlamento Europeo se celebren del 23 al 26 de mayo, tal como propuso la Eurocámara.

Se espera que los países adopten formalmente esta decisión antes del final de junio, según ha indicado en un comunicado la institución, que ha dado su visto bueno preliminar en un punto sin debate durante la reunión del consejo de Asuntos Generales.

En 2019 los europeos comenzarían a votar el jueves 23 y finalizarían el domingo 26, dado que las elecciones al PE se organizan de acuerdo a las legislaciones de cada Estado.

Los eurodiputados son elegidos por sufragio universal directo y sobre la base de una representación proporcional, y cada país decide si utiliza un sistema de listas abiertas o cerradas.

Las elecciones del año próximo serán las primeras sin Reino Unido, cuya salida de la Unión está prevista para el 29 de marzo de ese año.

El pleno de la Eurocámara aprobó en febrero reducir el número de escaños de 751 a 705 para tener en cuenta la salida de Reino Unido del bloque en marzo de 2019, aunque rechazó reservar 27 escaños para listas transnacionales, como propuso el presidente francés, Emmanuel Macron, una idea que volverán a estudiar de cara a las próximas elecciones, que se celebran cada cinco años.

Los eurodiputados también han dejado claro en febrero que no aceptarán a un candidato a presidir la próxima Comisión Europea que no concurra como cabeza de lista de un partido europeo en las próximas elecciones de 2019, una idea que rechaza la mayoría de Gobiernos, que quieren preservar su prerrogativa de elegir al candidato.