Argituz pone a disposición de los ayuntamientos un manual para realizar informes sobre memoria
La asociación en defensa de los Derechos Humanos Argituz ha ofrecido a los ayuntamientos una metodología, su 'Manual para la realización de un informe tipo hacia una memoria compartida', para elaborar informes y trabajar sobre memoria y convivencia a nivel local, como ya se está haciendo en Orereta, Lasarte-Oria, Elgoibar, Andoain y Arrasate.
Los portavoces de Argituz, el abogado Andrés Krakenberger y Aintzane Gamiz, han presentado la herramienta 'Manual para la realización de un informe tipo hacia una memoria compartida’ para «ahondar en la reflexión sobre lo sucedido» y que aspira a ser «memoria colectiva».
Según han indicado, este manual presenta una metodología basada «en una memoria inclusiva que tiene en cuenta todas las visiones y todas las violaciones de derechos humanos y otras violencias de motivación política a nivel local», tomando como base el Derecho Internacional de Derechos Humanos y su definición de víctima de violencia de motivación política y obedeciendo a su máxima de «a igual conculcación igual derecho de memoria, justicia y reparación», evitando «memorias parciales que solo contemplen o tengan en cuenta a un grupo de perpetradores o de víctimas».
En este sentido, el manual contempla documentar «además de las conculcaciones de derechos humanos acaecidas en la localidad, testimonios de las personas entrevistadas con diversas visiones políticas y formas de pensar».
También plantea tener en cuenta en el informe «otros hechos sifnificativos de sufrimiento y violencia de motivación política que no constituyen conculcaciones de derechos humanos a la luz del Derecho Internacional de los Derechos Humanos y que no son comparables con estos últimos en términos de reparación», pero que «no deben ignorarse, ni olvidarse a la hora de entender lo que ha sucedido».
Asimismo, desde Argituz señalan que los informes deben presentar «los hechos más destacados o hitos que han sido recordados de manera especial por el conjunto de la comunidad así como una cronología de todo lo sucedido como contexto y ayuda para obtener una visión amplia de lo sucedido». Krakenberger y Gamiz han indicado que la elaboración de uno de estos informes, como los ya realizados en Orereta, Lasarte-Oria y Elgoibar, pueden conllevar unos dos años.
Según han indicado, esos documentos «no son un trabajo para meter en un cajónÇ, sino que sirven para «seguir trabajando en memoria y convivencia» en «cada mesa de convivencia». En este sentido, han indicado que, por ejemplo, se trabaja para trasladar la información que contienen a unidades didácticas para centros educativos, «porque trasmitir esto a nivel educativo es muy importante para que no caiga en el olvido».