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El FMI teme que el proteccionismo «destroce» el actual sistema

En plena escalada de la tensión entre Estados Unidos y China, el Fondo Monetario Internacional continúa alertando del riesgo de que las restricciones unilaterales –como los aranceles– terminen con el actual sistema multilateral de comercio, por lo que insta a las principales potencias a alejarse del proteccionismo «en todas sus formas».


«El sistema de reglas y responsabilidad compartida se encuentra ahora en peligro de ser destrozado», advirtió ayer Christine Lagarde en un discurso pronunciado en la Universidad de Hong Kong. «Sería un fracaso colectivo inexcusable», añadió.

Durante su intervención, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional instó a acometer las reformas necesarias mientras la economía crece, reiterando su llamamiento a «reparar el tejado mientras brilla el sol» y resaltando la urgencia de actuar ante el incremento de las incertidumbres.

«Se avecinan nubarrones», indicó siguiendo con los símiles meteorológicos, anticipando un cada vez menor impulso de los estímulos fiscales en Estados Unidos y China, mientras se prevén subidas de los tipos de interés y condiciones financieras más restrictivas a medida que los bancos centrales normalizan su política monetaria.

«La historia muestra que las restricciones a la importación dañan a todo el mundo, especialmente a los consumidores más pobres. No solo dan lugar a productos más caros y opciones más limitadas, sino que evitan que el comercio desempeñe un rol esencial en el fomento de la productividad y la expansión de las nuevas tecnologías», señaló.

En este contexto, expresó la necesidad de «alejarse del proteccionismo en todas sus formas». En alusión a la escalada de la tensión comercial que se está produciendo entre EEUU y China, asumió que existen prácticas comerciales desleales, pero rechazó que la solución sea imponer aranceles.

Por el contrario, abogó por aplicar otras medidas que afecten positivamente a la economía, incluyendo políticas fiscales y reformas estructurales. Por ejemplo, recomendó a EEUU que reduzca sus dinámicas de gasto público y que mejore su recaudación para reducir su déficit, mientras que sugirió a Alemania que destine su exceso de ahorro, su superávit presupuestario, a impulsar el potencial de crecimiento de su economía.

Riesgos fiscales

Además de promover el sistema de comercio multilateral, la directora del FMI recomendó a los países que se protejan de los riesgos fiscales y financieros.

En este capítulo, recordó que los niveles de deuda (pública y privada) han alcanzado el récord de 164 trillones de dólares, un 40% más que el nivel de 2007, de los que dos tercios pertenecen a las empresas, lo que hace al sistema «más vulnerable» ante retos como un repentino endurecimiento de las condiciones financieras.

Recomendó, por tanto, que, además de implementar herramientas macroeconómicas, se creen «amortiguadores», sobre todo en el sistema bancario de grandes mercados emergentes como China o India. Lagarde apuesta también por el fomento de un crecimiento a largo plazo «inclusivo» que beneficie tanto a las economías desarrolladas como a las emergentes.

Pese a todo, en su opinión, la economía se halla en buen momento, «debido a la sólida inversión, el aumento del comercio y las condiciones financieras favorables, que han animado a las compañías y a los hogares a incrementar el gasto», lo que lleva al FMI a pronosticar un crecimiento global del 3,9% para 2018 y para 2019.

Por otro lado, Lagarde también comentó los retos a medio plazo que representan cuestiones como el envejecimiento de la población y la débil productividad, especialmente en las economías avanzadas.

 

El impacto de los aranceles, una larga cadena

Los aranceles que gravan las importaciones de un determinado país pueden acabar afectando a terceros. El profesor Li Wei, director del Centro de Economía y Desarrollo Sostenible en China, explicó a Efe que las importantes caídas en los mercados bursátiles pueden deberse a que los aranceles que quiere imponer Donald Trump a China no solo afectan a este país. «Imaginemos que se imponen aranceles en Estados Unidos a la importación de teléfonos de Xiaomi o Huawei, por ejemplo. Sus componentes están fabricados en Japón, Corea del Sur o países emergentes, así que toda la cadena de valor se verá afectada y sufrirá», señaló.

Mientras, la respuesta de Pekín de imponer tarifas por valor de 3.000 millones de dólares, frente a la amenaza de Trump de aplicar tasas por valor de 60.000, parece «muy hábil», ya que se dirigirá principalmente a productos agrícolas, «con los que podría infligir un gran daño a los productores estadounidenses», comenta Alex Fusté, economista jefe de Andbank. GARA