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Un paseo por la feria de quienes quieren vivir bien

En estos tiempos en los que el usar y tirar y el listo para comer nos facilitan la vida, la vuelta a los orígenes se ha puesto de moda. No hay duda de que llevamos un ritmo frenético que a veces nos empuja a tomar hábitos no del todo saludables, así que está bien que alguien nos recuerde que existen alternativas.


La feria de productos ecológicos, bioconstrucción, energías renovables y consumo responsable Bioterra está teniendo lugar durante estos días en Ficoba, Irun. Repartidos en tres pabellones y una terraza podremos encontrar –y degustar antes de comprar– alimentos y bebidas ecológicas y locales; ropa hecha de productos naturales como algodón o fibras de bambú; joyas de minerales o de materiales reciclados; juguetes de madera; cremas hechas a mano; casitas de paja que serían la envidia de los tres cerditos; estufas respetuosas con el medioambiente que, además, nos permiten ahorrar; aromas naturales... y mucho más, todo acompañado de una sonrisa.

Por poner un ejemplo, las chicas de Joyas Simbólicas le decían a todas las que se acercaban a su stand qué piedra le correspondía según su día de nacimiento y les mostraban pendientes, anillos y colgantes hechos con ella. En frente, estaba Maripuri Tijeritas, un taller donostiarra que hace ropa interior de algodón ecológico y compresas lavables y reutilizables del mismo material. Estaba presentando su nueva colección de sujetadores, bragas y calzoncillos hechos con mimo y artesanalmente.

Alimentación saludable

Además de la feria misma, que sirve para abastecerse de los productos que ya usamos a un mejor precio, para conocer nuevos productos o para hacer negocios, las conferencias que tienen lugar mañana y tarde son muy inspiradoras. Ayer la coach nutricional extremeña Lucía Gómez ofreció una charla por la mañana y un taller con sus recetas por la tarde.

Ella contó cómo nunca ha tenido problemas de peso, y aún así se solía sentir pesada, como si no pudiera tirar de sí misma. Así que acudió a un nutricionista que, según dice, le cambió la alimentación y la vida. Desde entonces es ella la que trata de enseñar a los demás a cuidarse, aunque admite que no se le puede convencer a nadie y que uno mismo debe decidir tomar esa decisión. «Sacar el tema de la alimentación es como hablar de política, futbol o religión. Incluso hay quien dice que es más fácil cambiar de religión que de alimentación», comentó riendo.

La razón principal que ella da para optar por la alimentación saludable es sentirse con energía y vitalidad. «¿Qué es eso de comer y echar la siesta? Si yo como es para tener energía para afrontar la tarde, y si me entra sueño es que no me ha sentado bien», dijo animando a los oyentes a escuchar a su cuerpo y así realizar cambios.

Por ejemplo, recomendó optar por alimentos ecológicos, de temporada y locales; eliminar el azúcar, y en caso de querer un endulzante optar por la stevia en hoja, el azúcar de coco o los dátiles, pero sin abusar; y poco procesados –5 ingredientes como mucho–. «Hay judias que vienen preparadas con agua y sal, como lo haríamos en casa, y nos ahorra tiempo», manifestó.

Respecto al trigo y la leche dijo que suelen sentar mal a mucha gente aun sin que sean alérgicos, pero que tenemos asumido que es normal. Por eso, propone sustituir la leche de vaca por la de cabra a los no intolerantes «porque una vaca pesa 200 kilos y las proteínas que produce son para que su ternero se haga igual de grande, pero la cabra es más similar a los humanos». En cuanto al trigo, recomienda dejar de lado los cereales y el pan blancos.

Como apunte, aseguró que es posible comer bien y rico, y sin gastarse demasiado, pues todo consiste en organizar el menú. «Es caro si queremos seguir comiendo igual que ahora pero en ecológico, pero podemos comer más verdura, que es barata, y la carne, que es más cara, solo una o dos veces a la semana», subrayó. A su vez, dijo que debemos comer lo que nos apetezca y nos guste porque «si comes acelgas mientras tu familia come pizza, ¿cuánto tiempo vas a durar así?».

En cualquier caso, es preferible seguir con nuestra rutina habitual y descartar aquello que nos hace mal, antes de introducir nuevos alimentos directamente. «No pienses que si tomas agua con limón por las mañanas te va a hacer algo si sigues comiendo normal, sin eliminar otras cosas», terminó antes de dar paso a las preguntas.