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Un kilómetro amarillo por los presos políticos catalanes y la sinergia entre dos pueblos

Representantes de la ANC, Òmnium, JxCat y CUP han participado, junto a numerosos ciudadanos catalanes, en el kilómetro 122 de la cadena humana, destinado a la solidaridad con los presos políticos catalanes.

Representantes catalanes y de Gure Esku Dago, en la cadena humana, a su paso por la Plaza Elíptica. (ANC)

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Aunque las esteladas y los lazos amarillos se han podido ver a lo largo de toda la cadena humana, ha sido el kilómetro 122, con la Plaza Elíptica de Bilbo en su epicentro, el que ha concentrado la solidaridad con Catalunya y los presos políticos del Procés.

Allí se han dado la mano la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, el vocal de la junta directiva de Òmnium Cultural Ignasi Termes, la diputada de JxCat Aurora Madaula y la exdiputada y miembro de la dirección de la CUP Mireia Boya. Por parte de ERC, el diputado en Madrid Gabriel Rufián ha participado en Donostia.


Frente a la subdelegación del Gobierno español en Bizkaia –«¡Este edificio será una biblioteca!», gritaban los que se han dado la mano en la calle Elkano–, y acompañados por catalanes residentes en Euskal Herria y miembros de Gure Esku Dago como Mario Zubiaga y Pello Urzelai, la representación catalana se ha dado la mano con los pañuelos amarillos, distintivo de este kilómetro solidario.

Paluzie y Termes han agradecido en nombre de las dos principales entidades soberanistas el calor recibido por parte de la sociedad vasca y han instado a que la movilización social sea tomada en cuenta por la clase política, tanto en Catalunya como en Euskal Herria.

Por su parte, Madaula y Boya han coincidido en ver muy corto recorrido a la apertura anunciada por el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez y han remarcado la importancia de la creación de sinergías entre Catalunya y Euskal Herria. Madaula ha recordado que la colaboración entre ambos pueblos ya existe a escala social, y Boya ha recordado la urgencia de abrir un segundo frente al Estado español.