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Las toman por putas, nos toman por tontos

Ramón Sola

Los jueces pierden todo crédito cuando se fijan en los detalles y no en los hechos, cuando ponen la lupa y no levantan la mirada, cuando se pasan de listos y nos toman por imbéciles. Sobre toda la instrucción y el juicio a ‘la Manada’ por la violación de Iruñea sobrevoló una hipótesis retorcida, malévola: que todo lo ocurrido en ese portal hubiera sido solo el fruto de un «malentendido», del contexto de juerga desenfrenada, de la ausencia aparente de un «no» rotundo. Esa explicación se caía por su propio peso ante los ojos de cualquiera cuando los machos dejaron a la hembra tirada en el portal, cuando le quitaron el móvil, cuando ella fue atendida en estado de shock, cuando presentó una denuncia a sabiendas de que era más cómodo callar… El caso es que la hipótesis terminó colando de alguna manera en una sentencia light que rebajaba la violación a abuso, el crimen a exceso, y presentaba a los condenados no como terroristas machistas sino como unos chicos descarriados, un poco salidos.

Pero es que no era solo lo ocurrido en la calle Paulino Caballero. Cualquier duda la resolvía el caso de Pozoblanco, ocurrido apenas dos meses antes: otra joven agredida sexualmente, probablemente drogada, y luego grabada y vejada por las redes sociales. Otra presa para ‘la Manada’. Pozoblanco es la confirmación de que Iruñea no fue un malentendido, ni siquiera una pasada, sino una violación tremebunda de un grupo organizado que ataca sistemáticamente. Pero los jueces cuando no quieren hacer justicia no solo tiran de lupa, también se ponen orejeras. Este auto de libertad dicta que Pozoblanco no existe porque aún no ha sido juzgado, aunque los hechos sean obvios por públicos, aunque todo el mundo haya visto y oído lo que pasaba en ese coche. Claro que los jueces no son de este mundo… y muchas veces parecen orgullosos de ello. El bucle que han creado es diabólico: Pozoblanco no es antecedente judicial para Iruñea, pero ¿Iruñea para Pozoblanco tampoco? ¿No crea riesgo de reincidencia ni alarma social? ¿No está ‘la Manada’ sevillana, como argumenta ese auto, algo lejos de Madrid pero bien cerca de Córdoba?

Justicia patriarcal, Justicia anormal. A ellas las toman por putas; a todos, y todas, por tontos.