La mar sigue tragándose migrantes mientras Italia se mantiene firme
Italia mantiene su línea dura contra las organizaciones humanitarias que ayudan a los migrantes en peligro en el Mediterráneo, cuando faltan pocas horas para una minicumbre informal que se anuncia muy tensa por las fuertes divisiones entre los países comunitarios, mientras el mar sigue tragándose las vidas de quienes quieren dejar atrás guerras y miseria. Más de 1.000 han muerto ahogados en el Mediterráneo central desde enero, según la ONU.
Más de 200 migrantes se han ahogado en el Mediterráneo central en tres tragedias distintas en dos días, 19 y 20 de junio, elevando a más de 1.000 la cifra de muertos desde enero en la principal ruta migratoria que une África con la UE.
Ante estos «ahogamientos en masa en Libia», el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) pidió una «acción internacional urgente para reforzar los esfuerzos de salvamento en el mar». «Estas muertes nos recuerdan que guerras y pobreza siguen llevando a la gente a emprender viajes desesperados que les cuestan sus economías, su dignidad, y a fin de cuentas, su vida» declaró su titular, Filippo Grandi, que advirtió que con la llegada del verano las travesías aumentarán.
Pero estas tragedias no han hecho cambiar de postura al Gobierno de Italia, que mantiene su línea dura contra las ONG que llevan a cabo rescates en la mar, impidiendo a sus barcos atracar en sus puertos cargados de migrantes y amenazando con inmovilizarlos, una estrategia que ha sacudido a Europa.
Un barco con bandera neerlandesa de la ONG alemana Lifeline, que el miércoles rescató a 224 personas, seguía ayer sla espera de que algún país le permita atracar en puerto seguro. Italia exigía a Malta que acogiera la nave arguyendo que estaba más cerca de sus costas, pero la isla le cerró sus puertos.
El ministro italiano de Transporte de Italia, Danilo Toninelli, criticó la «falta de humanidad» de Malta pese a que el Gobierno italiano ha hecho lo mismo.
Italia se presentará mañana en la minicumbre de Bruselas con una propuesta que la prensa ha resumido en una suerte de «cortina de hierro» y que cuenta con el apoyo de los países del este Europa para impedir la entrada de miles de refugiados y migrantes, la mayoría africanos. El cambio de posición de Roma fue criticado indirectamente de nuevo por el presidente francés, Emmanuel Macron, quien lanzó un mensaje velado contra Italia y en especial contra su ministro de Interior, el ultraderechista y xenófobo Matteo Salvini. El populismo en Europa «es como una lepra que se extiende por el Viejo Continente, en países que nunca pensamos que fuera a ocurrir otra vez, afirmó Macron.
Sus declaraciones indignaron de nuevo a Salvini, quien le instó a recibir los miles de inmigrantes que Italia ha acogido en los últimos años
ONG critican el trato de algunos países de la UE a los menores
La separación de familias de migrantes en EEUU ha sido duramente criticada en Europa, pero los estados europeos no son irreprochables en el trato a los niños migrantes, denuncian ONG.
Según Amnesty International (AI) «es el camino que está tomando Europa. Hemos visto a familias rotas por la separación por culpa de la crueldad de las leyes de asilo en Europa», señala.
En los estados español y francés, legalmente es imposible retener a los niños separados de sus padres y se les encierra juntos en los CIE.
En España, Save The Children señala que en casos de adultos hombres con menores y sin documentación que pruebe la filiación, se puede «llegar a tutelar los niños». Eso pasa con los sirios que llegan a Ceuta y Melilla.
En el caso francés, ONG denuncian malos tratos a niños. Según Cimade, «Francia no puede dar lecciones». «Se ha banalizado el encierro de niños» en centros de retención, aunque sea junto a sus padres. En 2017 había 305. Y la situación de los menores solos «se está degradando» y cientos terminan en la calle. Oxfam denuncia el maltrato físico y mental a niños de hasta 12 años en el lado francés de la frontera con Italia. Son detenidos y devueltos a Italia, que, por cierto, es el primer país de Europa en adoptar –en 2017– una ley específica para acoger y proteger a niños no acompañados.
Londres dice haber puesto fin a la retención de menores de familias «sin papeles, pero AI cita 48 casos en 2017.