INFO
Interview
CHRISTOPHE THICOIPE
PRESIDENTE DE LA PEÑA HAIZ EGOA

«En los 90 las peñas fueron clave para relanzar la fiesta, hoy toca asegurar el relevo»

Natural de Baiona y antiguo rugbilari, fundó con otros siete amigos, «de la cosecha 70-71 del Aviron», la peña Haiz’Egoa. La idea de contar con un «puerto de refugio» para la cuadrilla dio paso a una asociación que cuenta actualmente con 25 miembros y que festeja hoy su 25 aniversario.


Con 16 años cambió, como quien dice de un día para el otro, «el uniforme de carnicero» por el de fiestas. Exponentes de «la cosecha 70-71 del Aviron», ocho rugbilaris y amigos emprendieron en 1993 la aventura de «contar con un local para reunirnos y no perder contacto». Han pasado 25 años y los ocho fundadores siguen al pie del cañón, «menos uno que se nos ha ido a Australia, pero al que tendremos, por descontado presente este aniversario». Hablamos con Christophe Thicoipe, presidente de Haiz Egoa.

¿Cómo se pasa de rugbilari a peñista?

Eso es muy fácil si eres de Baiona (risas). Ya en serio, somos baionarras y estamos absolutamente identificados con nuestra ciudad. Cuando arrancamos con esto, en los 90, había pocas peñas, Or Konpon y alguna otra, pero era realmente difícil entrar en ese mundo. Por eso nos propusimos hacernos con un local, y arrancamos en Jauregiberri, antes de llegar a donde estamos, en Puerta de España, pero siempre con la idea de lugar abierto, al que se entra sin llamar.

(Dicho y hecho. Una pareja de mediana edad, turistas, baja tranquilamente las escaleras que dan al soto de la peña. Christophe les saluda: «Están en su casa -les dice–. Sí esta es una antigua dependencia de la fortificación de Vauban, pero tranquilos ¡ya no hay militares!»).

Ustedes fueron testigos y actores de la reinvención de las fiestas, con la mirada puesta en Iruñea.

Exactamente. Hemos acompañado el relanzamiento de fiestas. Aun me veo con 16 años. Me recuerdo en uniforme. Bueno no tenía buzo, a lo sumo el de carnicero... y al año siguiente ya con ropa de fiestas ( je je ). Adixki Pompa, Baionako, Itsusiak, y otras, nacimos en esa época y participamos en ese movimiento de relanzamiento de fiestas.

Haiz Egoa ha debido cambiar lo suyo en este tiempo.

Era difícil llevar una asociación entre ocho personas y teníamos claro que había que ir creciendo, y fuimos ampliando la peña, empezaron a llegar amigos. Hoy somos unas 25 personas. La peña vive por y para fiestas de Baiona, pero durante al año acogemos distintas actividades, como cursos en euskara y otros. ¿Cambios? En lo esencial seguimos haciendo el uso clásico del local: disfrutamos o sufrimos con los partidos del Aviron, y nos consolamos con buenas comidas: una cita a no fallar, la comida de paloma. Lo que ha cambiado es que ya no somos solo hombres –omito lo de que no tenemos 20 años– y que nos reunimos con parejas, familias.

El de las peñas es un universo muy masculino.

Quiero pensar que ha habido, al menos en nuestro caso, una evolución natural, pero confieso que a los 50 somos bastante más abiertos de lo que éramos a los 20. ¡Y menos mal! Entonces eramos todos más cuadrados.. yo tengo un hijo y una hija, y me encanta verles en el local y espero que los dos me den relevo en la peña.

En este tiempo, la peña ha creado una coral. ¿Cómo nació el grupo?

Todo tiene una explicación. Fuimos a cantar a la boda de un amigo, en Burdeos, al parecer lo hicimos bastante bien, al menos no llovió, y la siguiente temporada ya estaba en marcha el coro (más risas). Hemos tenido la enorme suerte de acompañarnos de directores formidables: André Lassus, Sophie Larrandaburu y ahora Maialen Errotabehere. Ya hemos grabado dos CD y el tercero está en camino.

Claro está, peña y coro lo darán todo en este aniversario.

¡Y tanto! Empezando por la peña, el disfraz de este año estaba cantado. Con el Tour a 25 km de Baiona, era obligado. Eso sí hemos sudado la camiseta y llevado a meta –aunque sin salir de Baiona – la reclamación de un Tour gratis, por si a alguien se le ocurre también cobrar por eso. Y hoy será el aniversario oficial: la coral amenizará el aperitivo y a partir de las 18.00 gran espectáculo de bandas, bajo la batuta de Los Mokos. Sobra decir que todo el mundo está invitado.