INFO

Más oscuros que claros en el estreno del Athletic de Berizzo

Es pronto para evaluar qué deparará este Athletic, por ahora vulnerable a la hora de defender y necesitado de más atrevimiento arriba.


«Espero que seamos capaces de jugar 90 minutos como los primeros 25 dentro de dos meses». No, no son palabras de Eduardo Berizzo, son de Maurizio Sarri, el entrenador italiano del Chelsea después de ganar 3-2 al Arsenal esta jornada, y tras dejarse remontar un 2-0 inicial poniendo al desnudo muchas lagunas defensivas y de plasmación del estilo de juego dinámico y ofensivo que persigue el extécnico del Napoli. El Athletic que se estrenó ante el Leganés apenas sí atisbó quince o veinte minutos de lo que se espera de este renovado equipo. Porque mandar en casa, llevar la iniciativa ante su público, tener la posesión de la pelota era algo esperado; que lo supiera transformar en algo, eso ya se verá con el tiempo. Empezar ganando fue la mejor noticia, además del protagonismo de los Nolaskoain y Simón, porque la temporada pasada estos partidos acababan en decepción plena, por juego y resultado.

A Marcelo Bielsa se le concedió el beneficio de la duda ante sus irregulares principios, porque a pesar de los marcadores y de los desajustes defensivos, se intuía algo muy diferente y sugerente con respecto a lo visto hasta esa fecha. Con Berizzo sucede algo similar. Esos quince, veinte minutos en que la magia fluyó entre líneas en el juego ofensivo de los leones, esperemos que sea un atisbo de lo que esté por venir. Quizá, como el Chelsea de Sarri, haya que esperar un par de meses para verlo durante más minutos, quizá ante el Huesca, el lunes, y con una semana más de ‘tajo’ en Lezama, ese dinamismo arriba se prolongue en el tiempo, quizá... Pero hasta entonces, este Athletic deberá ajustar mucho más sus transiciones defensivas porque la flor de Berizzo o la fortuna de Muniain no bastarán siempre.

Empezó dubitativo el equipo, con un par de imprecisos pases fáciles de Yeray y Unai López, pero pronto el dinamismo del guipuzcoano y de Muniain, sumados a las llegadas de Yuri y De Marcos sacando provecho a los desmarques hacia el interior de Williams y Susaeta, despertaron los aplausos de una grada ganada para la nueva causa. Fue un espejismo que se diluyó en cuanto el Leganés se hizo fuerte atrás con su 4-4-2, los pases perdieron precisión, el conservadurismo en la combinación sustituyó al atrevimiento y el juego se volvió previsible, plano y horizontal. Sin noticias en el ataque desde el 2-0 que pudo ser y no fue de Williams, a la media hora, hasta el cabezazo de Aduriz en el 69; y de ahí al final, centros desde la banda que no encontraron destinatario, y el gol providencial de Muniain. El juego y las llegadas por bandas se antojan capitales para este Athletic de Berizzo, pero como no se afine en la definición en el área será, que diría Maradona, como bailar con tu hermana.

Si en ataque se pudo vislumbrar, aunque poco, lo que quiere este Athletic, en tareas defensivas si no se ajustan rápido los mecanismos, si esa persecución al rival no es más efectiva, si la presión tras pérdida no empieza a sacar réditos pronto, este equipo, o léase Dani García y la zaga, va a sufrir lo que no está escrito. En la mayoría de las presiones al hombre del balón no se robó la pelota, el empate pepinero fue un despropósito defensivo, por arriba casi todos los balones parecían de los madrileños –sin San José en la medular, o saltaba Dani, que no ganó ni uno, o no saltaba nadie– y en la defensa aérea del área propia quedó patente la falta de centímetros, sin mencionar que defensivamente Yuri no es Balenziaga.

El Huesca, próximo rival en San Mamés, avisó en Ipurua de lo que puede pasar si no concretas arriba y te expones demasiado atrás como hace este Athletic de Berizzo. Y eso en casa. Veremos a domicilio si el argentino ha convencido a los suyos de tomar tantos riesgos o si apuesta por un once menos atrevido.

 

Aduriz estará de tres a cuatro semanas de baja

Eduardo Berizzo no solo ha tenido que recomponer la portería, aunque ya se sepa, adelantado por el propio técnico, que Remiro no la volverá a ocupar hasta que no solucione sus desacuerdos contractuales con el club, sino que para los próximos partidos deberá buscar sustituto a Aritz Aduriz. El delantero donostiarra permanecerá de baja entre tres y cuatro semanas mínimo tras su dolencia muscular sufrida el lunes en un remate a portería que Pichu evitó subiera al marcador. El ariete presenta una lesión de grado I-II en la porción larga de su bíceps femoral derecho y ha empezado desde ya su proceso de readaptación funcional. Así las cosas, el ‘20’ rojiblanco se perderá los duelos ante Huesca, Rayo y veremos si llega a tiempo para recibir al Real Madrid el 15 de setiembre o debe esperar aún una semana más. Berizzo tendrá que buscar una alternativa, que bien pudiera ser Iñaki Williams o quién sabe si probar incluso con Raúl García como primer ariete en esa presión alta y continuada que el argentino exige a su equipo. Sea como fuere, parece que el navarro será el principal beneficiado de esta sensible baja del equipo e incluso Iñigo Córboba, dependiendo de si Williams cambia de posición. El sábado, única sesión a puerta abierta, quizá salgamos de dudas.J.V.