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Otra movilización ultraderechista aumenta la tensión en Chemnitz

Una marcha convocada por partidos y movimientos ultraderechista y xenófobos alemanes volvió a llevar la tensión a las calles de la ciudad de Chemnitz, y fue respondida por numerosos contramanifestantes y otra movilización antifascista.


Una protesta ultraderechista tensó ayer la ciudad alemana de Chemnitz, una semana después de que la muerte de una persona –presuntamente a manos de dos inmigrantes– desatase una cacería neonazi de extranjeros.

Desde el inicio, la «marcha por las víctimas de la «multiculturalización», convocada por el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y el movimiento xenófobo Pegida, se vio contestada por protestas antifascistas, y hubo escaramuzas y un constante intercambio de amenazas e insultos. La Policía de Sajonia, calculó en 6.000 la cifra de asistentes a la manifestación xenófoba. Pese a su supuesto carácter silencioso, sus integrantes respondieron con gritos como «Nosotros somos el pueblo», «Libre, social, nacional» o «Extranjeros fuera», además de proferir insultos.

Los servicios secretos ya habían alertado por la mañana de la presencia de neonazis y grupos violentos llegados de todo el país y del extranjero.

Las contramanifestaciones lanzaban eslóganes como «Nacionalismo fuera de las cabezas», «Nazis fuera» y «Vosotros perdisteis la guerra». La tensión fue escalando al término de la marcha, que no concluyó su recorrido, dejando a ambos bandos enfrentados en una plaza, separados por centenares de policías, a pie y a caballo, y vehículos blindados.

De forma paralela se celebró en Chemnitz una protesta contra la marcha ultraderechista bajo el lema «Corazón en lugar de odio», en la que participaron políticos del SPD, Los Verdes y Die Linke. «Tenemos que levantarnos. No se puede ir a manifestaciones donde se hace el saludo hitleriano, donde se hacen cacerías de extranjeros. Esa es la línea roja», dijo la vicepresidenta del SPD, Manuela Schwesig.

Dietmar Bartsch, líder del grupo parlamentario de Die Linke, consideró «enormemente importante» que Alemania no deje «marchar solos a los neonazis».