«Los políticos en el poder tras el Maidán han instaurado una dictadura en el país»

Yuri Boiko (Gorlovka, 1958) es el líder del partido Bloque Opositor de Ucrania, el antiguo Partido de las Regiones de Viktor Yanukovich, el presidente que perdió el poder trás el Maidán de 2013 y 2104. Fue viceprimer ministro y ministro de Combustibles y Energía. Analiza para GARA la actualidad y perspectivas electorales del país.

¿Cómo de realista es que un oligarca, Petro Poroshenko, lleve a cabo reformas antioligárquicas en Ucrania?

No quiero evaluar el trabajo de Petro Poroshenko como un oligarca. Sin embargo, no se puede dirigir un país como una corporación. A la gente hay que valorarla no por sus palabras, sino por sus hechos. En este caso, por los resultados de su trabajo, su dirección se puede calificar de fracaso y desastrosa para el país. Este Gobierno es el más corrupto de toda la historia de Ucrania.

Usted fue ministro de Energía de Ucrania, ¿cómo valora ahora, con su experiencia, la situación actual del país y sus relaciones con Rusia en el tema de gas y carbón?

La situación es cercana a la catástrofe. Se ha roto prácticamente por completo el balance energético. Las reformas anunciadas hace cuatro años son pura imitación y han traído un crecimiento múltiple de tarifas. Es un duro golpe para las empresas y para la gente corriente. Es una consecuencia de la falta de profesionalismo de las autoridades. De hecho, hoy en día, la mayoría de personas en Ucrania trabaja casi en exclusiva para poder pagar esas facturas. Una situación única en el mundo. Es imposible crear un mercado competitivo sobre la base de un consumidor insolvente.

El conflicto entre Kiev y Moscú ha significado un serio empeoramiento de las relaciones con Gazprom. La situación es anecdótica. Los dirigentes del país presumen de que no compran el gas ruso directamente, pero lo compran a través de intermediarios europeos con un aumento de precio notable. Es «idiotismo estratégico».

El 31 de diciembre de 2019 se acaba el contrato para el tránsito del gas ruso. Eso son 50.000 puestos de trabajo y cerca de 2.000 millones de euros anuales para las arcas del Estado. Este Gobierno es una plaga. Por sus propias ambiciones, están haciendo todo lo posible para crear condiciones insoportables para las personas: destruyen puestos de trabajo, crean condiciones insoportables para los jóvenes con talento y obligan a los jubilados a estar con la mano extendida. Parece que Ucrania ha perdido la guerra y está pagando enormes indemnizaciones a su propio Gobierno.

Según los sondeos, su partido tiene posibilidades de lograr unos buenos resultados en las próximas elecciones parlamentarias, pero una victoria sin alianzas parece poco probable. ¿Qué objetivos se marca su formación política?

La posibilidad de unidad en nuestra realidad política es muy grande. Nosotros representamos los intereses de una parte importante de Ucrania, compartimos con la gente unos valores y objetivos comunes. Por eso, es normal que nos apoyen millones de ucranianos. Nuestros objetivos están definidos; en primer lugar, lograr la paz en Ucrania. Para nosotros, eso es más importante que cualquier ambición política.

¿Cuál cree que debe ser la posición de las autoridades ucranianas para lograr la paz en el este del país?

Para todas las personas con sentido común, lo primero está claro, cualquier guerra acaba en paz. Antes o después, las partes en conflicto firman la paz. ¡Siempre! Para los ucranianos lo mejor es que la guerra acabe cuanto antes. El Bloque Opositor tiene un plan claro para resolver el conflicto del Donbass.

En primer lugar, hace falta un dialogo directo con Rusia y las repúblicas no reconocidas para hacer posible un alto el fuego estable mediante la retirada de armamento pesado y el estable- cimiento de una misión de paz de Naciones Unidas.

La siguiente etapa es aprobar las leyes sobre el estatus especial del Donbass por un plazo de tres años para rehacer la vida normalizada, con una Ley de Amnistía para todos los que no hayan cometido crímenes graves. Después, recuperar la cooperación económica y el control de la frontera ruso-ucraniana por parte de los guardias de frontera ucranianos. Y al término de esos tres años, celebrar elecciones según las leyes ucranianas.

Es el único camino real para poder recuperar la paz en nuestro país y mantener la unidad de Ucrania. El Gobierno debe darse cuenta de que cualquier reforma económica o social no es posible mientras en el este del país explotan proyectiles y muere gente. Vemos cómo la propia guerra se vuelve un elemento de campaña electoral; las autoridades la utilizan como pretexto para justificar sus errores económicos y la pobreza, y la limitación de las libertades y los derechos de la ciudadanía. La situación en el Donbass y la ley marcial se pueden utilizar para manipular la participación y los resultados de las elecciones en la zona especial donde se llevan a cabo las operaciones militares.

En su opinión, ¿qué podemos esperar en el futuro próximo del Gobierno y de la sociedad ucranianas?

Por desgracia, con los actuales dirigentes no podemos esperar nada bueno, ni para el país, ni para la gente.

Este Gobierno no se interesa por la paz, por la economía o por el país. En el poder han empezado a darse unos serios procesos centrífugos; ven que no podrán mantenerse en sus posiciones porque la fuerza centrífuga los empuja hacia fuera. Por eso, ahora, su principal labor es ganar lo máximo posible en el tiempo que les queda. Se dedican al contrabando, a la corrupción, al bandidismo de Estado, pero no al país y a sus problemas. De hecho, el país está fuera de control y la gente se encuentra sola.

Ellos se agarrarán a sus cargos violando todas las leyes y las normas democráticas, utilizando con ese objetivo a la Administración estatal y a los grupos radicales para amenazar a sus contrincantes políticos.

¿Es posible un nuevo Maidán?

Lo dudo. Las revoluciones y los golpes de Estado han mostrado que no traen cambios positivos para la gente.

La mayor decepción por la situación actual la sufre precisamente la gente que estuvo y apoyó al Maidán. Se han dado cuenta de que los dirigentes actuales se han adueñado de sus ideales. Han vendido el Maidán y sus ideas. Es una vacuna seria contra maidanes futuros.

Los políticos que han tomado el poder tras el Maidán han instaurado en el país una dictadura. El ‘Partido de la guerra’ en el poder ha demostrado a la gente que les hace falta la guerra para su propio enriquecimiento. La manipulación de la opinión pública y la implantación de la xenofobia e de la intolerancia han originado una ruptura en la sociedad ucraniana.

Después de las elecciones, este Gobierno se irá y solo entonces Ucrania tendrá la oportunidad de recuperar la estabilidad y el desarrollo y la gente, de poder vivir de una manera digna.