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Interview
JACQUES BARREIX
PRESIDENTE DE LA COMISIÓN SINDICAL DE ZUBEROA

«El Parque Natural Regional será un plus para la montaña vasca»

El pasado 21 de julio la Mancomunidad Vasca acordó por unanimidad empezar los trámites necesarios para la creación de un Parque Natural Regional que abarcaría el territorio de 111 municipios de Ipar Euskal Herria. Un proyecto a largo plazo cuyos objetivos y potencial explica el consejero zuberotarra.


¿En qué consiste el proyecto de un Parque Natural Regional y qué ventajas aportaría en relación a la situación actual?

El proyecto de Parque Natural Regional de la montaña vasca ha sido elaborado conjuntamente por la Mancomunidad Vasca, por las cuatro Comisiones Sindicales vascas (Zuberoa, Garazialdea, Oztibarre y valle de Baigorri) que conforman la asociación Euskal Herriko Mendi Elkargoen Batasuna, y por la región Nueva Aquitania. Durante el mes de julio la Mancomunidad y las comisiones sindicales han votado por unanimidad seguir con estos trámites para la creación de un Parque Natural Regional (PNR), por lo que se va a enviar a la Región un informe de oportunidad que demuestra la pertinencia y la plusvalía que aportaría un PRN en este territorio. En base a dicho informe, la Región decidirá si es oportuno crearlo.

Tendría numerosas ventajas, entre ellas que se constituiría un espacio de reflexión en el cual todas las instituciones y agentes socio-profesionales afectados trabajarían juntos para determinar y construir el futuro de la montaña vasca en relación directa con la Región, el Departamento y el Estado. Esta cooperación sería más firme que la existente en la actualidad. Su objetivo sería impulsar el atractivo del interior del País Vasco en todos los aspectos de uso de la montaña. Garantizará un rol de animación, de coordinación de las estructuras y de esfuerzo común para la montaña, de apoyo técnico y financiero de dichas estructuras y de las instituciones. Permitirá, asimismo, el intercambio de experiencias en el seno de la red PNR del Pirineo, tanto nacional como transfronterizo.

Evidentemente, el PNR no podrá resolver todos los problemas a los que se enfrenta actualmente la montaña pero será una herramienta disponible y adaptable a la voluntad y deseo de los agentes locales. Será lo que el territorio desee.

¿A qué perímetro afectaría?

Todavía no está definitivamente determinado. El que se ha propuesto es el mismo del programa Leader Montagne Basque, que alcanza a 111 municipios vascos clasificados en zona de montaña y/o macizo. Se trata de un perímetro que responde a los criterios de clasificación PNR (interés del patrimonio natural, cultural y paisajístico a escala nacional que presente amenazas o fragilidad; coherencia y pertinencia de los límites del territorio respecto al patrimonio y paisaje), lo que permite responder a las necesidades y retos de la montaña vasca (tener voz propia, reciprocidad y complementaridad territorial, experimentación e innovación…) y en cuyo seno los hábitos de trabajo conjunto y concertación entre los diferentes agentes están ya muy anclados.

El Estado puede ordenar la revisión de este perímetro. Por su parte, los municipios pueden rechazar su inclusión en el seno del PNR. Es por ello que todos deberán participar en la definición de su proyecto para la montaña y, al final del proceso, decidir si se integran o no en el PNR, con lo que entonces se determinaría el perímetro definitivo del proyecto. Hay que tener en cuenta también que durante la vigencia de un PNR, los municipios pueden solicitar su ingreso a posteriori.

¿Cuáles serían los principales sectores de actividad implicados en este proyecto?

La acción de un PNR alcanza a todos los sectores. Si nos centramos en la especificidad de nuestro territorio, es obvio que el PNR Montaña Vasca abordará el pastoreo y la dinamización socioeconómica de los valles y centros de población, pero actuará asimismo en la cohabitación de los diferentes usuarios de la montaña y en las relaciones transfronterizas. Pero, ojo, la función de un PNR no es «hacer en vez de» y sustituir a otras estructuras. Su misión es coordinar las acciones y actividades de todos los agentes y estructuras de la montaña, en consonancia con los objetivos decididos por todos.

¿Quién decide la creación de un PNR?

La Región, es decir, en nuestro caso el Consejo Regional de Nueva Aquitania, por supuesto, después del dictamen del Ministerio de Medio Ambiente.

¿Qué fases o etapas hay que superar para llegar a la puesta en marcha del proyecto?

Una vez que la Región decide trabajar el procedimiento de creación de un PNR Montaña Vasca, los agentes locales deberán organizarse para elaborar un proyecto de reglamento de PNR. Este proceso lleva su tiempo, pero es necesario para construir un verdadero proyecto común.

¿Podría indicarnos un coste aproximado? ¿Quién lo financiaría?

En estos momentos no podemos indicar el coste de un proyecto de este tipo, ya que varía mucho de un territorio a otro y nosotros solo estamos en los prolegómenos. La elaboración de un presupuesto de un PNR se divide en dos partes: una fija y otra que cambia según los años. La primera reposa en la participación de los miembros del PNR, entre ellos la Región, que se compromete para 15 años. La segunda se compone de las subvenciones que el PNR consiga para financiar los proyectos. La propia creación de un PNR tiene un coste (dinamización, estudios...) que soportan los promotores del proyecto y participantes de la iniciativa.

¿Para cuándo cree usted que el PNR de la montaña vasca podría estar en funcionamiento?

Hay que contar con entre cinco a siete años antes de verlo en funcionamiento. Es el tiempo necesario para la redacción del reglamento.

Algunos usuarios de la montaña temen que un PNR abriría las puertas a un Parque Nacional. ¿Por qué esos recelos? ¿Y cuál es la diferencia entre ambos modelos?

Aunque los dos tienen nombres parecidos, los Parques Naturales Regionales son instrumentos de desarrollo local totalmente distintos a los Parques Nacionales. La confusión proviene del término «parque», que coincide en ambas denominaciones. Un Parque Nacional es fruto de la voluntad del Estado, que posee competencias propias y aplica leyes específicas en su seno. Está gestionado por un estamento público nacional cuyo objetivo es preservar la naturaleza. Un Parque Natural Regional, por contra, se constituye únicamente si los actores locales y regionales lo desean. Está gestionado por un sindicato mixto que define sus misiones. Un PNR no puede autorizar o prohibir nada. No hace más que aplicar el derecho común y las orientaciones establecidas en el reglamento después de esos cinco a siete años de concertación entre todos los agentes del territorio implicados (habitantes, agentes socioprofesionales, electos, técnicos…). Su objetivo principal es asegurar un desarrollo sostenible del territorio.

¿El proyecto prevé colaborar con las instituciones y estructuras que intervienen en la montaña de la zona de Nafarroa y Gipuzkoa?

Actualmente es jurídicamente imposible constituir un PNR transfronterizo de entrada. Eso supone la creación de un PNR del lado francés y de un Parque Natural del lado de Nafarroa y Gipuzkoa, tras lo cual habría que crear una estructura transfronteriza. En una primera fase, nuestro quehacer es construir un proyecto común. Nuestros partenaires transfronterizos, con lo que ya tenemos proyectos conjuntos, estarán invitados a todos los debates de la elaboración de nuestro proyecto de PNR. Es evidente que el PNR Montaña Vasca seguirá participando en los proyectos transfronterizos y desarrollando acciones transversales a un lado y otro de la montaña.

El programa Leader Montagne Basque funciona desde hace muchos años al objeto de impulsar proyectos de desarrollo y protección de la montaña, en particular a través de fondos europeos. ¿Sería compatible con el PNR?

Como he indicado antes, el PNR no sustituye a ninguna estructura, institución o programa. Su rol primordial es garantizar la coordinación entre el conjunto de las fuerzas vivas del territorio y entre los programas ya existentes. Dicho esto, cabe remarcar que es en el marco del programa Leader Montagne Basque donde precisamente surgió la reflexión sobre la necesidad de consolidar las acciones de los usuarios de la montaña y, por ende, de la pertinencia de un PNR. En efecto, los programas europeos tienen una duración de seis años y no tienen vocación de dar continuidad a sus acciones a largo plazo. Un PNR y su reglamento tienen una validez de quince años prorrogables, permiten movilizar fondos europeos entre otros y su función es la coordinación.