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El testimonio de Ford deja tocada la designación de Kavanaugh

Christine Blasey Ford ratificó ante el Senado estadounidense, con un «cien por cien» de seguridad, que el juez Brett Kavanaugh fue uno de los autores de la agresión sexual que sufrió siendo adolescente. El relato del ataque que, aseguró, «marcó toda mi vida», dejó muy tocada la confirmación en el Senado de Kavanaugh, propuesto por Donald Trump para acceder al Tribunal Supremo, ya debilitada por otras dos acusaciones similares.


«¿Con qué grado de certeza cree que Brett Kavanaugh la agredió?», preguntó el senador demócrata Richard Durbin a Christine Blasey Ford. «Cien por cien», respondió esta profesora universitaria, que ayer reiteró, sus acusaciones de que Brett Kavanaugh, nominado al Tribunal Supremo por el presidente Donald Trump la agredió sexualmente hace 36 años.

Ford, cuya voz a veces se quebró por la emoción, testificó en una audiencia retransmitida en directo, ante la Comisión Judicial del Senado que debe determinar si Kavanaugh será confirmado para el cargo vitalicio tras una batalla política entre republicanos y demócratas.

El juez parecía hace dos semanas encaminado a obtener la luz verde del Senado para entrar en el Supremo, pero su imagen ha quedado muy tocada con las acusaciones de violación de Ford y otras dos mujeres –una jueza y una funcionaria federal– que también han acusado a Kavanaugh de agresión sexual, aumentó la presión para posponer el voto de confirmación. El testimonio de ayer ha debilitado aún más su candidatura.

Ford aseguró que el ataque sexual que sufrió la aterrorizó y marcó toda su vida. «Creía que me iba a violar. Grité. Cuando lo hice, Brett me tapó la boca con la mano. Era difícil respirar. Y pensé que Brett me iba a matar accidentalmente», narró visiblemente afectada.

«Estoy aquí hoy no porque quiera. Estoy aterrada. Estoy aquí porque creo que es mi deber cívico decirles lo que me sucedió mientras Brett Kavanaugh y yo estábamos en la escuela secundaria», dijo la mujer ante los senadores. Ford confesó haber «agonizado» durante meses desde que supo de la nominación de Kavanaugh al Supremo, tratando de reunir el valor para hacer pública su historia. Aunque confesó que no recordaba todo lo que quisiera, insistió en que desde entonces, y a causa de ello, ha sufrido ansiedad, fobia y síntomas similares al estrés postraumático.

Acerca de la posibilidad de que pudiera confundir la identidad del atacante, Ford negó absolutamente cualquier atisbo de duda, y apuntó al nominado al Supremo como uno de los dos hombres que la atacaron, la encerraron en un cuarto y trataron de quitarle la ropa. Preguntada acerca de cuál es su recuerdo más fuerte respondió: «Sin duda (...) La ruidosa risa entre ambos, pasándolo bien a mi costa. Se reían entre ellos», rememoró.

Los republicanos, que ostentan la mayoría en el Senado, no han admitido la posibilidad de sumar más testigos, como Mark Judge, el otro hombre que presuntamente participó en el asalto. Dejaron su interrogatorio en manos de la procuradora Rachel Mitchel, que multiplicó sus preguntas sobre los contactos de la mujer con electos demócratas, dando a entender que había sido manipulada.

El senador republicano Lindsey Graham cuestionó las acusaciones contra Kavanaugh porque «no ha podido citar ni la casa, ni la ciudad ni el mes» en que sucedió la agresión.

Pero el exsenador republicano Rick Santorum consideró que «parecía sincera» y es «un gran problema para Brett Kavanaugh».

 

El juez califica de «vergüenza nacional» la acusación de la mujer agredida

Tras la comparecencia de la mujer agredida, Brett Kavanaugh aseguró ante los senadores que las acusaciones vertidas contra él por Christine Blasey Ford, son «una vergüenza nacional».

«El proceso de confirmación se ha convertido en una vergüenza nacional», afirmó en su discurso inicial ante el Comité Judicial del Senado, órgano que debe recomendar o no su candidatura al resto de la Cámara. «Niego categórica e inequívocamente la alegación contra mí de la señora Ford (...). Vengo aquí a limpiar mi nombre».

Visiblemente enfadado, el juez remarcó que le pueden derrotar «en un voto final», pero insistió en que no conseguirán que renuncie a la nominación para el máximo tribunal estadounidense.

«Mi familia y mi nombre han sido total y permanentemente destruidos», subrayó Kavanaugh. «No estoy cuestionando que ella haya sido asaltada sexualmente por alguien, pero yo no fui», agregó Kavanaugh.