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Zuzana Caputova despierta esperanzas europeístas en un entorno euroescéptico

El triunfo de Zuzana Caputova en las elecciones presidenciales de Eslovaquia celebradas este sábado pasado lleva esperanzas de un cambio de rumbo hacia una sociedad pro-Unión Europea, en una región marcada por el populismo, el autoritarismo y el euroescepticismo.

La presidenta electa de Eslovaquia, Zuzana Caputova, en una entrevista. (Vladimir SIMICEK/AFP)

Si bien el cargo de presidenta en Eslovaquia es más protocolario que ejecutivo, el triunfo de Zuzana Caputova en las elecciones celebradas el sábado es visto por muchos como una señal de que los eslovacos han optado por un nuevo estilo político pro UE y que devuelva la confianza en unas instituciones lastradas por acusaciones de corrupción y clientelismo. «Es importante que seamos una parte fuerte y activa de la Unión Europea (...). Si es posible hay que usar la cooperación con otros países para resolver los problemas que nos afectan a todos: lo considero bueno y eficaz», declaró este domingo Caputova en una entrevista a la televisión local TA3.

Esta abogada de 45 años será la primera mujer en ocupar la jefatura del Estado del país centroeuropeo de 5,4 millones de habitantes, tras ganar la segunda ronda de las presidenciales con el 58,4 % de los votos, según confirmó la Comisión Electoral eslovaca al publicar el recuento final de los votos.

Su partido, Progresivne Slovensko (Eslovaquia progresista), del que aún es vicepresidenta, se someterá por primera vez al voto de la población en las elecciones al Parlamento Europeo del 26 de mayo, con un mensaje claramente europeísta. Ivan Stefunko, presidente de esta formación fundada en 2017 y que se define como socioliberal y progresista, vaticinó, tras confirmarse la victoria de su candidata, que las coordenadas de la nueva mandataria serán una fuerte orientación pro-europea, con acento en la ecología y el fortalecimiento del Estado de Derecho y la justicia.

Posturas  que contrastan con las tendencias políticas que se han impuesto en la región, donde en los últimos años se han fortalecido las corrientes populistas de derechas y conflictivas con Bruselas. Aunque Eslovaquia es el socio más pro-europeo del Grupo de Visegrado (que integra junto a Polonia, Hungría y la República Checa), el Gobierno del partido socialdemócrata Smer del exprimer ministro Robert Fico, ha hecho causa común con esos vecinos al oponerse tajantemente a aceptar un plan comunitario para dar asilo a los refugiados que llegan a Europa.

Preguntada por el ascenso de la extrema derecha y del populismo de cuño euroescéptico en los comicios a la Eurocámara que auguran las encuestas, Caputova resaltó que también va en aumento el apoyo al proyecto comunitario. «Es paradójico que se hable de victoria de los populismos, que no son sino intentos desintegradores, y al mismo tiempo existe un máximo histórico de confianza de la ciudadanía europea sobre este proyecto», significó la nueva presidenta.

Eso sí, admitió que la UE tiene que mejorar su funcionamiento» y, sobre todo, comunicar más eficazmente «el sentido de esta integración y cuáles son sus efectos en la vida de las personas».

Legislativas en 2020

La presidenta electa participó en la ola de manifestaciones ciudadanas sin precedentes que desató la muerte del periodista Jan Kuciak, de 27 años, y su pareja, en febrero de 2018, así como la trama de vínculos de la mafia con las altas esferas del poder que investigaba el reportero.

La presión social forzó la dimisión del entonces primer ministro, Robert Fico, líder del gubernamental partido socialdemócrata Smer El recuerdo de Kuciak, con quien colaboró en varios casos de abuso, estuvo presente en toda la campaña electoral de Caputova, marcada por un mensaje claro de «justicia para todos» y «decencia en la política».

Su partido, que deberá abandonar antes de sustituir a Andrej Kiska en la jefatura del Estado el 15 de julio, espera ahora no solo ganar apoyos para las elecciones europeas, a las que acude en coalición con la formación Spolu (Juntos), sino además, dentro de un año, desafiar a Smer en las legislativas eslovacas que previsiblemente se celebrarán en marzo de 2020. La derrota del candidato apoyado por el partido gubernamental, Maros Sefcovic, un experimentado diplomático, apuntaría a un debilitamiento del partido socialdemócrata, que aún lidera Fico.