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Interview
ROBERTO URIARTE
CABEZA DE LISTA DE UNIDAS PODEMOS POR BIZKAIA

«El peligro real no es VOX, sino tener a Albert Rivera de vicepresidente»

Profesor de Derecho Constitucional en la UPV-EHU, saltó a la arena política al ser elegido secretario general en la CAV, cargo en el que duró de febrero a noviembre de 2015, cuando dimitió por desacuerdos con Madrid. Roberto Uriarte (Bermeo, 1960) regresa como candidato con Pablo Iglesias al frente, no «para liderar» sino «representar a las y los vizcainos», según explica.

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Roberto Uriarte vuelve a la primera línea política con un tono sosegado y bastante conciliador, incluido llamamiento a la colaboración entre fuerzas progresistas para un gobierno del cambio en Madrid, en el que ve la agenda vasca como vanguardia de políticas más audaces en tiempos en los que «las élites han sacado «el doberman fascista» a pasear.

Ha comentado sobre la ponencia de autogobierno que ve factible alcanzar un acuerdo entre PNV, EH Bildu, PSOE y Podemos con mayoría suficiente en el Parlamento de Gasteiz y en el Congreso. ¿En qué términos?

Soy una persona optimista y propositiva, creo que cuando hay verdadera voluntad se puede llegar a acuerdos. En la cuestión nacional son fundamentales los acuerdos amplios, y creo que la sociedad vasca está cada vez más acercando posiciones, no solo los partidos vascos sino que la propia sociedad está reencontrándose. Se han roto muchas barreras, se han tendido puentes, creo que hay mimbres para tejer acuerdos amplios.

Si hubiera que conseguir un acuerdo muy amplio en el Parlamento vasco y en el estatal, que como mínimo incluyera a esas cuatro fuerzas, creo que hay elementos de acuerdo, al menos eso es lo que transmite últimamente el PSOE, que ha habido una cierta evolución, que admiten la idea de pluralidad, empiezan a admitir algunas cosas que fuera de Euskal Herria o de Catalunya las ha introducido Unidas Podemos, que ha hecho un discurso de plurinacionalidad que antes fuera de las nacionalidades históricas no era acogido y, sin embargo, hoy hay mucha gente joven, muchas generaciones nuevas dentro de la Meseta que empiezan a entender el tema de la plurinacionalidad. Hay algunos sectores inseguros, todavía sin suficiente convicción, pero se empieza abrir camino dentro del Partido Socialista la idea de la plurinacionalidad, la idea de asumir que la gente se vincula nacionalmente de maneras diferentes. Quizás no esté todo hecho, pero creo que hay elementos que indican que vamos evolucionando por el buen camino y que se puede, que determinados rechazos históricos a entender que alguien se pueda identificar nacionalmente de una forma distinta dentro de un mismo estado estén cayendo, sobre todo entre la gente joven e incluso fuera de Euskal Herria y Catalunya.

La cuestión catalana y la vasca siguen sobre la mesa. ¿Defenderá Elkarrekin Podemos el derecho a decidir como medio para expresar la voluntad mayoritaria de la ciudadanía de ambas naciones?

Catalana, vasca y en general. Unidas Podemos no puede hacer otra cosa, porque en el ADN de Unidas Podemos lo básico es entender la idea de que la ciudadanía en cualquier sitio del mundo tiene derecho a tener su propio proyecto de vida, a decidir las cuestiones fundamentales que le afectan. No lo vemos como pueda verlo el PNV, como algo limitado a la cuestión nacional. Para nosotros el derecho a decidir es la sustancia, es simplemente la participación directa de la ciudadanía en aquellas decisiones que son fundamentales. Nuestra idea fundamental es que todo lo que afecta directamente a la ciudadanía no puede ser secuestrado por unas élites y debe ser tomado con el acuerdo de la ciudadanía.

Ha señalado que llevará al Congreso «una forma diferente de hacer política». ¿En qué se notarán esas nuevas formas?¿Con qué forma de hacer política marcará diferencias?

El ambiente a día de hoy en este país, en Euskal Herria, es un ambiente muy relajado, amable, y donde se están tejiendo cada día puentes, consensos. Los debates en los que yo participo no tienen nada que ver con los debates en otros territorios, y creo que esa forma de hacer política vasca la vamos a llevar y no solo nosotros, la van a llevar en general los representantes vascos de los distintos partidos. Muchas veces participo en tertulias y parece casi como si fuéramos de un mismo partido o de partidos cercanos, cosa que en Madrid a día de hoy no sucede. Los partidos están metidos en trincheras, hay mucha agresividad en los tonos. No solo en los partidos, también en los medios de comunicación, aquí los medios están haciendo un trabajo brutal, muy positivo, muy de pedagogía política en temas peligrosos susceptibles de demagogia como pueden ser el tema del racismo, la inmigración…

Creo que hay una cultura política muy desarrollada. Nuestra sociedad quizá sea una sociedad muy crítica consigo misma, pero tiene cosas de las que sentirse orgullosa, y creo que podemos ir a Madrid a llevar otra forma de hacer política, diría que más elegante, más amable, constructiva, crítica a la vez, pero no hay por qué caer en las mismas malas formas. Creo que las buenas relaciones que se están tejiendo entre los distintos partidos vascos pueden servir como ejemplo en otros sitios donde están llevando la política a la confrontación, y en algunos casos hasta el basurero, hasta manejar las más bajas pasiones.

Hablando de ese clima de involución, ¿qué alianzas defenderá Unidas Podemos para frenar a la extrema derecha?

No me gusta mucho esa forma de plantearlo, porque, en mi opinión, es la forma de plantearlo que le interesa a la extrema derecha. No se trata de cómo nos aliamos contra la extrema derecha, se trata de cómo hacemos política para la mayoría social y ahí el cambio de foco claro lo puso el 15M y lo puso la juventud de este país cuando salió a las plazas. Somos el 90%, no nos despistemos. El problema es que hasta ahora las políticas las han marcado determinadas élites, los poderes financieros. Las políticas las marcan quienes se quieren quedar con los 60.000 millones que nos deben. El rival está ahí. Yo no pierdo tiempo con algún tipo de grupos que utilizan o explotan los bajos instintos. No merece la pena, la política no la marcan ellos, la marcan los grandes poderes financieros y es a esos a los que hay que pararales los pies. Y hay que hacer políticas de recuperación de derechos para la gente de a pie, no perder el tiempo con el pan y circo al que nos quieren meter. En esas dinámicas no entro.

Se ha apagado la efervescencia de Podemos en campañas anteriores. ¿Qué les dicen los que siguen viniendo a sus actos y los que ya no vienen?

Es evidente que uno no puede estar de moda siempre. La moda ahora es VOX, los grupos que irrumpen. Lo que sí veo es que incluso quien no esta de acuerdo con Podemos, sabe que Podemos es una fuerza fiable, sabe qué políticas va a defender y qué alianzas va a hacer. Si uno vota al PNV o al PSOE está dando un voto en blanco a alguien que no sabe si va a pactar con Rivera, o que puede pactar la mitad de la legislatura con el PP y la otra mitad en contra. No saben muy bien dónde va a ir su voto. Pasada la ola de la moda, lo que ha quedado de Podemos es la confiabilidad, la idea de que sabes a dónde van, sabes con quién pactan y con quién se juntan y esto en este momento es una referencia clara. Veo una ilusión muy fuerte de recuperar la ilusión, de decir la mayoría social vasca apostó por una cosa, han intentado tumbárnosla por los medios más feos pero no lo van a conseguir. Creo que la gente se está reilusionando y viendo que lo que se ha intentado tanto por vías legales como por ilegales no va a salir adelante y que esta inmensa ilusión que surgió en el 15M y posteriormente con la creación de Unidas Podemos no la van a poder parar.

Se decía que el miedo iba a cambiar de bando pero parece que quien se está nutriendo de la indignación es la ultraderecha. ¿Cómo se evita?

Los poderosos cuando ven en riesgo sus negocios es cuando llaman al fascismo, es simplemente una forma de reacción de determinados poderes que ven en peligro su supremacía. Creo que el miedo ha cambiado de bando, los bancos tienen miedo de que les podamos exigir los 60.000 millones que les hemos dejado y cuando sacan el doberman fascista a pasear es porque no se sienten seguros, todo lo contrario, es que están mas inseguros, si no no necesitarían sacarlo. Cuando tienen que sacar su cara fea es porque temen que sus privilegios los puedan tocar.

Si les salen las cuentas, ¿ve probable un gobierno entre PSOE y Ciudadanos? ¿Qué efectos cree que podría tener?

Esa posibilidad existe. Sánchez ha dado muchos zig-zags. Dejemos el partido socialista de aquí y miremos a los partidos socialistas en Europa. El partido socialista griego se ha suicidado, el partido socialista italiano se ha suicidado ,el partido socialista francés también, los alemanes se están queriendo suicidar. Allí donde los partidos socialistas hacen políticas mirando a las derechas y faltando el respeto a sus propios votantes se pierden, los únicos que sobreviven son los laboristas ingleses de Corbyn o los portugueses que gobiernan con la izquierda. Solo donde la socialdemocracia intenta respetar a sus bases sobrevive, pero hay un riesgo muy claro por los propios sectores recalcitrantes del PSOE, que son fuertes, por las presiones de los poderes financieros y mediáticos. Ya lo dijo Sánchez delante de Ëvole la vez que eligió ser sincero y reconoció que tenía una presión extremadamente fuerte para que no pactara con Podemos, y existen las cloacas del Estado, que están presionando muy fuerte para que no haya un gobierno de progreso y para que Sánchez se eche en brazos de Rivera. Algunos dicen que no tendría apoyos suficientes pero ya vimos en su día a Arzalluz descubrir la maravilla que era Aznar, la cantidad de autogobierno que nos traía… Existe el riesgo de que Sánchez se eche en brazos de Rivera y de que hasta el PNV nos vendiera que ha moderado a Rivera y a Ciudadanos. El peligro en este país no es VOX, el peligro real es tener a Rivera de vicepresidente, porque es una persona de muy poco fiar y especialmente inconveniente y peligrosa para Catalunya y para Euskal Herria y en general para toda la ciudadanía.

¿Cuáles son sus prioridades en lo que respecta a Bizkaia?

Hay un tema sangrante, la juventud vasca mejor formada no puede desarrollar un proyecto de vida con seguridad, con trabajos estables y bien remunerados. Esto por mi propia vocación es un elemento funda- mental. En segundo lugar, es fundamental llevar la cartera social vasca. Últimamente los informativos de televisiones estatales se están abriendo con imágenes de Bilbao. Me gustaría imaginar una política estatal en la que la agenda social vasca, de los pensionistas, de las feministas, de los trabajadores, de toda la gente que está luchando por recuperar sus derechos y tener una vida digna esté presente en Madrid y sea la que esté llevando la vanguardia de lo que tiene que ser el cambio de las políticas a nivel estatal.