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Gipuzkoa Basket está muy vivo, y domina a UCAM Murcia (61-74)

Con un gran Nevels y buenos minutos hasta de Gaizka Maiza, Delteco Gipuzkoa Basket ha vuelto a salir de los puestos de descenso, empatando a 10 triunfos con el Estudiantes. ¡Lástima que el último triple de Kloof haya impedido que el basket average sea también para los donostiarras!

Garret Nevels ha sido diferencial en los minutos de la verdad, jugando uno de sus mejores partidos de la campaña (J. BERNAL / ACB PHOTO)

Solo un triple de Charlon Kloof sobre la bocina ha aguado la celebración total de los de Valdeolmillos, que se han impuesto a UCAM Murcia por un 61-74 que ha rozado hasta la consecución del average particular –el resultado de Illunbe fue de 67-81–, detalle que puede resultar crucial a la hora de decidir quién se mantiene y quién desciende. ¡Pero qué demonios!, Delteco Gipuzkoa Basket suma ya 10 victorias, aparte de superar a Breogán y UCAM Murcia en un triunfo, ha alcanzado al Estudiantes –con quien también tiene el basket average perdido– y aunque el final de campeonato para los donostiarras sea de auténtico vértigo –empezando por el derbi ante el Baskonia del próximo jueves, en Illunbe a las 21.30, para continuar con sendas visitas a Fuenlabrada y Barcelona y terminar la Liga Regular en Illunbe ante el Real Madrid–, como rezaba aquella película ochentera, este muerto está muy vivo.

Para ser un partido tan trascendental, el aspecto de la grada del Palacio de los Deportes de Murcia no ha sido, ni de lejos, la esperada; mejor para un Gipuzkoa Basket que ha empezado más enchufado y con un espectacular acierto desde la larga distancia, anotando sus cuatro primeros triples y marcando el ritmo con cierta comodidad. La defensa donostiarra ha controlado bien el arraque del peligroso Booker, aunque por otro lado ha sufrido –como se suponía en principio– ante el juego interior local, pero más aún ante el base reserva Lecomte, que con siete puntos nada más saltar a la cancha –haciendo caso a la arenga de Sito Alonso en su primer tiempo muerto: «¡me da igual si vamos ganando o perdiendo, pero quiero que juguéis ¡con-in-ten-si-dad!»– ha mantendio a los pimentoneros en la estela donostiarra, llegando al final del primer cuarto con 20-23, y cierta sensación de oportunidad no muy bien aprovechada.

El retorno al juego de Gaizka Maiza ha sido la gran sorpresa del segundo cuarto, porque además lo ha disputado enterito y a un nivel más que aceptable, fruto de las dos tempraneras personales del base catalán. Quizá por ello, porque Maiza se ha preocupado más que nada en impedir que Booker entrara en flujo anotador, la circulación de balón de Gipuzkoa Basket se ha atascado un tanto. No obstante, y con el problema añadido de las faltas con las que se ha cargado Bobrov, Sekulic y Burjanadze se han entendido a las mil maravillas para dar otro pequeño tirón al marcador, cambiando el registro anotador del perímetro a la pintura, 23-32. Por otro lado, cuando Kloof ha entrado al rescate de los de Sito Alonso, ha sido Gaizka Maiza quien ha mantenido el rigor anotador de los guipuzcoanos, amén de darle la asistencia a un Nevels atinado desde el triple para que anotase el 30-40, antes de alcanzar el descanso con 34-40, con dos malas acciones de Sekulic, un rebote ganado por Hunt y dos tiros libres errados por el propio pívot montenegrino.

Un parcial por otro parcial

La siguiente incógnita que ha tenido que despejar Gipuzkoa Basket ha sido la del tercer cuarto. En Illunbe, los de Sergio Valdeolmillos fueron barridos por la escuadra pimentonera por un incontestable 16-32, en el penúltimo gran partido de lo que le queda de carrera del bueno de Brad Oleson. Lo cierto es que el conjunto murciano sí ha parecido apretar más, aunque la primera canasta –con un Dani Pérez felizmente de regreso– ha sido obra de Nevels, después de varios errores claros de Rojas y Oleson en tiros muy sencillos. Más aún, Sito Alonso se ha visto obligado a frenar el partido después de que sendos triples de Burjanadze y Rebec hayan supuesto un parcial abierto de 0-8 para disparar el resultado a un 34-48 que ha igualado en ese momento el average particular, después del 67-81 con el que terminó el partido de Illunbe.

El parcial se ha extendido hasta un 0-11, llegándose a un 34-51, y aunque los pimentoneros al fin han encontrado el camino a la canasta, Gipuzkoa Basket ha mentenido la calma y el ritmo, llegando a verse jugadas tan poco usuales como un mate a la contra de Rebec o incluso un «dos más uno» convertido por un Mouhammed Barro muy concentrado. La renta ha podido ser incluso escandalosa, de no haber fallado los donostiarras un par de acciones fruto de la precipitación y cierta frivolidad, como un intento de mate en medio del tráfico de Nevels o un alley oop de Rebec a Sekulic que ha devenido en un tablerazo algo ridículo. No obstante, Dani Pérez ha enderezado esas demasías con un triple sobre la bocina, dejando el 42-59 en el marcador y una desazón muy poco disimulada entre los aficionados del UCAM Murcia.

La principal preocupación de Delteco GBC en los diez minutos restantes ha sido evitarse la remontada local, algo que ha podido facilitar la cuarta falta de Dani Pérez, al intento triple de Lecomte, o la primera canasta en juego de Booker, que ha firmado un espectacularmente horrendo 1 de 10. Sin embargo, un palmeo de Sekulic y una canasta de media distancia de Nevels han vuelto la calma al partido y la desilusión a la grada. Tanto es así, que Sito Alonso ha quitado a Booker para meter al cupo de formación Eduardo Durán, aunque junto a Lecomte, ha sido el que ha provocado el último estertor local.

Una rigurosísima antideportiva señalada a Van Lacke ha supuesto un parcial de 7-0 para UCAM Murcia que ha llevado los nervios al seno donostiarra. En ese momento el average particular ha vuelto al bando murciano, pero en realidad, daba igual lamentarse por un quítame allá este average, si a consecuencia de esa innecesaria tensión se pudiera poner en peligro el triunfo. Por ello, el regreso de Dani Pérez ha supuesto un bálsamo, ya que el propio base y Nevels han cercenado el conato de reacción de los de Sito Alonso con un parcial de 1-6, poniendo el marcador en 55-69 a menos de dos minutos para el final.

El último tramo ha sido una pura pelea por el basket average, y la canasta de media distancia de Burjanadze a 15 segundos del final parecía la definitiva, hasta que Charlon Kloof ha impedido la fiesta completa en el seno donostiarra, que pese a todo, al fin podrá dormir al final de la jornada fuera del descenso.