Las elecciones de Pitágoras
Reconozco que soy de letras puras y profundas, casi tanto como la Fosa de las Marianas, pero, ante las próximas elecciones en Nafarroa, no queda más remedio que refrescar esas matemáticas que hacían las delicias de Pitágoras.
La referencia a las operaciones matemáticas ya aparece en una de las candidaturas: Navarra Suma. Aunque, en realidad, todo apunta a que más bien resta, ya que esa coalición de UPN, PP y Ciudadanos no parece que vaya a incrementar el número de votos que recibieron en 2015 sus integrantes por separado. También es verdad que ha aparecido una variable nueva, Vox, que ya lleva incluida la incógnita de la X, ya que está por ver si finalmente obtendrá representación en el Parlamento navarro con un discurso tan antiforal.
En la otra punta del arco político se han multiplicado las candidaturas de izquierdas, sobre todo en el Ayuntamiento de Iruñea, con I-E, Aranzadi-Equo, Podemos y Ganemos Pamplona disputándose ese electorado. El problema radica en que esa variedad de listas puede dividir el voto y hacer que haya sufragios que finalmente se queden sin representación en el Consistorio. Así que, en vista de que esas formaciones no han logrado sumar para presentar una candidatura unitaria, puede suceder que resten concejales al Cambio.
Por si no teníamos suficientes posibilidades matemáticas encima de la mesa, las encuestas dan mucho juego para que la calculadora siga echando humo, tras semanas sumando combinaciones para establecer cuándo llegará el ansiado ascenso de Osasuna a Primera.
Como en esos estudios siempre hay variaciones en el número de escaños que pueden obtener los partidos en liza, las combinaciones se multiplican, en unos casos para mantener al Cambio y en otros para el retorno del Régimen. En las posibles ecuaciones, la gran incógnita es el PSN. La formación dirigida por María Chivite es la X con mayúsculas. ¿De nuevo sumará sus votos a la derecha para sostener a un Régimen tocado? ¿O buscará otras fórmulas que dividan al actual cuatripartito y resten fuerza y esencia al Cambio?
Y de las cábalas previas, pasaremos a la noche electoral, el momento del verdadero examen, cuando la cabeza se llenará de números y porcentajes de voto a medida que se suceda un recuento que promete ser tan intenso como el de 2015, con escaños bailando y decidiéndose por un puñado de sufragios.
La única certeza a estas alturas es que, con aproximadamente una cuarta parte de indecisos y con escaños que se pueden llegar a definir en el último minuto, ni Pitágoras sería capaz de ofrecer un resultado para la complicada ecuación de la gobernabilidad en Nafarroa.