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Vecinos de Irala denuncian el abandono del Ayuntamiento

La Asociación de Vecinos de Irala ha reclamado mediante una campaña compromisos al Ayuntamiento de Bilbo y le achaca un «total abandono de sus obligaciones como gestor de nuestros impuestos».

Vecinos de Irala han convocado caceroladas para expresar las necesidades de el barrio.

La Asociación de Vecinos de Irala ha puesto en marcha, por la proximidad de las elecciones municipales, una campaña para expresar y sacar a la calle los problemas del barrio. La asociación cumple 50 años, y según ha explicado Juan Mari Zulaika, miembro de la asociación a BILBOTARRA, pese a que muchas necesidades que tenía el barrio como la urbanización o la escuela se hayan resuelto, todavía siguen teniendo otros problemas y destaca que si algo han aprendido ha sido que las cosas «solo se consiguen luchando y luchando durante muchos años».

La llegada del metro al barrio, mediante la Linea 4, es una de las principales demandas, que junto a otros barrios vecinos como Errekalde llevan años pidiendo. Según ha explicado Juan Mari Zulaika, el Ayuntamiento les prometió que que llegaría junto a la Linea 3, inaugurada en 2017, «pero pese a haberse hecho un estudio con cuáles iban a ser las paradas, se ha ido retrasando y no sabemos cuando llegará». Zulaika subraya que la linea 4 daría servicio a 70.00 personas, y que «para recortar la brecha de los barrios, hay que empezar por ahí»

No es el único problema en el transporte público que denuncia la asociación vecinal. Según sostiene Zulaika, los autobuses «pasan con muy poca frecuencia y no llegan a todas las partes del barrio». Alfonso Gil, concejal delegado de movilidad del Ayuntamiento de Bilbo, nos prometió hace años que llevaría más autobuses, pero de momento todo sigue igual», lamenta.

Por otro lado, la Asociación de Vecinos de Irala también ha denunciado la falta de centros de salud en el barrio. «Irala no tiene su propio ambulatorio, la gente tiene que ir a los de otros barrios», nos ha explicado Zulaika que recuerda que antes había un hospital militar, «pero ahora se ha convertido en un Gobierno militar prácticamente en desuso». También recuerda que hace dos años el alcalde personalmente les prometió un ambulatorio en el edificio donde había una vieja panadería, pero sin embargo, todavía no se sabe nada más de ese ambulatorio. «Para la gente mayor, el tener que ir a otros lugares es un gran problema», subraya.

Otro de los problemas que detecta la asociación es la dificultad a la hora de aparcar. Para solucionarlo la asociación propone elevar la zona escolar, «poniéndola a la cota normal de las calles, y así en el subterráneo se podría hacer un parking». Utilizar alguno de los «muchos» pabellones vacíos es otra de las propuestas para solucionar ese problema.

Asimismo, el uso de los pabellones vacíos es otra de las demandas que hace la asociación, pero según Zulaika, «las instituciones están esperando a poder sacar algún beneficio económico de ellos».

Zulaika también destaca que los jóvenes no tienen ningún local social para poder desarrollar sus proyectos. De hecho, recuerda que hace años hubo un proyecto de los vecinos del barrio para crear, en un viejo edificio, un espacio sociocultural para gente de todas las edades, «pero el gobierno de Azkuna finalmente hizo un centro de jubilados».

Por ello, y «ante la gran pasividad institucional», han organizado para los días 10, 17 y 24 de mayo unas caceroladas por el barrio a las 21.00 horas, con un trikipoteo previo que comenzará a las 19.30 desde la plaza Kirikiño.