Países Bajos vota hoy con dos opciones de ultraderecha
El auge de la ultraderecha previsto en las elecciones europeas puede comenzar hoy en Países Bajos, donde no solo un partido antiinmigración, euroescéptico y que cuestiona el cambio climático –el FvD que ya ganó en las provinciales– encabeza los sondeos, sino que disputa ese campo electoral a otra formación de ultraderecha, el PvD de Geert Wilders, en pugna además con otros 14 partidos de diferentes ideologías.
Junto a los británicos, los electores neerlandeses son los primeros en acudir hoy a las urnas para designar a sus representantes en la Eurocámara, en un proceso que acabará el domingo.
Los comicios llegan en un momento en el que la formación Forum por la Democracia (FvD), que se define «proeuropea pero anti-UE», es la vencedora de las últimas elecciones en el país y su líder, Thierry Baudet, la figura política en auge.
Nacido hace dos años, el FvD rechaza el euro y una política migratoria común, cuestiona el cambio climático y reclama un referéndum para salir de la Unión Europea –Nexit–. Considera a la UE «un caos completamente antidemocrático y un «cáncer en proliferación» cuya existencia es «una vergüenza».
Baudet, de origen franco-indonesio, espera la suya sea la lista más votada en el país, para lo que compite con los liberales (VVD) del primer ministro, Mark Rutte, a los que ya superó en los comicios provinciales y al Senado en marzo.
El pasado marzo, el FvD ya desplazó al VVD como primera fuerza en el Senado y cambió el panorama político de Países Bajos, tenido por escenario de tolerancia y consenso político.
Con ese impulso puede ahora entrar con fuerza en Estrasburgo, donde los sondeos le otorgan entre 3 y 5 de los 26 escaños asignados al país.
Pero el esperado éxito del FvD indica, además, lo que podría pasar en el resto del continente, a la vista de lo ocurrido en Italia o el Estado español.
En su ascenso entre el electorado xenófobo de Países Bajos pugna con el Partido de la Libertad (PvD) de Geert Wilders, aliado de Marine Le Pen. Wilders afirma que «el Gobierno está sobrecargando a Holanda, enviando miles de millones de euros a los países del sur de Europa y abriendo nuestras fronteras para tener contenta a la UE».
«Baudet consigue cierto número de electores que pueden estar descontentos con el estilo muy conflictivo y no demasiado intelectual de Wilders», opina Caels de Vreese, profesor de comunicación política en la Universidad de Amsterdam. Con un estilo más agresivo, Wilders apuesta por «liberar» a Países Bajos de las instituciones europeas para poder tomar decisiones propias, y sobre todo para poder «frenar el islam y la inmigración» que, a su juicio, «están destruyendo la civilización blanca europea».
Amy Verdun, profesora de política europea en la Universidad de Leiden señala que los ultraderechistas en Países Bajos, como en el resto de Europa, «simplifican las cosas ante un electorado perdido en una Europa con una historia muy técnica que mucha gente no comprende».
Por otro lado, la lucha contra el cambio climático ha hecho nacer un nuevo eje electoral. «La gente se vuelve más extrema. Los electores o quieren dar más importancia al clima o bien dicen que «el Estado no debe mezclarse en esto. Si quiero continuar cocinando con gas, tengo que poder hacerlo», indica.
Pero Verdun observa que la ultraderecha adolece de la falta de un frente común en el Parlamento Europeo que reedite sus éxitos nacionales. «El problema es que nunca están de acuerdo. En las últimas europeas, ya avanzaron mucho, pero no consiguieron agruparse». Pero, según el analista Diederik Brink, Baudet no tiene interés en tener un rol importante en Europa, «ni quiere tener algo que ver con la UE. Quiere mostrar fuerza en Holanda. Su política reaccionaria es aterradora (...) y se ha demostrado que son todavía una fuerza dominante aquí».
Fuerzas europeístas neerlandesas con matices
También los liberales neerlandeses (VVD) abogan por menor gasto y reglas de la UE, pero defienden una política común sobre migración. Eso sí, para «controlar la llegada de inmigrantes y refugiados, que ayude a poner fin a la inmigración ilegal», así como mayor «contundencia» para garantizar la seguridad de los estados miembros. Más proeuropeos se muestran los progresistas (D66), que creen que la UE también debe actuar unida en medio ambiente, defensa de fronteras e impuestos. Los democristianos dicen que debe vigilar las políticas de los estados miembros para «exigir transparencia y cooperación». Los Verdes añaden, además, medidas de sostenibilidad comunes. Los socialdemócratas abogan por recortar costes en la UE, por ejemplo reduciendo el número de instituciones.GARA