El duelo más clásico, un buen test para sus protagonistas
Estados Unidos y Suecia son dos de las siete selecciones que han disputado todas las ediciones del Mundial. Y también las protagonistas del duelo que más veces se ha repetido en la historia del torneo: serán seis con el que les enfrentará el próximo 20 de junio en Le Havre.
Estados Unidos y Suecia son dos de las siete selecciones que han disputado todas las ediciones del Mundial. Y también las protagonistas del duelo que más veces se ha repetido en la historia del torneo: serán seis con el que les enfrentará el próximo 20 de junio en Le Havre. Un choque con aire de revancha para las estadounidenses, después de que en Río 2016 Suecia les dejara fuera del podio por primera vez en unos Juegos Olímpicos.
Y también un examen, en este caso para ambos equipos. Es posible que ambos lleguen a esa última jornada de la fase de grupos clasificados para octavos, porque el Grupo F está claramente desnivelado. Así que tras sus previsibles victorias –aunque hay que conseguirlas– el choque será el primer test de entidad para dos selecciones con alguna duda. De forma sorprendente, en el caso de las norteamericanas, teniendo en cuenta que ese tropiezo en Rio ha sido el único que han sufrido en la última década. Pero algunos resultados en amistosos, sobre todo el año pasado –aunque en 2019 tampoco ha podido con Francia, Japón e Inglaterra–, generaron cierta incertidumbre en la exigente, por mal acostumbrada, afición estadounidense y le valieron no pocas críticas a Jill Ellis. La tricampeona sigue siendo, en cualquier caso, la gran favorita. Calidad, experiencia –entre las 23 convocadas suman 1.893 internacionalidades y ocho son centenarias–, sentimiento, espíritu competitivo y una buena entrenadora parecen suficiente aval.
Casi nada de eso le falta a esta Suecia que, a falta de Schelin, llega con Rolfo, Fischer, Blackstenius o Asllani, pero que parece lejos de postularse al título, pese a que apenas han pasado tres años de su plata olímpica en Río. Al contrario de Estados Unidos, la plata olímpica de Río ha sido su única alegría en los últimos torneos y que puedan superar su actuación del anterior Mundial –se fueron en octavos– dependerá mucho de los cruces.
Lo que parece claro es que ambas pasarán la fase de grupos. Sobrepasaría la sorpresa que quedasen por debajo la debutante Chile, que ha preparado bien el torneo pero se ha visto inferior a todos sus rivales mundialistas; y más aún de Tailandia, que sólo ha celebrado un triunfo en 2019 (ante Hungría) y ha encajado nada menos que 18 goles en sus cinco últimos amistosos de preparación.