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Interview
ALEJANDRO MONTES
INVESTIGADOR DE LA UAB Y COLABORADOR DE LA FUNDACIÓ JAUME BOFILL

«Magnet requiere de recursos y de corresponsabilidad política»

Alejandro Montes ha participado esta semana en el curso de verano “Ciudad Educadora: Ayuntamientos y modelos de intervención ante la segregación escolar”, organizado por la UPV-EHU en Gasteiz, donde ha explicado el proyecto Magnet, que comenzará a aplicarse en algunas escuelas a partir del curso que viene.


¿Qué es el proyecto Magnet?

El proyecto Magnet es una iniciativa inspirada en el modelo americano de las Magnet School, que nacen en los 70 en barrios muy racializados, donde las escuelas matriculaban principalmente a población negra. Nace en un intento de cambiar esa composición, de atraer nuevos perfiles de familia, y la adopción que se hace en Catalunya, como en otros territorios, parte de esa lógica, se inspira en ella, y lo que pretende es atraer a centros que matriculan con una composición social desequilibrada en relación al territorio a perfiles existentes ahí, pero que no están yendo a la escuela.

¿Cómo se consigue atraer a las familias? ¿Cómo se lleva a cabo el cambio social en las aulas?

El cambio se lleva a cabo a través de la alianza con una institución de prestigio dentro del territorio. La idea es establecer una sinergia que permita que una institución participe del día a día del centro, pero también que el centro participe del día a día de la institución, que surjan diferentes tipos de conocimiento y que esto se vehicule con una formación constante durante los cuatro años que dura el acompañamiento del programa por parte de expertos, que lo que buscan es permitir que se desarrollen cambios en el modelo pedagógico, vehicular y evacuativo de los centros. Todo ello pretende convertir al colegio en un centro imán para que vayan al mismo familias que antes no lo hubieran hecho.

¿Qué tipo de relación se forma entre las instituciones que ha citado y los centros educativos?

El tipo de alianza que se suele formar pasa por incorporar la ‘experteza’ de estos expertos, valga la redundancia, y de las instituciones, que trabajan bien sea desde el arte, las ciencias naturales o la comunicación. Este tipo de instituciones tienen que aportar esos conocimientos profesionalizadores, esos conocimientos del campo, que van más allá de lo que se enseña en el currículum de una escuela. La alianza permite que mediante un trabajo colaborativo las escuelas no solo incorporen a esos científicos, que puede ir a hacer una sesión o a ver las instalaciones del centro, sino que, además, calen en el currículum.

¿Qué resultados ha dado Magnet en Catalunya?

En Catalunya ha dado resultados interesantes. Hay que tener en cuenta que solo llevamos cinco centros en el plan piloto, ahora son casi 30, pero aun no se han evaluado. En tres centros ha tenido resultados muy positivos en todos los ámbitos, tanto a nivel de cambio de pedagogía como en cuestiones de corresponsabilidad y de experiencia de las familias, y lo que es más importante de composición social, que al final es lo que nos interesa. Sin embargo, en dos de los centros, por diferentes cuestiones, vinculadas al contexto de la política educativa y a la demografía, se han cumplido todas las expectativas menos la atracción de perfiles diferentes.

¿Por qué no se han atraído nuevos perfiles a los centros?

Por casos muy diferentes. En primer lugar encontramos algún centro en el que se ha producido un problema de targeting, un problema de selección. Para que funcione el programa Magnet, que es una medida focal, no estructural, necesitamos unas mínimas condiciones de aplicación. Esas condiciones tienen que ver en primer lugar con la composición del territorio, no podemos atraer familias que no existen en esos territorios, y con condiciones del equipo docente. Y en otros territorios ha habido un nulo acompañamiento por parte de medidas complementarias de escolarización equilibrada, lo que ha provocado que el programa se encuentre aislado y no permita que se desarrolle de la forma que se pretendía.

¿En Catalunya han contado con el apoyo de la Generalitat?

Sí, participa el Departamento de Educación, la Fundación Jaume Bofill como entidad privada, y otros agentes como el ICE, que se dedica a la formación, o como nosotros, de la Universidad Autónoma de Barcelona, que nos dedicamos a la evaluación a través de la fundación.

¿Se ha puesto en marcha en algún centro concertado, o solo en colegios públicos?

No sé si con la ampliación hay algún centro de carácter concertado. Lo que sé es que el plan piloto se desarrolló en centros públicos. Eso seguro.

Lakua y el Ayuntamiento de Gasteiz quieren aplicar este modelo en la capital alavesa, ¿participa la fundación?

Supongo que contactos habrá habido, pero no se si existe alguna alianza con el modelo que se quiere aplicar.

Profesores del colegio Samaniego, uno de los centros en los que se quiere aplicar el proyecto Magnet han publicado una carta en la que critican la actuación de Educación, y censuran la falta de recursos.

Son críticas legítimas, porque el programa Magnet, al igual que cualquier otro programa educativo, requiere en primer lugar de recursos, y en segundo lugar de responsabilidad y corresponsabilidad política. Un municipio o un territorio que quiera realmente tomar cartas en el asunto con el tema de la segregación escolar no puede limitarse a implementar programas en centros y que estos se encarguen de gestionarlo sin desarrollar medidas y recursos que puedan ayudar. Creo que las críticas son legítimas y puede ser una medida para que la Administración dé un paso adelante.

También denuncian que Lakua solo les garantiza un curso de formación de 20 horas.

Desconozco los detalles concretos. Sé que la formación que se ha dado, por ejemplo en el caso de Catalunya, ha sido de los aspectos mejor valorados, y seguramente de las más útiles. Es lo que ha llevado a los centros a creerse el programa y ha hacerlo suyo. Como cualquier otra medida que desarrollemos en cualquier contexto, si la gente que la tiene que implementar no cree en ella es mucho más probable que fracase. Creo que es básico que haya formación y con la mayor intensidad posible.

Según los datos publicados por la Plataforma a favor de la Escuela Pública, el 83% de los alumnos y alumnas con al menos un progenitor extranjero está escolarizo en la red pública. Es más, en algunos centros públicos el porcentaje de estos alumnos supera el 70%. ¿Se puede poner en marcha el proyecto Magnet en estos centros?

Es difícil pero creo que puede poner en marcha. De hecho la mayoría de centros que han tenido éxito deberían estar en porcentaje cercanos al 70%, si no superiores. En cuanto a la situación de la concertada, es un tema peliagudo, que apela a las emociones. Pero considero que mientras que exista un modelo de concertada alguien tiene que asegurar que cumpla ciertos requisitos de colaboración, y por lo tanto no pueden darse prácticas de selección. No pueden ser centros que estén expulsando a ciertos perfiles, provocando que exista una mayor segregación escolar. Tienen que ser partícipes de las medidas que permitan una distribución equilibrada y cumplir la función para la que se diseñó e ideó.

¿Existe el riesgo de que la llegada de familias autóctonas a un centro provoque que las migrantes acaben en otro, que el problema en lugar de desaparecer salte de un centro a otro?

El tema de la segregación escolar es un tema complicado pero no imposible de resolver. Xavier Bonal, para mi un referente a nivel estatal sobre esta temática, se cansa de repetir que tenemos medidas, existen medias, y solo hace falta que se lleven a cabo, lo que implica un compromiso de las administraciones autonómicas, de las administraciones municipales, de los centros y de la sociedad civil. No obstante, es cierto que las medidas focales, por si solas, no funcionan, no son suficientes, y empezar con Magnet es empezar la casa por el tejado; hay que establecer unas condiciones de escolarización equilibrada en los territorios y cuando esto se haya asegurado, o al menos cuando se haya avanzado en ese sentido, es cuando se puede compensar a algunos centros que tengan carencias, siempre asegurando que eso no implique se esté moviendo el problema de sitio.

¿Qué papel juega la segregación geográfica?

Es un aspecto muy importante, pero los estudios evidencian que la segregación territorial es mucho menor que la escolar. Evidentemente tenemos que tener en cuenta que existe una segregación territorial urbana, pero lo que no podemos hacer es atribuir todo el problema a esto, porque los datos nos dicen que donde existe heterogeneidad de perfiles las escuelas están más segregadas. Hay que lograr una escolarización equilibrada.