La soberanía como llave maestra para alcanzar la igualdad
Igualdad, justicia social y soberanía han sido los temas principales que han tratado Arnaldo Otegi, coordinador general de EH Bildu, Marta Rovira, secretaria de ERC exiliada en Suiza, y Jean-Guy Talamoni, presidente de la Asamblea de Corsica, en la mesa redonda celebrada en Irun, en el marco de la contracumbre del G7.
Somos testigos de la reaparición de algunos movimientos independentistas y democráticos en naciones tales como Euskal Herria, Catalunya, Corsica y Escocia, que hoy carecen de su propio Estado, condicionados por la actitud antidemocrática de los estados y por la negación de soberanía como herramienta que dibuja una forma de acceder a derechos democráticos inalcanzables en dichos estados.
A pesar de todo, estos pueblos continúan reivindicando su derecho a decidir y su soberanía, como llave maestra para lograr la igualdad y justicia social. En aras de que las luchas emancipadoras ayuden a la trasformación social, Arnaldo Otegi, Marta Rovira y Jean-Guy Talamoni han remarcado que es el momento para que las naciones sin estado de Europa refuercen sus lazos y actúen de forma conjunta.
En la primera sala de Ficoba, cientos de personas aguardaban mientras Rovira y Talamoni probaban la conexión de la cámara. En el escenario, la periodista Maite Ubiria, moderadora en el día de hoy, ultimaba los detalles ante la complejidad de organizar una mesa redonda con un solo participante en la sala, otra en Ginebra y un tercero en Ajaccio.
Así, Otegi conversaba con el diputado de Ahora Repúblicas en el Parlamento Europeo, Pernando Barrena. Este último ha sido el encargado de presentar el debate incidiendo en la cuestión catalana no como un tema de solidaridad, sino como un conflicto que repercute directamente en el resto de naciones sin Estado. «Para nosotros, la libertad es la independencia y la justicia social», ha remarcado.
Disputa de poder
Otegi ha explicado que hablar de soberanía es hablar de disputa de poder, una «materia sensible» en un mundo atravesado por innumerables crisis que tienen que ver precisamente con la soberanía.
Inmerso en un análisis global, el coordinador general de EH Bildu ha explicado que, por primera vez, la huella del ser humano «está poniendo en riesgo las condiciones materiales»; la predicción de las denominadas clases medias de que cada nueva generación viviría mejor que la anterior se está truncando por la precariedad y la crisis de igualdad social; y, además, el planeta se encuentra en un escenario en que la primera potencia militar hegemónica puede perder su hegemonía económica.
Ante este nebuloso mundo y la «nueva crisis económica y financiera que se avecina», Otegi ha insistido en recuperar «el control de nuestras vidas para poder decidir nuestra política económica, social, ecológica, internacionalista, etc.». En virtud de ello, ha señalado que la izquierda independentista de Euskal Herria tiene un proyecto de transformación social y nacional y por ello ha reclamado el «derecho al divorcio» de los pueblos.
Ante la deriva autoritaria que emerge en todo el globo, Otegi ha augurado que es cuestión de tiempo que ocurra lo mismo en el Estado español. Por ello, ha demandado un frente común, «otra internacional» que sea capaz de construir alianzas antifascistas, proclives a la libertad de los presos, la autodeterminación, y políticas populares para la mayoría trabajadora.
«Solo hay una herramienta»
En ello ha insistido también Rovira, añadiendo que un movimiento de izquierdas a nivel internacional «tiene que recuperar esos fundamentos de lo que es ser de izquierdas».
Respecto a Catalunya, la secretaria exiliada de ERC ha recalcado que el independentismo es un movimiento transversal y suma perfiles sociológicos distintos porque «han llegado a la conclusión de que, para lograr la justicia social, solo hay una herramienta y vía política: la independencia».
De forma paralela, ha reiterado que el Estado español «no nos ofrece ningún proyecto para lograr la igualdad de oportunidades y la justicia social». «Antes lo hemos intentado todo», ha indicado, pero, a su juicio, el Estado español es irreformable e inmovilista. Por tanto, la única forma de luchar contra el Estado oligopólico «es la soberanía».
Ha subrayado que Catalunya necesita competencias para luchar contra las situaciones de pobreza, pero ha añadido que estas «se ven dinamitadas con recursos de inconstitucionalidad». En este sentido, ha recordado que 35 leyes aprobadas por el Parlament de Catalunya siguen pendientes de una resolución por parte del Tribunal Constitucional español.
Bloqueo en Corsica
Desde una perspectiva más detallada, Talamoni ha incidido en las limitaciones de las naciones sin estado. Microcréditos, un fondo solidario para medidas de inclusión social o un carné para jubilados han sido unas de las pocas medidas sociales que ha podido poner en marcha el Gobierno de Corsica.
Otras más relevantes, como una renta básica universal, han sido dinamitadas por París. En este sentido, el presidente de la Asamblea corsa ha explicado que están «muy limitados desde el punto de vista legal y jurídico». «Intentamos trabajar pero tenemos que negociar absolutamente todo con París», ha aclarado, añadiendo que, aunque la semana pasada recibieron al primer ministro francés, se encuentran «ante una situación de bloqueo» con el Gobierno del presidente Macron.
Preguntado por los “chalecos amarillos”, Talamoni ha señalado que el Gobierno de Corsica ha tenido «una actitud diferente» en comparación con París. «Nos hicieron propuestas y trabajamos conjuntamente en torno a dos cuestiones: combustible y productos de primera necesidad», ha remarcado.
La visión de Europa
Los participantes han tenido tiempo de debatir sobre la Union Europea y el papel de esta en los procesos de liberación nacional.
Rovira ha emplazado a «cambiar el marco europeo», pues no comparte esta Europa que no asume los retos sociales y humanitarias. «El contexto europeo no es favorable, pues la UE está encabezada por el conservadurismo», ha explicado. No obstante, ha asumido que puede ser «una ventana de oportunidades» si Europa «habla a través de los ciudadanos, a través de instrumentos democráticos».
Otegi ha incidido en que Europa, desgraciadamente, no va camino de convertirse en una Europa socialista, pero ha subrayado que es el momento de «unir fuerzas» para un frente común que esté dispuesto a realizar un «programa de mínimos».
Talamoni, por último, ha criticado el papel de la UE y de sus respectivos miembros ante la crisis del Open Arms y los migrantes que huyen de conflictos en sus países. Ha resaltado que «un barco estaba a punto de afrontar una situación crítica y no se podía asumir la responsabilidad de una catástrofe». Y ha informado de que expresaron «la voluntad de abrir nuestros puertos» porque los responsables de los Estados que estaban implicados no se pronunciaban en ese sentido.