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El Este alemán acude a las urnas con los focos puestos en los resultados de la ultraderecha

Unos cinco millones y medio de electores están convocados este domingo a las urnas para los comicios de Sajonia y Brandeburgo, dos Länder (estados federados) del este alemán que podrían dar un fuerte impulso a la ultraderecha.

Merkel recibe el doctorado en la cerenomia que tuvo lugar en la Ópera de Leipzig. (Odd ANDERSEN | AFP)

El recuerdo del inicio de la II Guerra Mundial, el 1 de setiembre de 1939, con la «guerra relámpago» lanzada por la Alemania nazi contra Polonia, no parece dañar a la actual ultraderecha, Alternativa para Alemania (AfD).

Este domingo se conmemora en Varsovia esa fecha amarga. Y también este domingo están convocados a las urnas los electores de Sajonia y Brandeburgo, dos estados con un peso demográfico modesto en un país de 82 millones de habitantes, pero de los que puede surgir una ultraderecha aún más envalentonada.

Si los pronósticos se cumplen, uno de cada cuatro votantes se decantará en Sajonia por ese partido; en Brandeburgo, se estima que será uno de cada cinco quienes voten al líder de la AfD en el land que rodea Berlín, Andreas Kalbitz, con vínculos con el neonazismo.

Último sondeo

El último sondeo de la televisión pública ZDF apunta a que la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller, Angela Merkel, defenderá claramente su posición de primera fuerza en Sajonia, el puesto que ha tenido desde la reunificación alemana (1990).

A la CDU sajona se le pronostica un 32% –una clara caída respecto al 39,4 obtenido en 2014–, mientras que la AfD obtendría un 24,5% –frente al 9,7 % de entonces–.

En Brandeburgo, al hasta ahora dominante Partido Socialdemócrata (SPD) se le prevé un 22% –una nueva sangría de votosrespecto al 31,9% de las anteriores elecciones-, apenas un punto de ventaja sobre la AfD del radical Kalbitz.

De ser ésta la correlación de fuerzas resultante de las urnas, las dos formaciones de la coalición de gobierno que lidera Merkel habrán evitado «lo peor». Es decir, que la AfD les arrebate la posición de fuerza más votada.

Pero tanto los conservadores de la canciller como sus socios en Berlín habrán encajado una nueva caída de votos, sin haber llegado aún a la mitad de la presente legislatura, tras la que Merkel se despedirá del poder.

Cordón sanitario

La ultraderecha está descartada como socio o aliado externo por el resto de las formaciones políticas, sea cual sea su resultado en las urnas y tanto a escala federal como regional.

El primer ministro sajón, el conservador Michael Kretschmer, quien gobierna en Dresde aliado con el SPD, ha insistido en que no abrirá la puerta a la AfD, aunque desde el ala más derechista de su partido han surgido voces apuntando a la necesidad de «hablar» con ellos.

Su homólogo de Brandeburgo, el socialdemócrata Dietmar Woidke, gobierna con Die Linke (La Izquierda) como socio y no descarta a ningún aliado futuro, salvo obviamente la ultraderecha.

La campaña electoral en ambos Länder ha estado marcada por la movilización general contra el enemigo común, la AfD, y el compromiso de mantenerlo arrinconado políticamente.

La única formación que, junto con la ultraderecha, va a crecer, según los pronósticos, son los Verdes, cuyo líder federal, Robert Habeck, ha estado omnipresente en la campaña.

El sondeo de la ZDF pronostica para los ecologistas un 14,5% en Brandeburgo y un 11,5% en Sajonia, más del doble de lo obtenido en ambos casos en 2014 y el mejor resultado del partido en el Este.

Los colegios electorales abren a las ocho de la mañana y cerrar a las seis de la tarde.

Merkel, en Leipzig

Aunque no era un acto de campaña, Angela Merkel tuvo un protagonismo especial durante la jornada del sábado en Sajonia, ya que viajó paara recibir el título de doctora honoris causa por la Universidad de Comercio de Leipzig, donde elogió el coraje de los ciudadanos de esta ciudad, protagonistas de la revolución pacífica que precedió a la caída del muro de Berlín en 1989.

«Como persona que estudió aquí en tiempos de la República Democrática Alemana, sé del valor que precisaron para enfrentarse al régimen», dijo Merkel en la ceremonia dcelebrada en la Ópera de Leipzig.

De Leipzig partieron, meses antes de la caída del muro de Berlín, las manifestaciones de ciudadanos germano-orientales que, al grito de «Wir sind das Volk» –«Nosotros somos el pueblo»–, salían a calle cada lunes a reclamar reformas democráticas.

La canciller se ha mantenido alejada de la campaña de la CDU, en gesto claro hacia su sucesora al frente del partido, Annegret Kramp-Karrenbauer, pero también para evitar el daño que provocan a la imagen del partido los abucheos que la ultraderecha dirige a la canciller cada vez que acude al Este.