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El Tribunal Supremo británico declara ilegal el cierre del Parlamento por Johnson

El Tribunal Supremo de Reino Unido ha sentenciado que el cierre parlamentario forzado por el Gobierno de Boris Johnson es «ilegal, nulo y sin efecto», por considerar que perjudica la actividad legislativa y «no hay justificación» para una medida que podría acarrear consecuencias «extremas» para la democracia.

La demanda de reapertura del Parlamento, hoy ante el Supremo. (Tolga AKMEN | AFP)

El Supremo británico ha determinado en primer lugar que tiene competencias para pronunciarse sobre la legalidad o no del cierre del Parlamento, por entender que analizar los límites de este tipo de suspensiones son también una cuestión de los jueces y no forman parte únicamente del debate político.

La corte, que ha reunido a once magistrados para analizar este caso --el mayor número posible--, ha asumido que «no es una suspensión normal» por el tiempo elegido por el Gobierno, en la medida en el que la actividad no se retomaría hasta el 14 de octubre, a 15 días de la fecha del Brexit.

La consideración por parte del Supremo de que la cuestión excede el debate político y afecta a la justicia no es baladí, por cuanto oblga en principio a reabrir el parlamento cuanto antes y dificulta un nuevo cierre, aunque esta vez se hiciera asegurando su legalidad.

Fallo histórico

Tony Travers, experto de la London School of Economics,  avanzaba ayer que si se daba este tipo de fallo, «la Corte Suprema británica se convierte en árbitro, en una suerte de corte constitucional en un país sin constitución escrita.

Robert Hazell, del University College London, coincidía en que «sería una gran etapa, el más importante affaire constitucional de este decenio y posiblemente del siglo».

El Tribunal Supremo recibió dos sentencias divergentes de tribunales de menor rango. La Alta Corte de Londres consideró que no podía entrar en una decisión política, mientras que el Alto Tribunal de Escocia sí la consideró ilegal.

El primer ministro  británico recibió la noticia en Nueva York, a horas del inicio de la Asamblea General anual de la ONU. La sentencia supone un nuevo varapalo, esta vez judicial, para Johnson.

El líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, ha exigido su dimisión inmediata.

El presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, ha pedido que las sesiones del Parlamento sean reanudadas «sin retraso».