Irlanda cumple sin pena ni gloria el trámite ante Rusia
Los de verde han necesitado más de una hora de juego para asegurarse el bonus ofensivo ante un rival que se ha mostrado combativo pero limitado (35-0).
Irlanda venía de caer ante Japón, y el partido frente a Rusia parecía propicio para ofrecer titulares sobre «pagar los platos rotos».
Pero no ha sido así. Es lógico que técnicos y jugadores se guarden cosas en estos duelos tan desequilibrados, pero lo cierto es que pocos apostarían ahora por los del trébol en un hipotético cruce de cuartos ante Nueva Zelanda o Sudáfrica.
Ante Rusia, la primera tarea era asegurar la victoria, que estaba en el bolsillo antes del cuarto de hora con los ensayos de Kearnay y O’Mahony. Harina de otro costal ha sido certificar el bonus ofensivo, que ha tenido que esperar hasta mediada la segunda mitad con las marcas de Ruddock (m.34) y Conway (m.61). La guinda la ha puesto Ringrose (m.75).
Partido sin historia, aburrido, pero que sobre todo no hace sino incrementar la preocupación en la hinchada verde.