Galder Gaztelu-Urrutia: «‘El hoyo’ no ofrece respuestas, solo plantea muchas preguntas»
Galardonada con el Premio del Público en la sección Mignight Madness del Festival de Toronto y adquirida por Netflix, la ópera prima del cineasta vasco Galder Gaztelu-Urrutia –‘El hoyo’–, prolonga su ruta en el Festival de Sitges. El cineasta revela a NAIZ los entresijos de esta obra que define como «un thriller de ciencia ficción complejo que va más allá en su crítica al capitalismo».
Tras su paso por el Festival Internacional de Cine de Toronto –donde se alzó con el Premio del Público en la sección Midnight Madness–, la ópera prima del director vasco Galder Gaztelu-Urrutia titulada 'El hoyo' ha recalado en el Festival de Sitges, donde está recibiendo una calurosa acogida. NAIZ ha tenido ocasión de conversar con el cineasta en este certamen catalán y ha compartido los entresijos de esta modesta producción que ha sido adquirida por la plataforma Netflix.
A modo de prólogo, Galder Gaztelu-Urrutia nos revela el origen de un proyecto que «nació a raíz de una historia que fue escrita por David Desola y Pedro Rivero hace muchos años y con idea de ser una obra de teatro. Cuando llegó al productor me la pasó para que la leyera y de inmediato me quedé atrapado por su trama. No obstante, sabía que el paso de una obra teatral al cine iba a resultar costoso y laborioso y con un final incierto, porque había muchas cosas que no sabíamos cómo readecuarlas. Nos pusimos a ello y mientras buscábamos la financiación, iniciamos la reescritura del guion junto con sus autores originales».
Entre las principales dificultades que conllevaba el proyecto figura ese paso de un imaginario escénico a uno fílmico. En relación a ello, afirma que «desde un punto de vista conceptual resultaba difícil, porque la obra estaba encaminada a un sector muy determinado de público teatral y, por otro lado, debíamos dotarla de cierta fisibilidad y readecuarla a una espiritualidad cinematográfica. Por otro lado, había que subrayar la propia esencia del cine a la hora de dotarla de realismo –aunque no deja de ser ficción–, imprimir más acción en detrimento de algunos diálogos y los objetivos de los personajes debían quedar más definidos».
Capitalismo y voracidad humana
A la hora de catalogar ‘El hoyo’, Gaztelu-Urrutia la define como «un thriller de ciencia ficción pero, no obstante, queda muy claro que el argumento está muy enraizado en los que es la vida y el mundo actual. Hace especial hincapié en la perpetua desigualdad del reparto de las riquezas y, sobre todo, cómo enfocamos cada persona esta desigualdad dependiendo de dónde nos haya tocado nacer. ‘El hoyo’ no ofrece respuestas, solo plantea muchas preguntas. Una de las cosas que tenía claras cuando me embarqué en el proyecto es que no quería un discurso, no me sentía con fuerzas ni autorizado para adoctrinar a nadie. Lo que hace la película es poner en escena una serie de problemas muy relacinados con el mundo actual y cómo reaccionados ante ciertas situaciones. Muestra una serie de situaciones que delegan en el espectador la facultad de responderlas».
Otro elemento que destaca en el filme es su sensación opresiva. El cineasta lo explica señalando que «es uno de los aspectos que, a la hora de plasmarlo en formato cinematográfico, queríamos enfatizar. En el teatro tal vez te puedes tomar una licencia más expresiva, pero en cine había que hacer creer al espectador el universo que queríamos visibilizar. Por mucha ficción que conlleve una película, siempre queda esa invitación para seducir al espectador y hacerle partícipe de un mundo propio y singular. Hay que ofrecer un espacio y el espectador se debe creer que esa es nuestra realidad y en ese contexto, y como director, construir la historia por él».
La plena implicación de un reparto que incluye a Iván Massagué, Antonia San Juan, Zorion Egileor, Emilio Buale y Alexandra Masangkay, fue para el director «muy positiva y determinante. Contar con la experiencia e implicación de un reparto compuesto por intérpretes muy curtidos me ayudó muchísimo a la hora de resolver varias situaciones».
En relación al gran éxito que está cosechando esta producción, el autor reconoce que «jamás hubiera imaginado nada similar a lo que nos está pasando con ‘El hoyo’. Todo los que nos dedicamos al cine somos unos entusiastas y algo quijotescos y siempre tendemos a dejarnos llevar por la imaginación y especular con lo que te gustaría que pasara. La realidad siempre es muy tozuda y no siempre logras un propósito y, además, eres consciente de que estas cosas son muy difíciles que ocurran. Soy un novato en todo esto y soy consciente de que no suelen ocurrir muy a menudo respuestas como las que está obteniendo la película. Pero bueno, está pasando y con los pies en el suelo, toca disfrutarlo. Lo que más me sorprende de este recibimiento a una película que es muy compleja, no solo cinematográficamente, sino también ideológicamente porque a simple vista puede parecer solo una crítica al sistema capitalista. En su entraña encontramos muy diversas perspectivas ideológicas que funcionan y que están siendo entendidas por espectadores muy dispares. Creo que maneja un discurso bastante universal, la película hace un constante y muy complejo equilibrio y cualquier desliz nos hubiera precipitado hacia una caída muy seria. Por fortuna, parece que lo hemos evitado».