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La división en el BCE marca la última reunión de política monetaria presidida por Draghi

Mario Draghi ha presidido este jueves por última vez en la reunión de política monetaria del BCE, en mitad de una clara división provocada por el ala dura de los banqueros centrales. Tras el encuentro, ha señalado que los últimos datos  disponibles «indican un debilitamiento económico más prolongado de la economía de la zona del euro».

Mario Draghi y su sucesora al frente del BCE, Crhistine Lagarde. (Yiannis KOURTOGLOU | AFP)

Mario Draghi abandonará el Banco Central Europeo tras haber engordado el balance de la entidad en más de 2,6 billones de euros, con la puesta en marcha de tres programas de financiación a largo plazo con objetivo específico (TLTRO) y después de haber apuntalado un sistema de segmentación para no perjudicar las reservas que las entidades bancarias tienen «aparcadas» en el propio BCE.

Desde que tomara posesión de su cargo el 1 de noviembre de 2011, el banquero italiano ha rebajado el tipo de interés de referencia para las operaciones de refinanciación en 150 puntos básicos; el de facilidad de depósito, en 150; y el de facilidad de préstamo, en 200.

A la reunión ha asistido la próxima presidenta del BCE, Christine Lagarde, que asumirá el cargo el 1 de noviembre y que hasta ahora ha sido directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Como estaba previsto, el BCE ha apostado por mantener el tipo de interés al que presta a los bancos semanalmente al 0% y la tasa a los depósitos (facilidad marginal de depósito) en el -0,50%.

También ha confirmado que reiniciará las compras de deuda el 1 de noviembre a un ritmo mensual de 20.000 millones de euros, como decidió en setiembre.

Desacuerdo público

A esta reunión se unió la alemana Sabine Lautenschläger, que decidió dimitir de su cargo en el Comité Ejecutivo del BCE pocos días después de que se anunciara el último paquete de estímulos.

Además de la dimisión de la banquera central alemana, también se generaron fracturas en el consenso del BCE cuando los presidentes de los bancos centrales de Alemania, Estado francés, Austria y Países Bajos decidieron criticar abiertamente y en público las decisiones adoptadas en setiembre.

«El desacuerdo público entre los miembros el Consejo de Gobierno socava la credibilidad y será un desafío para Christine Lagarde desde el primer momento», advierte el economista de Bank of América Merrill Lynch Rubén Segura-Cayuela. «Con la próxima configuración del Consejo de Gobierno, los bancos centrales nacionales se sentirán más convencidos de expresar sus opiniones en público, algo que ya estamos observando», ha comentado para Europa Press.

La supervivencia del euro

Respecto al legado de Draghi, el grueso de los analistas considera que ha dejado al BCE con el piloto automático funcionando para los primeros meses, e incluso años, del mandato de Lagarde.

«Su legado es la supervivencia del euro durante su test más duro hasta la fecha usando métodos que previamente eran un anatema para un banco central impregnado de las tradiciones del Bundesbank, ha apostillado Nick Wall, gestor de Merian Global Investors.