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El mariscal libio Haftar conquista Sirte en su camino a Trípoli

Adelantándose por horas al despliegue del Ejército turco, el mariscal libio Jalifa Haftar ha conquistado Sirte tras lograr el apoyo de una milicia salafista local. Haftar, que cuenta con el apoyo de las satrapías del Golfo y de Rusia, propina un serio revés al asediado Gobierno de Trípoli y a sus aliadas milicias de Misrata, que controlaban hasta ahora la localidad natal del desaparecido Gadafi.

El portavoz de Haftar anunció la toma bajo control de Sirte desde Bengasi. (Abdullah DOMA-AFP)

Las fuerzas bajo el mando del mariscal Jalifa Haftar, hombre fuerte del Libia, anunciaron a última hora del lunes la conquista de los principales puntos estratégicos de la ciudad costera de Sirte, en un duro golpe militar a la coalición que forman el gobierno sostenido por la ONU en Trípoli (GNA) y la ciudad de Misrata.

El llamado Ejército Nacional Libio (LNA), a las órdenes del Parlamento electo pero no reconocido de Tobruk, aseguró haber arrebatado a las milicias locales el control del puerto, del aeropuerto internacional y del barrio Tres, habitado por la tribu Al Fordjan, de la que procede el propio Hafftar,

Ciudad costera situada en la costa a unos 400 kilómetros al oeste de Trípoli, el portavoz del LNA, Ahmed al-Mesmari, anunció desde Bengasi que «Sirte ha sido totalmente liberada» tras tres escasas horas de combates, lo que supondría un gran revés para el GNA y las milicias de la histórica ciudad-estado de Misrata, que controlaba la ciudad desde 2016 tras haber expulsado después de meses de combate y miles de bajas al Estado Islámico (ISIS) de la localidad en la que nació el abruptamente desaparecido Muamar al-Gadafi.

Las milicias de Misrata han anunciado este martes que han lanzado una contraofensiva para recuperar posiciones en la ciudad pero un comandante de las fuerzas pro GNA ha confirmado desde el anonimato la pérdida de la ciudad y la estampida de sus fuerzas.

Esa misma fuente denunció la «traición« de un grupo armado salmista, que habría cambiado de bando tras el asalto de las fuerzas de Haftar.

Estas, apoyadas internacionalmente, entre otros, por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU), contaron con el apoyo de las Brigadas 210 y 604, de tendencia salafista, además de la unidad de élite Al Saiqa –algunos de cuyos dirigentes han sido acusados de crímenes contra la humanidad, de mercenarios árabes sudaneses de la milicia Janjawid, responsable de crímenes de guerra en Darfur y de milicias de la oposición chadiana, que serían las que habrían logrado romper la barrera en torno al estratégico barrio Tres, desde el que accedieron al centro de la ciudad.

El anuncio del importante avance militar de Haftar, apoyado asimismo  por Rusia, Egipto y Estado francés, coincide con el desembarco de las tropas enviadas por Turquía.

Aparte de Turquía, al gobierno sostenido por la ONU en Trípoli y su aliado Misrata lo apoyan Qatar, Túnez, Argelia y, de forma discreta, EEUU y la UE.