Trump responde con más sanciones al ataque de Irán pero evita nuevas amenazas militares
El presidente de EEUU, Donald Trump, ha afirmado que el ataque de Irán contra dos bases iraquíes en las que están instaladas tropas estadounidenses no causó bajas y el daño fue mínimo, a la vez que ha anunciado nuevas sanciones contra Teherán. Aun así, ha evitado lanzar nuevas amenazas militares y ha dirigido a Teherán su disposición «para la paz».
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado este miércoles que el ataque de la Guardia Revolucionaria iraní contra dos bases que albergan tropas estadounidenses en Irak no causaron bajas.
«EEUU inmediatamente impondrá sanciones adicionales contra el régimen iraní. Estas sanciones poderosas estarán en vigor hasta que Irán cambie su comportamiento», ha señalado Trump en su mensaje a la nación desde la Casa Blanca rodeado por el alto mando militar, un día después del ataque iraní.
El ataque de Teherán supone la primera respuesta a la ejecución del general iraní Qasem Suleimaní la pasada semana cerca del aeropuerto de Bagdad.
Sobre este ataque medido de Teherán, del que incluso ha avisado al Gobierno iraquí, Trump ha señalado que «Irán parece estar retirándose, lo cual es algo bueno para todas las partes interesadas y algo muy bueno para el mundo».
En el mismo sentido, ha evitado replicar con nuevas amenazas a pesar de que ha vuelto a alardear del poder del Ejército estadounidense y su armamento. Así, ha indicado que «no queremos usar» esas armas y ha apelado a Irán a combatir juntos contra el enemigo común del Estado Islámico.
A la vez, el presidente estadounindense ha deplorado el acuerdo nuclear alcanzado con Irán en 2015 y del que retiró a Estados Unidos, reprochando su firma a la anterior administración de Barack Obama y ha pedido a los firmantes europeos, Rusia y China que «rompan con los resquicios» del acuerdo para firmar otro.
Asimismo, ha solicitado a la OTAN que se involucre mucho más en Oriente Medio.
Después de los ataques iraníes, Trump ha mantenido dos reuniones en la Casa Blanca con su equipo de seguridad nacional, compuesto entre otros por los secretarios de Estado, Mike Pompeo, y de Defensa, Mark Esper.
El Gobierno iraní ha reclamado la autoría del ataque contra la base de Ain al Asad y ha avisado de que solo es el principio de su venganza por la muerte de Qasem Soleimaní, considerado un héroe en Irán.
Aun así, su aviso al Gobierno iraquí ha revelado una respuesta muy medida para evitar bajas, también estadounidenses.