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Los bretones más cerca de ganar la batalla de la «ñ», que vale también para los vascos

El Gobierno francés cambiará la ley para que puedan registrarse nombres con signos diacríticos. Así, los niños bretones que se llamen Fañch, pero de paso también las niñas de Iparralde que se llamen Aña, podrán escribir su nombre correctamente, derecho que hasta ahora les era vetado en los servicios civiles.


La pequeña ceja que figura sobre la «n» en el alfabeto bretón ha dado lugar a una ruda batalla en tribunales que debería quedar zanjada con el anuncio hecho hoy en París de que el Ministerio de Justicia francés promoverá los cambios en la ley necesarios para que se puedan inscribir en el registro a niñas y niños cuyos nombres se escriban con «signos diacrónicos regionales», entre los que destaca la tilde que figura sobre la n.

El caso del niño Fañch Bernard se ha convertido en el estandarte de esa batalla, que ha saltado del registro civil a los tribunales, por conseguir que se acepte la ortografía bretona.

Inspirada en ese caso, una baionarra, Alexandra Ibañez, se sumaba a esa pelea, en su caso, por devolver a su hijo el nombre familiar con la grafía correcta.

La utilización de la «ñ» ha venido siendo rechazada por los registros civiles por entenderse que atenta contra principios republicanos, al ser el francés la única lengua oficial en el Hexágono, y por tanto su grafía la única permitida. De tal modo que los Beñat, Eñaut, Aña, Iñaki... aparecen sin la preceptiva tilde en las partidas de nacimiento.

El presidente de la Asamblea Nacional ha filtrado hoy la noticia de que se cambiará la norma, con lo que los vascos y bretones podrán inscribirse con su nombre.

Ferrand se ha querido apuntar el tanto a unos días de que, el 13 de febrero, se debata una propuesta legislativa en la misma línea defendida por un diputado bretón, Paul Molac, con un largo recorrido en la defensa de las llamadas «lenguas regionales».