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El Ayuntamiento de Gasteiz ofrece el problemático Gardelegi para albergar residuos de Zaldibar

El Ayuntamiento de Gasteiz ha ofrecido Gardelegi para acoger los residuos de Zaldibar. El vertedero de la capital alavesa no destaca por el grado de cumplimiento de las condiones de la autorización ambiental integrada, y durante años ha vertido lindano a las aguas del Zadorra.

Imagen del vertedero de Gardelegi. (Juanan RUIZ/FOKU)

El Ayuntamiento de Gasteiz ha ofrecido las instalaciones de Gardelegi para albergar residuos procedentes del vertedero de Zaldibar, donde la empresa Verter Recycling 2002 SL había depositado 4.239 toneladas de materiales con amianto. Un elemento cancerígeno que, según explicaron la semana pasada fuentes del Departamento de Medio Ambiente, no está catalogado como «residuo peligroso», siempre y cuando se cumplan las condiciones de depósito.

El Consistorio de la capital alavesa, en manos de PNV y PSE, ha respondido así a la solicitud de la Viceconsejería de Medio Ambiente, que ha pedido la colaboración de los vertederos autorizados de la CAV para atender las «necesidades urgentes de gestión». En concreto, les ha solicitado que acojan «los residuos no peligrosos que venía acogiendo el vertedero colapsado», que pasó del «grado alto» de cumplimiento ambiental a «grado bajo» en cuatro años.

Así lo aseveran los informes de inspección emitidos en 2015, 2017 y 2019 por el Servicio de Inspección Ambiental del Ejecutivo autonómico, que durante los últimos años no han otorgado una buena puntuación a Gardelegi. En 2015 y 2016 estableció que el grado de cumplimiento de las condiciones de la autorización ambiental integrada era «bajo», en 2017 lo elevó a «medio», y a finales de 2018 redujo el grado de cumplimento a «medio-bajo».

Vertidos de lindano

Entre las materias asociadas a los incumplimientos constatados en las inspecciones se citan las «condiciones específicas de vertederos» y la «protección del agua». Este último problema podría guardar relación con los vertidos de lindano al Zadorra. Durante años los controles realizados sobre la calidad de las aguas del río han puesto de manifiesto la existencia de un foco de contaminación en los lixiviados del vertedero, una situación que se corrigió el pasado otoño, cuando se puso en marcha de una planta de tratamiento.

Está por ver qué indicarán las futuras inspecciones para saber si ha bastado con la colocación de la planta de tratamiento, y si se han solucionado los problemas asociados a las «condiciones específicas de vertederos». También para conocer si se han resuelto los incumplimientos relacionados con la «gestión de residuos», que figuran en el informe de diciembre de 2018.