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El análisis de URA en el entorno de Zaldibar hasta el día 11 detectó un aumento de amonio y metales

El informe sobre la calidad del agua del entorno del vertedero de Zaldibar realizado por la Agencia Vasca del Agua (URA), desde el derrumbe hasta el 11 de febrero, ha detectado un aumento de la cantidad de amonio y presencia de los metales cadmio, níquel y selenio en el caudal de los lixiviados, las partículas que arrastran los líquidos vertidos desde la zona del desprendimiento. El informe es de este lunes 17.

Cartel de advertencia en las inmediaciones del vertedero. (Andoni CANELLADA / FOKU)

Tras la publicación del informe fechado este lunes 17, y en respuestas a través de su cuenta de Twitter a preguntas ciudadanas sobre si se puede consumir el agua del grifo, URA ha indicado que «en la regata de Aixola, donde llega lo que sale del vertedero (lixiviados)» y «con los datos disponibles hasta ahora, el vertido al río es el equivalente a un vertido de aguas residuales domésticas» y que «a la luz de los resultados de los exhaustivos análisis y el estrecho monitoreo, el agua de grifo se puede seguir consumiendo con normalidad».

Las analíticas, realizadas en la regata de Aixola y en el río Ego, y que corresponden a las muestras recogidas hasta el 11 de febrero, indican que el parámetro «más relevante» es el amonio, característico de los lixiviados procedentes de vertederos. Asimismo se detecta «presencia de algunos compuestos orgánicos, tales como disolventes orgánicos (BTEX) e hidrocarburos, aunque su concentración no parece relevante», sostiene el informe.

Entre sus conclusiones, el análisis de las muestras concluye que «no existe superación de las normas de calidad ambiental en ninguno de los parámetros analizados hasta el día 11, último dato disponible, a excepción de los niveles de amonio en los puntos de toma instalados en la regata Aixola, aguas abajo del vertedero, donde la superación se corresponde probablemente con el lixiviado del vertedero».

Asimismo, se ha detectado amonio en el punto de toma del río Ego ubicado entre Ermua y Eibar, donde el contenido en amonio, «más elevado», se debe, según señala URA, «a las aguas residuales urbanas todavía no recogidas por el sistema de colectores». El estudio añade que en ninguna de las muestras analizadas tampoco se ha detectado la presencia de lindano (HCH).

URA ha informado de que ha instalado en el punto de control ubicado en la regata Aixola o Beko, inmediatamente antes de la confluencia con el río Ego, una estación de control en tiempo real.

Su objetivo es el seguimiento de indicadores que permitan identificar de forma inmediata cambios en la fisicoquímica del agua originados en posibles lixiviados con origen en el vertedero, de forma que se puedan adoptar los controles o medidas correspondientes. La medida se realiza cada 10 minutos, con actualización de datos a los servidores a las 8.30 y 15.30 de cada día en condiciones de normalidad, y horaria en caso de alerta.