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China ayuda a Europa con 100.000 test de Covid-19, sobre todo para Italia y el Estado español

China ha informado este jueves a través de sus embajadas de que ha mandado a Europa, sobre todo con destino a Italia y el Estado español, 100.000 test para realizar la prueba del coronavirus. Una noticia que facilitará la detección y que puede cambiar también sustancialmente el número de positivos y el índice de letalidad.

Los test ya están en Europa. (Getty)

El Gobierno de China ha informado este jueves a través de sus embajadas que ha enviado un lote de suministros médicos a Europa que incluye 1,8 millones de mascarillas y 100.000 test para realizar la prueba del Covid-19.

La embajada china en Madrid lo ha confirmado en su cuenta de Twitter, en la que afirma que el lote llegó a Bélgica y que «va de camino» de Italia y España, entre otros países.

Preguntado el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, sobre si el Estado español ha estado en comunicación con China en su comparecencia en la Moncloa en el Consejo de Ministros extraordinario, ha sostenido que, a través de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se encuentra en contacto con todos los países.

Además, ha destacado que China «acumula una serie de experiencias» que «están siendo analizadas por la comunidad científica».

Diferencias de criterio a la hora de hacer pruebas

El alcance de la realización de pruebas modifica sustancialmente los números de positivos y consecuentemente los índices de letalidad en cada país. En estados muy afectados como Corea del Sur se ha producido una realización masiva de pruebas, con lo que han aumentado muchos los casos de positivos al detectarse en personas que no manifestaban síntomas, y en la misma medida ha hecho bajar el porcentaje de letalidad.

En los sitios en que hay déficit de test, las condiciones para la realización de pruebas son más restrictivas, y en consecuencia hay menos positivos y sube el índice de mortalidad por casos. Sin ir más lejos, en Euskal Herria algunos positivos de coronavirus han sido producto de necropsias, es decir, se han constatado una vez fallecida la persona.

Este jueves se ha producido un ejemplo práctico de esta diferencia de criterios, que en parte tiene que ver con la disponibilidad de test. Mientras en el Gobierno español se han realizado pruebas de coronavirus a todos los miembros tras conocerse que se había infectado la ministra Irene Montero, en el de Macron no se ha hecho lo mismo con los compañeros del titular de Cultura enfermo (Frank Riester). Y es que el protocolo francés establece que no se hacen análisis a quien no manifieste síntomas, aunque haya estado en contacto con una persona afectada.