Moscú intenta mantener a raya al coronavirus con teleasistencia médica
La Federación de Rusia es el estado más extenso del mundo –incluye cerca del 40% del continente europeo y todo el norte de Asia– y su población ronda los 147 millones de habitantes. Hasta ahora, ha podido contener la epidemia del nuevo coronavirus: 8.672 contagios detectados y 63 muertes. Uno de los proyectos puestos en marcha en Moscú es un gran consultorio de telemedicina.
En la pantalla del ordenador, un moscovita de cabellos grises habla desde su apartamento. Diagnosticado positivo en coronavirus, dice que se siente bastante bien mientras conversa con una médica que le asiste en el marco de un programa de telemedicina.
La joven practicante de medicina que dirige la consulta por videoconferencia, Sevana Mamedova, indica a su paciente que tiene que llamar a un doctor para que acuda a su domicilio a controlar sus problemas respiratorios.
Los pacientes de Covid-19 que presentan síntomas leves tienen derecho a permanecer en sus casas. Desde la apertura de un nuevo centro en la capital rusa, son vigilados a distancia por médicos que pueden recomendar su hospitalización si su estado se agrava.
Situado en un inmenso edificio escolar, este centro es una de las iniciativas para frenar la propagación del coronavirus abierto de forma urgente por el Ayuntamiento de Moscú, donde se encuentra el epicentro de la pandemia en Rusia. Otro gran proyecto en marcha es la construcción de un hospital para cuidar a pacientes del Covid-19.
Moscú, con 12,5 millones de habitantes, es la segunda ciudad más poblada de Europa tras Estámbul.
Un centro específico
En este centro de telemedicina, doctores vestidos con la habitual bata blanca están sentados, en oficinas separadas, ante ordenadores y teléfonos. Por ahora, el número de llamadas es manejable.
«Estamos preparados para aumentar la capacidad», afirma el jefe médico, Andrei Tiajelnikov, cuando el número de nuevos casos registrados oficialmente crece en el conjunto de Rusia, que suma 8.672 casos y 63 muertes, la mayoría en Moscú.
«El centro de telemedicina ha sido creado específicamente para los pacientes de coronavirus cuyo estado permite que estén bajo observación en casa», explica este doctor, que antes de la epidemia dirigía una importante clínica.
Más de 200 médicos trabajan en esta nueva instalación. La mayor parte son generalistas que han sido formados para la ocasión, pero también cuentan con pediatras que se ocupan de las consultas con niñas y niños con la ayuda de sus progenitores.
«Cada día hay más», comenta una de estas pediatras, Iulia Iuchancheva, respecto a los casos de niños infectados por el Covid-19, la mayoría de los cuales no presentan síntomas graves.
«Todo este proyecto ha sido creado con mucha anticipación para que podamos gestionar rápidamente las llamadas cuando haya muchas», añade.
«Más últil aquí»
La telemedicina también permite a las doctoras atender a más personas que en los consultorios habituales. «He pensado que sería más útil aquí que en la clínica», indica Sevana Mamedova.
Todos los pacientes que se atienden aquí han sido examinados previamente por un médico en persona. La comunicación por vídeo permite a los doctores observar el color de la piel, un indicador del nivel de oxígeno en sangre, o si hay síntomas más preocupantes como los problemas respiratorios.
La jornada de los médicos es de doce horas al día con pausas para comer y descansar. El centro está abierto las 24 horas. Con unos 15 minutos por consulta, hasta ahora han atendido más de 7.000.
Según indica otra de las médicas, Liudmila Berezkina, muchos pacientes que utilizan el servicio no presentan ningún síntoma, aunque han dado positivo. Tienen que dar negativo en dos pruebas antes de que se les dé el alta.
En un principio, Moscú hospitalizaba incluso los casos ligeros de Covid-19, pero ahora las camas disponibles se reservan para los enfermos más graves. Y los médicos lo defienden: los pacientes con síntomas leves están mejor en su casa.
«En su casa, las paredes les cuidan», subraya Berezkina citando un proverbio ruso.