El Tribunal Supremo de Países Bajos avala la eutanasia en casos de demencia avanzada

El Tribunal Supremo neerlandés ha dado hoy su aval a practicar la eutanasia en casos de personas con demencia avanzada, incluso si ya no están en condiciones de reiterar su deseo, una aclaración jurídica corolario de un juicio sin precedentes en este país.

La Justicia neerlandesa absolvió en setiembre pasado a un médico acusado de haber dado muerte en 2016 a una paciente que sufría Alzheimer, sin haberse cerciorado debidamente sobre su consentimiento, un caso muy sonado en Países Bajos, primer Estado en legalizar la eutanasia. El Tribunal Supremo ha puesto hoy fin a este proceso judicial sin precedentes en el país al avalar la práctica de la eutanasia en casos de personas con demencia avanzada, incluso si ya no están en condiciones de reiterar su deseo.

La Fiscalía había remitido el expediente de este caso al alto tribunal solicitando una aclaración jurídica, una gestión poco habitual en aras del «interés de la ley». Buscaba aportar precisiones sobre el derecho de las personas que padecen demencia a decidir sobre su propio destino, una cuestión sobre la cual, según el Ministerio Público, la ley no da una respuesta concluyente.

«Un médico puede acceder a una solicitud de eutanasia por escrito en el caso de una persona con demencia avanzada», ha dictaminado hoy el Tribunal Supremo. Si se cumple con todos los requisitos establecidos por la ley, un médico no puede ser inculpado, incluso aunque el paciente ya no sea capaz de reiterar su deseo de morir, ha señalado la máxima autoridad judicial neerlandesa.

La legislación ya estipulaba que una persona tiene derecho a presentar una solicitud por escrito pidiendo la eutanasia en caso de que después ya no vaya a tener la capacidad de expresar esa voluntad.

En lo sucesivo, «esto se aplica también si la incapacidad para expresar una voluntad es causada por una demencia avanzada», ha concluido el Supremo.

La eutanasia está autorizada por la ley neerlandesa solo bajo condiciones estrictas. Al menos dos médicos deben certificar que no existe otra solución razonable para el paciente, y que su sufrimiento es insoportable y no hay la menor esperanza de una mejoría.