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Los alcaldes de localidades afectadas por el cierre de mugas se quejan al prefecto

Hoy hemos entrado en la tercera semana de cierre a cal y canto de la mayoría de los pasos que enlazan el norte y el sur de Euskal Herria. Una situación que no se sabe cuánto durará pero que ha llevado finalmente a electos navarros y labortanos a preparar un escrito de queja que tiene como destinatario al prefecto de Pirineos Atlánticos, Eric Spitz.

Muga cerrada en el paso de Lizarrieta que une Sara y Etxalar. (Guillaume FAUVEAU)

Los electos de las localidades navarras y labortanas más afectadas por el cierre de nueve mugas internas de Euskal Herria han optado por dirigirse al prefecto de Pirineos Atlánticos, Eric Spitz, para trasladarle las quejas que reciben de sus vecinos.

Fue el pasado 11 de abril cuando la Prefectura de Pirineos Atlánticos hizo firme el cierre de nueve puntos de paso entre el sur y el norte de Euskal Herria, además del que enlaza por Belagua -San Martingo Harria- con Bearne.

Se mantienen abiertos los pasos principales, con prioridad para el eje europeo Biriatu-Behobia por la A63, pero desde hace más de quince días están sellados completamen otros nueve pasos, la mayoría menores y por tanto menos frecuentados, pero que, sin embargo, tienen una importancia vital para las localidades colindantes.

En todo caso, así lo estiman los alcaldes de Zugarramurdi, Urdazubi, Etxalar, Bera y Baztan, que detallarán en ese correo las consecuencias de una medida inédita, ya que, hasta la fecha, se han reimplantado temporalmente los controles fronterizos en distintas coyunturas -caso de la reunión del G7, en agosto pasado, en Biarritz- pero no se ha ordenado una clausura total.

Pasos abiertos, bajo estricto control

De hecho, durante el primer mes de confinamiento todos los pasos siguieron abiertos aunque el tránsito se limitó a personas que cumplieran los requisitos: llevar un certificado laboral de empresa y el justificante emitido por el Ministerio de Interior francés.

Superadas las dudas de los primeros días entre los que transitan por la muga a diario, la situación se fue normalizando hasta que llegó la clausura del 11 de abril.

«Este cierre es un duro golpe para nuestra economía local, en especial para la zona de las Ventas, y acarrea dificultades añadidas para los trabajadores que se desplazan de un lado y otro de la muga», explica a Mediabask el alcalde de Bera Aitor Elexpuru.

El cierre de los pasos de Lizarrieta, hacia Sara, obliga a los trabajadores a hacer un recorrido suplementario de 50 kilómetros, para ir y volver al lugar de trabajo por la muga de Dantxaria o de Hendaia.

Sin embargo, en esta última localidad se ha cerrado el paso de Behobia-Pausu (más práctico para los conductores navarros) por lo que sólo queda como opción el puente de Santiago, que es escenario de largas colas todos los días, no ya no de vehículos privados, sino de camiones, al haberse desviado parte del tráfico de mercancías por ese paso.

Largas colas y la paciencia se agota

Entre los vecinos de Hendaia la paciencia también empieza a agotarse. Elena, que hace cola por la mañana y por la tarde para ir y volver del trabajo, en un gran centro comercial de Oiartzun, explica que «todo depende del día, pero lo normal es perder mucho tiempo, porque cada vez anda más gente, y lo peor es que no sabemos hasta cuándo va a durar este lío».

«Los vecinos nos llaman para preguntarnos si podemos hacer algo» añade, por su parte, el alcalde de Bera, mientras desde el Ayuntamiento de Sara explican que ya hicieron una gestión informal con el prefecto para exponerle la situación y éste se mostró inflexible.

El saratarra Txema Iribarren se queja: «No les basta con que a las ocho horas de trabajo debamos sumar cada día dos horas de viaje, sino que nos mandan hacia la carretera de Elizondo conocida por el alto número de accidentes». Los vecinos de Zugarramurdi soportan la misma situación ya que el itinerario más corto pasa por Sara.

Son muchos los testimonios que han ido apareciendo en medios locales para pedir que las instituciones más cercanas se impliquen para sostener la queja de los vecinos. Es el caso del llamamiento hecho por Egoitz Blazquer-Errarte.

En Ibardin, sin saber si podrán abrir o no los comercios y restaurantes, todo son conjeturas. Y algunos empiezan a especular con que «el cierre de la muga se prolongue al verano». En Dantxaria la muga está abierta pero allí también hoy por hoy hay más dudas que clientes.