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Los sindicatos critican el plan de Lakua para volver a las aulas «sin planificación» y «sin garantías»

LAB, ELA, Steilas, CCOO y UGT han denunciado, tras la reunión con la consejera de Educación del Ejecutivo de Lakua, Cristina Uriarte, la «imposición» y la «falta de planificación» para la vuelta a las clases «sin garantías de seguridad y salud laboral». Uriarte ha informado de que a partir del 18 de mayo los alumnos de cuarto de ESO, Bachillerato y Formación Profesional deberán volver a clase de manera escalonada y ha abierto la posibilidad para las haurreskolak. 

Los sindicatos critican a Cristina Uriarte que no negocia, sino que impone sus criterios. (IREKIA)

LAB hace un llamamiento al plante si en el regreso a las aulas no se garantizan la salud y la seguridad, tras la reunión «protocolaria» mantenida con Cristina Uriarte, consejera de Educación. En opinión de la central sindical abertzale, es «imprescindible consensuar con la parte social» la planificación y organización del curso escolar y le ha instado «a negociar los planes de prevención que se tienen que acordar con todos los colectivos de trabajadoras y trabajadores. Sin un plan de prevención consensuado es imposible garantizar la salud laboral. La salud de las plantillas, alumnado y familias deben ponerse en el centro». 

A su juicio, son imprescindibles los EPI para todo el personal y el alumnado de 4º de ESO, Bachiller y Formación Profesional que regrese a los centros a partir del 18 de mayo. «El suministro de mascarillas es responsabilidad de la administración pública o del titular del centro de cada red», por lo que llama a que «no se abran centros escolares hasta que no haya dotación suficiente, ya que sería una falta de responsabilidad».

Como medida de conciliación, LAB explica que Cristina Uriarte ha anunciado la posibilidad de abrir las aulas para niños y niñas de 0 a 1 años mientras sus progenitores estén en el trabajo presencial, «en base a la demanda y al criterio de las autoridades de salud. Esta apertura de las escuelas infantiles responde únicamente a una perspectiva economicista y productiva, que las considera como un lugar donde dejar a las niñas y los niños, sin tener en cuenta sus necesidades pedagógicas y emocionales y minusvalora los proyectos educativos de estos centros». 

Inexactitudes en medidas de seguridad

ELA remarca que ese plan de retorno a las aulas «no se ha negociado con los sindicatos». Evidencia «inexactitudes en las medidas de seguridad para la salud, improvisación en la planificación y falta de previsión en los recursos» y «no cuenta con una planificación adecuada de recursos humanos para atender en esa vuelta a clase».

Este sindicato considera que se trata de una «nueva irresponsabilidad» de Cristina Uriarte por su «falta de voluntad» al diálogo y al acuerdo. «El plan se limita a final de curso, por lo que seguimos sin ninguna previsión para el próximo curso», ha lamentado. En cuanto a los alumnos de la etapa 0-1, «se abrirían las haurreskolak y los centros concertados, pero aún no se ha decidido una fecha concreta ni un plan de seguridad y organización concreto».

En el caso de las haurreskolak, ELA denuncia que «no prioriza la salud y seguridad de la comunidad educativa y que detrás de la decisión no hay ningún criterio pedagógico» y lamenta que el Departamento de Educación se refiere a esa etapa como «fuera del sistema educativo, es decir, ve esta etapa como un mero servicio asistencial»

Steilas, por su parte, destaca que ha sido «una reunión unilateral». A su juicio, Cristina Uriarte «se mantiene en que no quiere negociar o pactar nada con los sindicatos». Afirma, de hecho, que es «sorprendente e irresponsable» que «no se haya negociado con los sindicatos y las direcciones de los centros públicos, ya que se trata de medidas que afectan directamente a las condiciones laborales del personal y a la organización de los centros».

Advierte de que para mantener la distancia de seguridad será necesario contar con 15 alumnos y alumnas por aula y evitar las salas de uso común (bibliotecas, patios...). «Se nos ha informado sobre los criterios, pero no de las medidas que se van a adoptar para su cumplimiento».
 
En cuanto a Haurreskolak Partzuergoa, explica que es «preocupante que la consejera las haya situado fuera del sistema educativo. Está claro que para el Gobierno Vasco estos centros educativos no son más que ‘aparcamientos’ de niños y niñas». 

CCOO Irakaskuntza también lamenta la forma de actuar del departamento que dirige Cristina Uriarte. «Esta forma de actuar, que anula el diálogo social, no es propia de un Gobierno ni de un lehendakari que hace gala del mismo cada vez que es preguntado. Diálogo significa exponer, escuchar, debatir y, si es posible, acordar»

No entiende esta central que «sin la seguridad sanitaria asegurada para el conjunto de alumnado y trabajadoras/es del sector se incluya a los grupos de Bachillerato1 y FP1 entre los que deben volver a la actividad presencial» y critica que «no se hayan especificado cuestiones claves que las direcciones de los centros deberán tomar». 

Ha señalado, por último, que «es alarmante que por toda medida se aluda a la necesidad de limpieza ordinaria de los centros, entradas y salidas escalonadas, distancia de seguridad, uso obligatorio de mascarillas y jabón y grupos reducidos de 15 alumnos/as máximo». Por ello, se pregunta «¿dónde queda el control de temperatura? ¿quién proveerá de EPIs al conjunto de trabajadores/as del sector? ¿se tendrá en cuenta la opinión de los y las delegadas de prevención y seguridad laboral de los centros?». CCOO entiende que el plan es «fruto de la improvisación», por lo que solicita «con carácter inmediato la convocatoria de una Mesa Sectorial de Educación» 
 
UGT Irakaskuntza considera que lo presentado por Uriarte tiene «muchas carencias» y cree «prematura» la reanudación de la actividad docente presencial «cuando estamos todavía en la desescalada del estado de alarma del Covid-19».
 
Ha advertido al Departamento de Educación de que «falta un tratamiento individualizado del personal docente y no docente ante esta vuelta a las aulas», especialmente de los colectivos de riesgo, «tales como diabéticos, personas con enfermedades cardiovasculares y mayores de 60 años, entre otras que han señalado las autoridades médicas».
 
Para UGT Irakaskuntza la prioridad «en todo momento» tiene que ser «la salud y la seguridad de la comunidad educativa y el derecho a la educación y en el plan presentado faltan aspectos tan importantes como el necesario reforzamiento de las plantillas docentes para aplicar las medidas de seguridad y protección sanitaria».