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La fase de incertidumbre persiste con una movilidad restringida

Es posible que, si el Gobierno de Lakua lo confirma hoy, a partir del lunes la movilidad sin ningún tipo de restricción esté permitida dentro de la CAV, pero no más allá, mientras que en Nafarroa no habrá cambio por ahora. Esa será la principal novedad del pase de la fase 2 a la fase 3, que «no será la última» que decrete el Gobierno español.


La movilidad será territorialmente asimétrica en Hego Euskal Herria en la nueva fase del desconfinamiento diseñado en Madrid, desde donde el martes llegará otro decreto especial en el que el Ejecutivo de Pedro Sánchez fijará sus pautas para la «nueva normalidad», que será una etapa más larga que las completadas hasta ahora porque, probablemente, no terminará hasta que se disponga de un tratamiento eficaz para el coronavirus.

Por eso conviene comenzar con la perspectiva a corto plazo: a partir del lunes, si el Gobierno de Iñigo Urkullu mantiene su idea de que no haya restricciones dentro de la CAV, cualquier persona podrá desplazarse libremente, por ejemplo, de Araba a Bizkaia, sin atenerse a ningún tipo de justificación.

Pero para quien resida en Nafarroa no habrá cambio, al menos por unos días, porque no podrá pasar la muga hacia Zuberoa ni hacia Araba... ni hacia el sur ni hacia el este. En resumen, no podrá salir del herrialde por puro capricho, aunque sí puede hacerlo por esta larga lista: «motivos sanitarios, laborales, profesionales o empresariales, de retorno al lugar de residencia familiar, asistencia y cuidado de mayores, dependientes o personas con discapacidad, causa de fuerza mayor o situación de necesidad».

Y de Gipuzkoa tampoco se podrá pasar a Nafarroa ni a Lapurdi sin causa justificada, si bien las excepciones son más amplias si alguien de Irun se dirige a Bera, o viceversa, que si se encamina hacia Hendaia.

El Ejecutivo español no contempla el tránsito libre entre comunidades autónomas hasta que se culmine la fase 3, que, en principio, se prolongará hasta el 21 de junio, aunque, según señaló en la rueda de prensa del mediodía su portavoz, María Jesús Montero, podrían hacerlo antes de esa fecha «si sus presidentes así lo acuerdan».

Esa es la intención que han expresado tanto María Chivite como Iñigo Urkullu. La lehendakari navarra lo reiteró ayer: «Si todas las comunidades (limítrofes) estuviéramos en situación de nueva normalidad, nuestra idea es que pudiera haber movilidad».

En cuanto al tránsito hacia el otro lado de los Pirineos, comentó que su Gobierno sigue «insistiendo en que el Ministerio nos facilite ese corredor, y nos gustaría que lo pudiera hacer lo antes posible». Es decir, que hay que esperar a lo que acuerden Madrid y París.

Mayores aforos

El Ejecutivo de Lakua concretará hoy las condiciones de acceso a la nueva fase en una comparecencia de las consejeras Nekane Murga y Arantxa Tapia fijada para las 12.30, pero no diferirán mucho de las que ya avanzó ayer el de Iruñea.

En esta tercera fase, en Nafarroa se ampliarán aforos en todos los ámbitos en los que todavía hay limitaciones, pero sin llegar a los topes permitidos por el Gobierno español porque el objetivo, en palabras de Chivite, es «mantener la tensión social y la capacidad sanitaria para que los datos sigan siendo buenos».

Así, las actividades culturales al aire libre verán ampliada la capacidad de asistencia de 200 a 400 personas, quedándose en la mitad del techo permitido (800). Eso sí, los asistentes deben permanecer sentados y respetando la distancia de dos metros.

En hostelería, las terrazas pueden ocuparse al 75% y las mesas del interior también, pero no se permitirá aún el consumo en barra hasta evaluar cómo evolucionan los indicadores epidemiológicos. Peñas y sociedades gastro- nómicas volverán a abrir, pero no así bajeras o piperos en los que no haya una junta directiva o licencia de apertura oficial.

Para las actividades por grupos, se pasa de una limitación general de 15 personas a 24 en diferentes actividades y ámbitos.

Al comentar que el cambio de fase llega en «el escenario de más actividad social por definición, el verano», la lehendakari incidió en los mensajes de prudencia. «Lo vivido ha sido lo suficientemente duro como para no echar por tierra todo ese esfuerzo que hemos llevado a cabo de manera colectiva».

«No nos podemos plantear en los mismos términos este verano que los veranos anteriores –advirtió–. No vamos a poder ir a la piscina igual, no vamos a poder ir a la playa igual, no van a ser unas vacaciones iguales, disfrutemos del ocio, pero hagámoslo con responsabilidad».

Recordó que el Gobierno y la Federación Navarra de Municipios y Concejos han acordado recomendar que «no se celebren los actos oficiales en el marco de las fiestas de cada municipio». Y remarcó la cuestión: «Que no haya programa oficial hay que entenderlo como un llamamiento a que no haya fiestas. Se puede quedar a almorzar o a comer, como cualquier día, pero no estamos en la situación de años anteriores. No nos tenemos que relajar en las medidas de distanciamiento».

En concreto, señaló que ese será el marco en el que el Ejecutivo y el Ayuntamiento de Iruñea abordarán el programa alternativo que se podrá disfrutar en la capital, desde el convencimiento de que «los mejores sanfermines serán los de 2021».

A falta de detalles

La «nueva normalidad» no es solo una expresión coloquial, también es la denominación oficial que el Gobierno español ha dado a la última fase de su plan de desescalada. Será el martes cuando el Consejo de Ministros apruebe un decreto-ley que incluirá las medidas a adoptar para «convivir con el coronavirus hasta que haya una terapia o una vacuna eficaz que lo derrote».

Salvador Illa aseguró que esa norma contará con las aportaciones de los consejeros autonómicos con los que el ministro de Sanidad tenía previsto reunirse horas después. También dijo que serán los presidentes de las CCAA que estén en fase 3 quienes tomarán la decisión de progresar a la nueva normalidad.

Esto no le quedó claro al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo (PP), quien criticó la «gran confusión» sobre las competencias de cada cual en la fase 3. Avanzó su intención de permitir la movilidad en toda Galiza a partir del lunes si depende solo de él, pero indicó que las informaciones que le llegaban de Madrid eran «contradictorias».

 

Fronteras que se levantan para todos o solo para turistas

Las fronteras están recuperando su habitual permeabilidad dentro de la UE a medida que los Estados miembros van dando pasos en su desescalada. Pero como cada cuál lo hace a un ritmo distinto, la casuística es compleja.

Los de Europa central ya han levantado las barreras para permitir la libre circulación a todos los residentes de los países vecinos, lo cual ha sido posible gracias a una serie de acuerdos regionales y bilaterales.

Desde ayer, los ciudadanos de Austria, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, República Checa y, parcialmente, Alemania pueden moverse de un lado a otro sin necesidad de presentar un análisis que acredite que no están contagiados de coronavirus ni pasar cuarentena alguna. En cambio, tanto Austria como Eslovenia mantienen bajadas las barreras con Italia, exigiendo una cuarentena a quienes llegan desde ese país, con el que comparten fronteras.

Mientras tanto, Italia y el Estado español, duramente golpeados por el covid-19, han solicitado a la Comisión Europea que fije una serie de criterios comunes para levantar las restricciones cuando «se acerca la fecha en la que muchos Estados miembros van a abrir sus fronteras a los turistas».

En la carrera por el turismo, Madrid y Roma han visto como Croacia, Portugal y Grecia les han tomado ventaja. No obstante, el Gobierno español mantiene el 1 de julio como fecha para una apertura «con seguridad sanitaria» para el turismo.GARA