Hasta el concejal de Movilidad rechaza el impuesto de circulación a las bicicletas planteado por Maya

Hasta el concejal de Movilidad de Iruñea, Fermín Alonso, ha mostrado su rechazo a la posibilidad de implantar un impuesto de circulación a las bicicletas en la ciudad como había planteado el alcalde, Enrique Maya, ya que considera que «no tiene sentido».

Al ser cuestionado sobre esa posibilidad planteada por su propio jefe de filas en Iruñea, Alonso ha señalado en una entrevista a la Cadena Ser que «no se puede hacer algo así a nivel local. Si el impuesto existe para las bicis compradas en Pamplona, pero no para las compradas en Berriozar, no tiene sentido. Por eso no se puede hacer algo así a nivel local».

Estas declaraciones de rechazo dentro del mismo equipo de Gobierno de Iruñea a lo planteado por Maya al calor de un presunto debate que, según el alcalde, «ya está en la calle», se han sumado a las lanzadas desde el resto de grupos en el Consistorio, al considerar que un impuesto de estas características no fomentaría la movilidad sostenible ni el uso de la bicicleta.

Propuestas de la DGT y la Unesco

La posibilidad de regular el uso de la bicicleta no es algo nuevo. En 2015, la Dirección General de Tráfico anunció que estaba estudiando la posibilidad de que los ciclistas tuvieran que sacarse un tipo de carné para circular con su bicicleta y al mismo tiempo también matricularla. Incluso planteó la opción de que todos los ciclistas se desplazaran protegidos por una póliza específica para ellos.

Estas ideas estaban basadas en unas propuestas de la Unesco, que planteaba este tipo de medidas para hacer frente a las infracciones de circulación de cometían algunos ciclistas y por motivos de seguidad jurídica.

Y proponía la fórmula de que los ciclistas contaran con algún tipo de seguro con una cobertura de responsabilidad civil para cubrir tanto al propio usuario como a terceros.

Sin embargo, ninguna de ellas se llevaron adelante. Y en el caso concreto del impuesto de circulación planteado por Maya, no parece tener mucho recorrido teniendo en cuenta que ese impuesto se aplica a la tracción mecánica del motor de los vehículos, algo que, evidentemente, no tienen las bicicletas.