Cesan al consul español en Baiona, que aprovechó el confinamiento para despedir al servicio doméstico
El digital Médiapart ha publicado hoy que Alvaro Alabart Fernandez-Cavada, consul español en Baiona desde 2018, ha sido cesado en el cargo. El mismo medio publicó en mayo una información según la cual el diplomático despidió expeditivamente a su servicio doméstico -de origen ucraniano- y se desplazó a Donostia, en pleno confinamiento, para traerse a su mansión a dos trabajadores filipinos.
El digital Médiapart ha dado a conocer hoy el cese de Alvaro Alabart Fernandez-Cavada, consul español en Baiona desde 2018.
El mismo medio publicó una información de la que se hizo eco NAIZ, según la cual el consul optó por despedir expeditivamente a su servicio doméstico –dos personas de origen ucraniano– en pleno confinamiento, y las sustituyó por dos empleados de origen filipino, que no tuvieron problemas en salir de Madrid, recalar en Donostia, y llegar a Biarritz, pese al estado de alarma vigentes en los dos estados.
El Ministerio de Asuntos Exteriores español, contactado por el digital parisino, se ha limitado a responder que «esta persona ha sido cesada porque ya no es adecuada para cumplir con su puesto».
Los periodistas Camille Pollino y Antton Rouget firmaban esa exclusiva de Mediapart de acuerdo a la cual el ahora cesado se deshizo de dos empleados, un matrimonio de origen ucraniano, y los sustituyó por otros dos trabajadores, de origen filipino, que llegados de Madrid, recalaron primero en Donostia y finalmente en la mansión consular, Les Escalettes, sita en Biarritz.
Todo ello en pleno periodo de confinamiento por el Covid-19 y con la muga cerrada a cal y canto.
El cambio de personal se produjo en condiciones humanas dramáticas para el matrimonio ucraniano. La pareja trabajaba en la residencia del cónsul desde hacía doce años.
El final del contrato se ejecutó el 31 de marzo, y la pareja se vio de la noche a la mañana en la calle, sin saber francés y con dificultades evidentes para realojarse y aún más para viajar a causa de las restricciones de movimiento impuestas por la pandemia.
Una vecina se compareció de la situación y ofreció alojamiento gratuito durante un mes a los trabajadores despedidos por el cónsul, siempre según la información de Mediapart.
Con el Mondeo a Donostia
Sin embargo, la cosa no acabó, ni mucho menos, ahí. De hecho las personas que sustituyeron a esos dos empleados, un matrimonio de origen filipino, no tuvieron problemas para desplazarse desde Madrid a Donostia y después cruzar la muga.
De hecho, el diplomático y su esposa se dirigieron a Donostia en su vehículo, un Ford Mondeo, y recogieron a sus nuevos empleados para trasladarlos a su flamante residencia con vista al mar en Biarritz.
Ocurrió el 24 de marzo. Mediapart detalló que el consul encomendó a los dos trabajadores ucranianos hacer la formación a los recién llegados. Y luego puso a los primeros en la calle.
Ahora es Alvaro Alabart Fernandez-Cavada el que hace las maletas, aunque seguirá en el cuerpo consular, según Médiapart.