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Iglesias: «Un horizonte republicano, plurinacional y solidario se irá abriendo paso»

Durante su discurso en la Complutense, el vicepresidente del Gobierno español ha considerado que «la derecha española ha perdido la posibilidad de gobernar» en el Estado y ha sentenciado: «Casado y esa generación de dirigentes jamás formarán parte de un Consejo de Ministros».

Iglesias y Zapatero, durante su encuentro informal. (Daniel GALVALIZI)

El vicepresidente del Gobierno español, Pablo Iglesias, no ha ocultado su euforia por el acuerdo alcanzado en Bruselas con los socios de la Unión Europea y lo ha leído como un refuerzo a sus tesis de la falta que hace impulsar «políticas neokeynesianas y fiscales expansivas». Así lo ha hecho saber este mediodía, al hablar en uno de los cursos de verano organizados por la Universidad Complutense, que tienen lugar en las instalaciones del Colegio María Cristina de El Escorial.

Convocado para hablar sobre la Agenda 2030 –cuyo cumplimiento programático está en las competencias de la vicepresidencia segunda–, el líder de Unidas Podemos ha pedido dedicar unos minutos a hacer un análisis de lo sucedido ayer y el impacto en el mapa político del Estado, al cual ha calificado «ni fácil ni hermoso, con muchos conflictos latentes».

Iglesias ha afirmado que el acuerdo europeo es «de una dimensión histórica sin precedentes» y que resulta «inevitable comparar» la reacción de la UE actual con la ocurrida tras la crisis financiera de 2008. «El acuerdo de ayer significa un nuevo consenso de tipo neokeynesiano que va a redefinir el mundo y el papel de Europa», ha añadido.

«Agresividad de la derecha»

Inmediatamente ha vinculado el impacto de lo sucedido en Bruselas con la política española y ha dicho que «la agresividad de la derecha no es muestra de su poder ni de expectativas positivas para ellos. Están en un momento de falta de comprensión histórica de lo que está ocurriendo».

«No hizo una lectura ante la pandemia sobre ‘tenemos que trabajar todos juntos’, sino que vieron la pandemia como una oportunidad para hacer caer el Gobierno para recuperar el poder. Llama la atención la agresividad con nuestra formación, porque no somos tan fuertes ni estamos en nuestro momento más fuerte. Seguramente es porque la derecha no acepta que gente como nosotros pueda estar en la dirección política de los cambios que se van a producir en los próximos años», ha aseverado.

En ese sentido, ha dicho que «la derecha española ha perdido la posibilidad de gobernar en el conjunto del Estado» porque «la clave de la gobernabilidad era su capacidad de interlocutar con dos actores políticos fundamentales, el partido alfa del subsistema catalán, CiU, y con el partido alfa del subsistema vasco, el PNV. Hoy no tienen interlocución alguna con ninguno».

Por ello, ha considerado que «no van a dar los números nunca» para que vuelvan a gobernar, por lo que su situación «es de desastre», y ha sentenciado: «Lo de ayer supone para ellos un enorme fracaso. Pablo Casado y esa generación de dirigentes jóvenes jamás formarán parte de un Consejo de Ministros en España».

Para Iglesias, la reacción de «la derecha política, económica y mediática» es una «expresión del fin de una época, de la decadencia inevitable de buena parte de las élites», y ha evitado responder si cree que los votantes huidos a Vox volverán al Partido Popular: «Una vez que se consolida un espacio político, es casi imposible volver al escenario anterior. No hay pasos atrás en política».

El líder de la formación morada ha señalado que en el PSOE «también se han redefinido muchas cosas y la mejor prueba es las cosas que va diciendo Felipe González, un abierto opositor a un gobierno presidido por el secretario general del Partido Socialista».

Al responder algunas preguntas de los participantes del curso sobre un posible cambio constitucional y de régimen, Iglesias ha respondido que «un horizonte republicano, plurinacional y solidario, para pensar una república que no es tarea de legislativo sino de largo alcance, se irá abriendo paso poco a poco».

Iglesias ha destacado ese «espíritu republicano que va abriéndose camino» y ha manifestado su deseo que permita «seguir caminando juntos sin dar banderazos los unos a los otros», porque a su juicio «hay ciudadanos de algunos territorios que les gustaría irse y eso no es una buena noticia».

Encuentro con Zapatero

Cerca de las 13.00 horas, el vicepresidente se ha trasladado del Colegio María Cristina –ubicado frente al histórico Monasterio de El Escorial, enclavado en la Sierra de Guadarrama madrileña– hasta un hotel situado a 800 metros en el que lo esperaba el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien también brindará un coloquio en la Complutense.

Allí, ambos han dialogado por alrededor de media hora y han permitido a los medios que tomen imágenes de la escena, en la que se los ha oído mantener una conversación informal sobre las vacaciones pero poco más, en lo que representa un nuevo guiño progresista de Zapatero al Gobierno de coalición cuya investidura apoyó, a diferencia del otro expresidente del PSOE, Felipe González.