INFO

El primer rezo en Santa Sofía, culmen de la trayectoria de Erdogan

Santa Sofía volverá a acoger un rezo musulmán por primera vez desde 1934, tras su reconversión en mezquita. Es un día en el que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, culmina su aspiración neootomanista de colocarse al par de Mehmed II, el conquistador de Constantinopla.

Erdogan, en la nueva Santa Sofía, flanqueado por Ali Erbas, ministro de Asuntos Religiosos (Diyanet), y Mehmet Nuri Ersoy, ministro de Turismo. (Murat CETTINMUHURDAR-ILETISM BASKANGLI TÜRKIYE CUMHURIYETI CUMHURBASKANGLI/AFP)

Durante la jornada de hoy tendrá lugar el primer rezo musulmán en la reconvertida mezquita de Santa Sofía de Estambul. Las autoridades turcas han anulado un decreto de 1934 impulsado por Mustafá Kemal Atatürk, el padre de la República turca (en teoría todavía vigente). Se trata una basílica bizantina que se inauguró en 360 y considerada como el edificio más destacado del cristianismo oriental.

Miles de personas se agolpan en el distrito de Fatih para participar en un rezo especialmente simbólico y que supone el culmen simbólico de la trayectoria política del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y su posición neootomanista.

Erdogan, líder del islamista AKP, ha actuado contra una de los principios rectores de la República de Atatürk, el laicismo. Por contra, no ha tenido empacho en mantener otros  como la preponderancia del idioma turco (frente a otros como el kurdo) o un nacionalismo turco.

En este último aspecto, Erdogan ha tratado de ir más allá de las fronteras de la República turca creada por Atatürk y ha pretendido volver al Imperio Otomano, convirtiéndose en una potencia de referencia regional. Para ello, ha intervenido en países de la zona, especialmente en Asia Central, Oriente Medio y el norte de África. Ejemplo de ello son las intervenciones armadas en Siria (atacando de paso a los kurdos) o la participación directa en el conflicto libio. En Asia Central, en cambio, ha optado por la influencia económica, aprovechando los lazos culturales. No en vano, varios países de la zona son de cultura y lengua túrquica.

En este contexto, la reconversión de la mezquita de Santa Sofía no supone solo un golpe al laicismo de Atatürk, sino que busca entroncar con uno de los referentes de Erdogan en la historia turca, el sultán Mehmed II Fatih, el Conquistador, el que arrebató Constantinopla a los bizantinos y la rebautizó como Estambul.

Santa Sofía se ubica en el distrito estambulí de Fatih, que en castellano se traduciría como Conquistador. Toma el nombre del sultán Mehmed II y es la zona vieja de Estambul, en la que se encontraba la Constantinopla bizantina, pero también la primera ciudad gobernado por los otomanos.

Fue precisamente Mehmed II quien convirtió a Santa Sofía en mezquita tras la toma de Constantinopla y la caída del imperio bizantino, la continuidad del romano en Oriente. Estamos hablando de 1453, en las fronteras entre lo que se considera fin de la Edad Media y comienzos del Renacimiento. Es el equivalente turco del 1492 en la historiografía española y tiene también reminiscencias fundacionales con ensoñaciones imperiales.

Evidentemente, en 1453 no existían conceptos como el respeto a las minorías e imperaba el derecho de conquista. La decisión de Atatürk de convertir la mezquita en museo (tal y como se conocía hasta ahora) entronca más en su lucha por imponer el laicismo que en el respeto de las minorías, que también brillaba por su ausencia. En cualquier caso, puede resultar preocupante que Erdogan haya tomado en el siglo XXI la misma decisión que Mehmed II en el XV. Sus partidarios dirían que eso son prejuicios occidentales y no conocer el alma turca. Por cierto, también los cruzados cambiaron la concepción de Santa Sofía durante la ocupación de Constantinopla entre 1204 y 1261.

Curiosamente, la decisión de Erdogan y su correspondiente baño de masas (en plena pandemia del coronavirus, por cierto) no llegan en el mejor momento para el Cumhurbaşkanı en Estambul. Hace apenas un año, el candidato de su partido, AKP, en las municipales no pudo imponerse, lo que se interpretó como un signo de desgaste. El propio Erdogan comenzó su ya larga carrera política como alcalde de Estambul en 1994 como candidato del islamista Refah Partisi, uno de los tantos ilegalizados en Turquía. Pero Erdogan sabe moverse en aguas turbulentas. Y hoy vivirá un nuevo triunfo, rememorando la conquista de Mehmed II.

Según cuenta Mikel Ayestarán, Erdogan ha cambiado de opinión respecto a Santa Sofía en la última década. En una visita a Córdoba en 2010, cuando era primer ministro, señaló que Turquía respetaba más la historia que el Estado español porque Santa Sofía era un museo y la mezquita de Córdoba había sido convertida en catedral. Hoy ha hecho lo mismo que Fernando III de León y Castilla en 1236.