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‘Mi hermano persigue dinosaurios’: El ideal de familia moderna

La tía roquera de Jack es Rossy De Palma. (NAIZ)

MI HERMANO PERSIGUE DINOSAURIOS
Italia. 2019. 101’. Tít. Orig.: ‘Mio fratello rincorre i dinosauri’. Dir.: Stefano Cipani. Guion: Fabio Bonifacci, sobre la novela de Giacomo Mazzariol. Prod.: Isabella Cocuzza, Antonia Naua y Arturo Paglia. Int.: Alessandro Gassman, Rossy De Palma, Isabella Ragonese, Francesco Gheghi, Lorenzo Sisto, Arianna De Cheroni. Fot.: Sergi Bartrolí. Mús.: Lucas Vidal. Mont.: Massimo Quaglia.

No hay nada como debutar con un material de éxito seguro, porque la ópera prima de Stefano Cipani es una adaptación del libro autobiográfico homónimo del joven Giacomo Mazzariol, todo un superventas en Italia. Con dichas credenciales ‘Mio fratello rincorre i dinosauri’ (2019) pudo presentarse en la sección Giornate Degli Autori en la Mostra de Venecia, para ganar el premio David Giovani del Jurado Joven de los David Di Donatello.

De todo punto comprensible, porque estamos ante una película que mira hacia la juventud y la vida familiar actuales en sentido positivo y de forma esperanzadora, lo que es de valorar cuando los hechos que se narran son reales y comprobables. En su país ya han tenido tiempo para descubrir que los Mazzariol representan el ideal de familia moderna, abierta, solidaria y amable.


Lo más interesante de la propuesta de Cipani es la descripción certera de que un grupo familiar, por muy cohesionado que esté a nivel interno, no puede permanecer aislado y sin contaminar. La presión social existe y afecta a cada uno de sus miembros, propiciando un aprendizaje para ir superando los errores que se cometen en función del que dirán y la imagen que proyectamos sobre los demás.


En la ficción, la víctima propiciatoria de tal estado de cosas es el hijo adolescente, a quien llaman Jack (Francesco Gheghi), que necesitará de sus padres (Alessandro Gassman e Isabella Regonese), así como su enrrollada tía roquera Zia (Rossy De Plama), para superar el complejo y los prejuicios que provocan el nacimiento de un nuevo hermanito con síndrome de Down (Lorenzo Sisto).

Ante sus colegas y ante su novieta negará la existencia de Gio, y hasta llegará a afirmar que está muerto. Al principio, en casa le dijeron que era especial y eso le hizo entender que tenía poderes ocultos.