Indignación por el fallo que exime de «asesinato» a los policías que mataron a Breonna Taylor
La indignación y las protestas han estallado en Kentucky nada más conocerse el fallo judicial que descarta acusar de «asesinato» a ninguno de los policías implicados en la muerte de la afroamericana Breonna Taylor y que considera «justificado» el uso de la fuerza y el tiroteo.
La Fiscalía de Kentucky ha descartado este miércoles acusar de «asesinato» a ninguno de los policías implicados en la muerte en marzo de la afroamericana Breonna Taylor, al imputar a un agente por cargos menores que no están relacionados directamente con la muerte de la joven.
Un gran jurado ha anunciado que uno de los implicados en el suceso, el exagente Brett Hankinson, ha sido acusado de tres cargos de imprudencia temeraria en primer grado, lo que le expone a un máximo de 15 años de cárcel; mientras que los otros dos policías no serán acusados porque su uso de la fuerza estuvo «justificado».
La noticia ha generado una fuerte indignación en las calles de Louisville (Kentucky), la ciudad donde la joven de 26 años murió a tiros el pasado 13 de marzo después de que tres policías blancos entraran en su casa para llevar a cabo una orden de registro presuntamente en busca de estupefacientes, que no encontraron.
La muerte de Taylor, junto con la de George Floyd en Mineápolis, desencadenó una ola nacional de protestas que exigían justicia racial y el fin de la brutalidad policial.
El fiscal general de Kentucky, Daniel Cameron, ha explicado en una rueda de prensa que, después de una «investigación exhaustiva», su equipo determinó que los agentes que dispararon contra Taylor –vestidos de civil– no violaron la ley estatal, porque lo hicieron en respuesta a los disparos del novio de la joven, Kenneth Walker.
Imputado por disparos en otra vivienda
Taylor recibió seis impactos de bala disparados por dos policías, Jonathan Mattingly y Myles Cosgrove, y ese último fue el que disparó el tiro que costó la vida a la joven, ha afirmado Cameron.
Sin embargo, ninguno de ellos enfrentará cargos porque «de acuerdo con la ley de Kentucky, el uso de la fuerza por parte de Mattingly y Cosgrove estaba justificado, para protegerse a sí mismos» de los disparos de la pareja de Taylor.
Los cargos que pesan contra su colega Hankinson no están relacionados con la muerte de Taylor, sino con el hecho de que sus disparos cruzaron a un apartamento contiguo donde se encontraba un hombre, una mujer embarazada y un menor.
Hankinson, que al igual que sus compañeros iba vestido de civil, disparó a través de la ventana y la puerta corredera de cristal del apartamento de Taylor, «y puso en peligro de forma temeraria a las tres personas que estaban en el apartamento» de al lado, ha explicado Cameron.
El fiscal general ha insistido en que su equipo simplemente recolectó la información y fue el gran jurado el que decidió los cargos, y recordó que el FBI seguirá investigando posibles violaciones de la ley federal en la muerte de Taylor, que ha descrito como una «tragedia».
Indignación y toque de queda en Louisville
«Este es un día duro», ha reconocido Cameron, quien ha añadido que poco antes ha mantenido una conversación «difícil» con la madre de Taylor, Tamika Palmer.
El abogado de la familia de Taylor, Ben Crump, ha tachado de «indignante y ofensivo» el anuncio del gran jurado, al subrayar que se está procesando a un agente por «las balas que impactaron en otros apartamentos, pero no hay NADA por el asesinato de Breonna Taylor».
Las autoridades de Louisville han declarado el estado de emergencia en la ciudad e impuesto un toque de queda a partir de las 21.00 de este miércoles para prepararse para las protestas por el anuncio de la Fiscalía, que han comenzado nada más hacerse pública la decisión.