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Interview
Antoni NOGUERA
Líder de Més per Mallorca

«Tiene que haber fraternidad entre todas las fuerzas soberanistas y una cooperación política»

Antoni Noguera es el líder del soberanismo mallorquí. Su formación, la coalición Més per Mallorca, va a aprobar la conformación de una marca única que aglutine a todos los partidos nacionalistas de Illes Balears. Elogia los procesos de BNG y EH Bildu y asegura que el Estado español «adolece de derechos democráticos» tras perder una gran oportunidad en la Transición y empeorarlo con la recentralización posterior.

Antoni Noguera. (Més)

El soberanismo en las Islas Balears no lo tiene fácil. Con una cultura política cruzada por ser un archipiélago y un sentimiento de identidad propio en cada isla (de hecho nadie se siente «balear», algo considerado un invento de la Península para organizar administrativamente el territorio), sumado a un flujo turístico sin igual en Europa y una constante emigración desde las otras regiones del Estado, las fuerzas identitarias tienen un terreno difícil pero sí fértil: la historia de las cuatro está marcada por la conquista de Jaume I y el catalán en versión «salat» se escucha en todos los pueblos.

Por gran diferencia demográfica, el faro del soberanismo siempre está en Mallorca, con un millón de habitantes (quintuplica a Eivissa, Menorca y Formentera sumadas). Més per Mallorca, que lidera Antoni Noguera, es una coalición de tres fuerzas: el histórico Partit Socialista local (PSM) –ajeno al PSOE–, Els Verds y el más minoritario Esquerra Republicana. Esta coalición actúa a nivel autonómico aliada con sus partidos hermanos (también soberanistas y progresistas): Més per Menorca, Ara Eivissa y Gent per Formentera.

Noguera, conocido como «Toni» entre la militancia, fue elegido por el 87% de los militantes nuevo coordinador general de Més, tras un año de crisis interna por la pérdida de resultados a nivel local. La Ejecutiva se vio fuertemente renovada y Noguera ganó con un discurso en sintonía con el de ERC en la Península: más énfasis en los derechos sociales y la ecología y descansar sin abandonar la reivindicación identitaria.

En entrevista con NAIZ, el exalcalde de Palma -gracias a los buenos resultados en 2015- y hoy responsable de Cultura en el Ajuntament de la capital mallorquí explica el giro histórico en el soberanismo de las islas: la militancia de todas las fuerzas nacionalistas votará este mes la unión en una sola coalición con personalidad jurídica y una marca única que permita mejorar las negociaciones para formar gobierno y lograr un escaño en las Cortes Generales, «el objetivo principal».

Noguera, de 40 años y una carrera política que comenzó en las Juventudes de Esquerra Nacionalista, cuestiona la «recentralización económica y cultural» del Estado y asegura que «los derechos democráticos se encuentraN actualmente en una situación muy lamentable». Reivindica la inmersión linguistica y pugna por el PSOE para instituir una Oficina de Derechos Lingüisticos que defienda al catalán. También pide reforzar «la fraternidad» con todas las fuerzas soberanistas y elogia al BNG y EH Bildu.

¿Cuál es la situación actual del soberanismo en las islas? Los resultados son muy dispares según qué comicios sean.
Hay mucha bipolaridad en el sentido de las elecciones que son propias, las elecciones del país de les illes, con respecto a las generales. No hemos sabido romper esta dinámica de voto util que aquí es muy inútil. En estos momentos nosotros estamos en un proceso de reconstrucción ideológica, que fue uno de los factores que planteamos en el último congreso y estamos trabajando especialmente para que el soberanismo sea mucho mas inclusivo y darle mucho más fuerza a la marca verde, tratando también de apuntalar el valor añadido que supone nuestra marca y no la del PSOE.

¿Viene sumando más votos el soberanismo en las islas?
En 2015 nosotros tuvimos resultados históricos en Palma que me hicieron ser alcalde de la ciudad. En 2019 sufrimos un retroceso por algunas cuestiones que yo podría resumir en no saber vender las victorias de gestión: el desgaste de gobernar con el PSOE y algunas fracturas internas que no supimos gestionar bien. Eso nos ha pasado factura, hemos tenido resultados menores que nos permiten seguir cogobernando pero no son los adecuados. Ahora estamos planteando objetivos importantes: en noviembre haremos unas jornadas para un proceso de aprofundiment ideológic (profundización ideológica), que nos tiene que servir para dibujar la Mallorca y el país de los próximos 15 años. El problema es que el proyecto político siempre se ha pensado cada cuatro años y hay que trascender eso. Hay confirmadas también personas del País Vasco, como Jule Goikoetxea. No es una ponencia, es un proceso de reflexión y de reforzar el pensamiento ideológico.

Este mes se reorganiza la coalición, ¿cómo es eso?
Tenemos que trascender la formula de coalición y llegar a un espacio jurídica y políticamente más consistente. Por eso presenté la ponencia y salió casi por unanimidad. El militante y simpatizante necesita tener este vinculo ya de forma mucho mas estable. Y si queremos que Més sea elemento político imprescindible para existir en el futuro, lo necesitamos. Se votará en octubre si nos convertimos en un partido y federación y daremos este paso hacia adelante.

¿Qué ejemplo de partido tiene el Més como faro?
A nivel de formación es un poco difícil encontrar algo similar. Pero podemos plantear que es un paso más que Compromís, parecido al BNG y a EH Bildu, pero es verdad que ERC está dentro de Mes. Si me preguntas cosas de los otros partidos que me gustan, tenemos el ejemplo de la frescura de las candidatas [a presidentas autonómicas} de BNG y EH Bildu, la hoja de ruta de ERC me parece fantástica y la forma de aumento de votos de Compromís me pareció casi un milagro a nivel local.

La cultura política en las islas es peculiar. No hay un sentimiento balear sino más insular. Será un desafío aglutinar todas las fuerzas en una sola marca…
Es uno de los retos que tenemos, para nosotros esto es una dificultad. Así como los partidos estatales tienen una marca unitaria, nosotros vivimos un poco de la diversidad. Había un lema en el primer pacto del Progreso que hubo en Balears: «cuatro islas, un país, ninguna frontera». A veces creo que son cuatro islas, cuatro países, cuatro fronteras (sonríe). Estamos trabajando en una marca estable con Més per Menorca, Ara Eivissa y Gent per Formentera, que no sabemos aún cómo se llamará. El objetivo uno es llegar a Madrid, es imprescindible, y dos, mejorar las negociaciones cuando se conforma un Gobierno balear de progreso. Llevamos 40 años sin diputados propios que defiendan los intereses de las islas y el resultado es catastrófico. Tenemos que tener una voz que defienda el país, el modelo de financiación, La cultura y especialmente los derechos democráticos, que en el Estado actualmente se encuentran en situación muy lamentable.

¿Cuáles son los principales reclamos al Estado del soberanismo de las islas?
Hay cuestiones históricas. El tema de la financiación: somos el territorio que más aporta y el que menos recibe. En cuestiones como inversión estamos por debajo de la media. La gallina de los huevos de oro vinculada al turismo ya no produce más. Esto para nosotros es una cuestión importante. También que se tengan en cuenta cuestiones inherentes a una democracia como el derecho a decidir. Para nosotros España adolece de derechos democráticos y el tema de Catalunya es un ejemplo. Y también hay cuestiones esenciales de modelos económicos, estafas de la crisis para nuestra forma de entender el Estado, necesitamos gente que pueda defender esto.

¿Hasta dónde afecta a la dinámica en las islas el «procés» en Catalunya?
Tenemos una historia en común, somos territorios hermanos y vivimos en primera persona lo que pasa allí, eso se tiene que tener claro. Lamentamos que personas y políticos conocidos nuestros estén en la prisión simplemente por defender la democracia. Aquí se vive de forma muy intensa y ha habido una polarización importante en la sociedad sobre este debate. Se ha violentado mucho aquí este tema y todo se mira desde el blanco o desde el negro. A partir de ahí, nosotros tenemos la obligación de hacer la pedagogía de decir que los pueblos deben poder decidir su futuro. Se ha obviado por parte del Estado español que en el referendum también se podía votar que no. Apoyaremos y reivindicaremos la decisión de los pueblos para poder definir su futuro.
En lo que respecta aquí, está claro que hacer un referendum de autodeterminación a día de hoy no tendría sentido y sería negativo para nosotros y para la condición del país. Nosotros tenemos un trabajo muy importante de ampliar base y llegar a sectores que normalmente nos cuesta llegar. Por eso planteamos un soberanismo mucho más inclusivo, que llegue a mucha más gente, hacer mucha más pedagogía y hacerle entender que en esta dinámica política que viene por parte del Estado es imprescindible que seamos protagonistas para defender nuestros intereses.

Ampliar la base y hacer pedagogía sobre soberanismo… Recuerda mucho a alguien ese mensaje. ¿Es usted el Junqueras mallorquín?
(Sonríe) No me compararía con Oriol… Evidentemente es una persona referente y siempre se le tiene aprecio por su trayectoria política. Pero si me pides personas referentes, creo que una de las que encarnan esta forma de entender la politica es Raül Romeva, un perfil verde soberanista que acaba en Esquerra.

En un sitio con tanto turismo y emigración de la Península, con tanta diferencia entre la capital y el interior, ¿cuánto de difícil es plantear la cuestión identitaria?
Nosotros somos la región con mas pernoctaciones turísticas del mundo, eso es una pista de la implicación que tiene en una sociedad el turismo… tenemos que vivir del turismo y no malvivir del turismo. Vivir del éxito y no morir del éxito. Un modelo económico basado exclusivamente en el sector servicios hace que después de una pandemia como ésta tengamos una de las situaciones más lamentables de toda Europa. Hablo de modelo económico porque coincide con el modelo identitario, porque hace falta una reflexión sobre cómo podemos llegar sobre los nouvinguts (los que llegan a trabajar a las islas), sectores que puedan sentirse tan mallorquines como españoles. Aqui es bajo el porcentaje de los que se sienten solamente españoles. Queremos llegar a esta gente con pedagogía, con discurso integrador y con un corpus político que pueda atraer a toda esta gente.

Habla de una unión de la defensa identitaria con la lucha por otro modelo económico...
Esta es una de las reflexiones que podemos argumentar. Estamos trabajando en una economía que no dependa del turismo. Nuestra caída de 30% del PIB en esta crisis hace que este debate sea de presente más que de futuro. Al turismo es evidente que no se lo puede sustituir, pero tenemos la obligación de complementarlo. Estamos trabajando en un modelo basado en la economía azul, vinculada a la investigación y el mar, la economía verde, vinculada a las renovables, y la naranja, vinculada a la cultura y la creatividad. Queremos que los fondos europeos que tienen que llegar por parte del Estado sean parte de este cambio.

¿Los derechos lingüísticos en las islas están garantizados? La derecha local siempre parece ir en contra del catalán...
Si tenemos una cuestión que ha sido importante para que la lengua sea una herramienta clave para la integración y cohesión social es el modelo de inmersión lingüística, que es parecido a de Catalunya. Aquí un niño que está en educación infantil y tiene 5 años, haya nacido o no aquí, sabe mas idiomas que Mariano Rajoy, y esto se tiene que tratar como una riqueza. La educación en catalán es parte fundamental e imprescindible del país. En el gobierno de Bauzá (PP) atacaron el catalán y se produjo la manifestación mas numerosa con 100.000 personas que salieron a la calle. Ahora, estamos en negociación para que salga la Oficina de Derechos Lingüísticos, que tiene que velar por los ataques que se producen contra la lengua catalana. Es una desgracia que la derecha juegue a ver quién es más de derecha, especialmente el PP. En los primeros años de democracia aquí había un consenso importante en relación a la lengua y esta deriva actual del PP ha generado que haya unos debates irreales que no son preocupación de la gente. Incluso propuestas de que el catalán no sea obligatorio en las oposiciones.
Entiendo que pueda haber excepciones pero todos tenemos el derecho a que nos entiendan, en una lengua y en otra. Recuerda mucho al fascismo, todo aquello que iba en contra de la diversidad. España tenía en la Transición la posibilidad de ser un estado plurinacional plurilingüístico modélico en Europa. Pero se ha visto frustrado, ha tenido una recentralización económica y cultural atacando las señas de identidad y eso es un problema mucho más grave cuando gobierna la derecha, pero la izquierda también es poco valiente en este sentido.

¿Se refiere al PSOE?
Para el PSOE no es actualmente una prioridad la defensa de esto.

¿Es difícil gobernar con el PSOE en tantos ámbitos? Los ajuntaments, el Consell insular y el Govern…
Hay veces que me preguntan si tiene sentido gobernar ellos o seria mejor quedarse en la oposición. Y yo siempre digo que nosotros somos el valor añadido de izquierdas en esta coalición. Por nosotros se aprobó la ley de memoria histórica, ley de fosas, ley LGBTi, prohibimos el alquiler turístico en Palma... Somos punta de lanza de políticas que sin nosotros no se hubieran llevado a cabo.

Podemos diría que ellos son el añadido de izquierda…
Podemos ha perdido la esencia de valentía, esa conexión con el 15M. En todo el Estado en forma importante y aquí su vinculación con el PSOE es cada vez mayor. Nosotros queremos solapar en un corpus político los derechos de la izquiqerda y de la soberanía. Solo lo podemos hacer nosotros.

¿Cómo son y deberían ser las relaciones con las otras fuerzas soberanistas en el Estado?
Tenemos unas relaciones históricas y muy buenas con ERC, con Compromís, con el BNG, y es evidente que nuestro partido referente en el País Vasco es EH Bildu. En las ultimas elecciones gallegas y vascas tuvieron resultados históricos. Creo que la solidaridad entre pueblos se tiene que plasmar en una cooperación política y hacer frente a algunas cuestiones que el Estado está constantemente atacando a la línea de flotación de la diversidad. Considero prioridad dentro de esta solidaridad incluir a una izquierda que no sea estrictamente nacionalista o soberanista pero sí que crea profundamente en los derechos democráticos. Ya estamos haciendo esa coordinación. Hay que planificar reuniones de trabajo periódicas, un foro, y también un tema, que son las fundaciones de los partidos. Las fundaciones están empezando a tener espacios comunes de reunión y se está trabajando ideológicamente en cómo se tiene que plantear esta reunión estatal.

¿Hay líneas rojas de quiénes pueden participar de esta cooperación? ¿Por ejemplo el PI (Proposta per les Illes)?
El PI actualmente no es nacionalista, es un partido regionalista que lo conforman exmilitantes de PP y de Unió Mallorquina. Debería tener un cambio ideológico de sus filas para que puedan participar y de hecho sería interesante tener una izquierda y una derecha soberanista. Tiene que haber fraternidad en todas las fuerzas soberanistas del Estado en defender las libertades de los pueblos. Con partidos históricos como el PNV inclusive. Pero ver qué modelo de país queremos también es un planteamiento que surge y no todas las fuerzas tenemos el mismo pensamiento. Nosotros queremos una república de izquierdas.

Para terminar, ¿cómo se ve el largo plazo? El suyo y el de Més.
Son claros los objetivos. En el partido de aquí a las elecciones primero que podamos dibujar el país de los próximos 15 años, una hoja de ruta. Segunda cuestión es el tema de crear la marca estable con los partidos hermanos en las islas. Especialmente estamos trabajando para fortalecer las juventudes del partido, es importante como punta de lanza de las políticas valientes. Y me veo mejorando los resultados electorales y esperemos que llegando a Madrid.